Antes de nada, ¿cómo va su adaptación, es tan duro como parece el otoño lituano?
Todavía adaptándome, las cosas son muy distintas.
Sé que es usted 'motero', le permite la dura climatología lituana montar.
Es la primera vez, desde que estoy fuera de Barcelona, que he tenido que dejarla. Una de las cosas que me estimulaban era cruzar media Europa con una Harley pero me dijeron que podía traerla y usarla durante el periodo de verano, que es muy corto, pero que a partir de finales de octubre ya está nevando. Me han hablado de máximas de unos treinta grados bajo cero. Ahora estamos a menos cinco.
Para muchos el Zalgiris ha sido el equipo más serio que ha pasado por el Buesa en este curso, imagino que estará satisfecho con la marcha del club.
Mira, les preguntaba el otro día a los periodistas que estaban en la rueda de prensa que quién pensaba que el Zalgiris, que lleva cinco años dónde sólo ha ganado un partido de veinte en el Top 16 y que el pasado año perdió por una media de 17 puntos los encuentros en casa en esta misma fase, sería capaz de liderar su grupo de la Euroliga desde la jornada uno. Te hace sentir orgulloso que ese cambio haya venido, en parte por tu llegada. Pero tengo muy claro que aquí, quien te hace ser bueno o malo son los jugadores. La mayor parte del mérito es de ellos. Han entendido mi propuesta y, además, una de las cosas que más me están gustando es que estoy viendo a jugadores de la capacidad de los Lavrinovic o Kaukenas descubrir otra parte del baloncesto en su interior que hasta ahora no habían explorado.
Lleva una temporada casi impoluta venciendo al CSKA en la Liga Báltica y a otros poderosos rusos como Triumph o Lokomotiv Cuban; en la lituana, dónde está invicto, y en la Euroliga, dónde comanda el Grupo C con victorias sobre Olympiacos, Anadolu Efes... Sin embargo, sus únicas derrotas han llegado ante los digamos modestos VEF Riga, en la liga Báltica (77-72), y Cedevita, tras dos prórrogas, en la Euroliga. ¿A qué atribuye este hecho? ¿Es fácil relajarse entre tanto encuentro?
No creo que haya existido relajación. Puede ser, y esto lo he explicado otras veces, que en mi devenir anterior, al haber entrenado a equipos pequeños, sabes la falta de respeto que habitualmente hay en los equipos grandes cuando juegan contra aquéllos. Antes de que jueguen esos partidos yo estoy más preocupado que cuando juegan ante Olympiacos. Lo que creo que ha pasado es que, por ejemplo, el partido que jugamos ante el VEF Riga, a un más que aceptable nivel, nosotros veníamos de ganar al Olympiacos en su casa. Jugamos el viernes desde Atenas, volamos el sábado y jugamos el domingo a mediodía. No hay excusas sobre estos tiempos, ni por las lesiones, nunca lo he hecho. Pero es una realidad que éste es un equipo que no estaba montado para competir y mantenerse imbatido durante más de trece jornadas en distintas competiciones que muestre un punto de debilidad y, sobre todo, de entereza. Porque lo que suele suceder es que cuando ganas tantos partidos piensas que, con el mismo esfuerzo, al final acabarás ganando. Por más que les anticiparas esa visión, el jugador cree que el entrenador siempre se cura en salud.
¿Y contra el Cedevita?
Hombre, ellos tenían que apurar sus opciones y, además, venían de perder de dos en Atenas, de ganar al Caja Laboral y luego nos ganaron a nosotros. Con lo cual quedó demostrado que ese equipo al que ganamos de 28, eso también jugó en contra nuestra, ya no era tal. Y, a pesar de ello, te puedo asegurar que he vivido cosas en este vestuario que no me habían pasado nunca cuando a Kaukenas, antes y a mitad del partido contra el Cedevita, le inyectaron no sé qué entre la uña y la carne porque no podía. Yo le dije: "Mira, prefiero que no juegues". Me refiero a que el nivel de implicación que hemos logrado es tal que merecimos haber ganado sólo por eso. Además Lavrinovic llevaba seis días lesionado, sin entrenar, y también jugó. También nos encontramos a un rival muy, muy acertado. Por lo tanto, creo que no es tanto relajación como el hecho de llevar tantas victorias seguidas. No he percibido desidia.
Centrémonos en el partido de hoy y en la trayectoria del Baskonia, ¿le ha sorprendido, por mala?
Ya he dicho antes que lo que ha hecho muy bien Baskonia durante años y nadie ha logrado copiarlo, es reinventarse. A otros equipos les afecta y tardan dos o tres años en recuperarse de pérdidas importantes. El año pasado hicieron, para mí, una gran Liga ACB aunque no tan buena Euroliga. La trayectoria de este año dependerá, en Europa de los dos partidos que jueguen contra el Cedevita y Armani.
¿Cómo se valora, desde fuera y desde una óptica de colegas, la destitución de un técnico tan prestigioso y que ha sido tanto para el Baskonia como Dusko Ivanovic?
Me ha sorprendido porque, quién diga lo contrario miente, este trabajo implica una erosión. Cuando estas dirigiendo grupos humanos, con los doce jugadores que cada año tienes de distintas procedencias, culturas, religiones e incluso rangos sociales, también con tus ayudantes, tienes que estar tirando constantemente del carro hacia delante, para que todo el mundo empuje en la misma dirección. Es un desgaste muy grande que Dusko; como yo, como tú, como todos, vaya; ha sufrido en una tarea que depende, no sólo de ti mismo, sino también de lograr tocar la tecla al jugador adecuado, que éste responda... Creo que ese desgaste existía pero me ha sorprendido el hecho que se le eche a mitad de temporada, no tanto, por todo esto que te cuento, si hubiera sucedido a final de campaña.
El relevo de Ivanovic es su discípulo Zan Tabak, quien le ha definido a usted como "uno de los mejores entrenadores defensivos de Europa". Es palpable el respeto que le guarda. Creo que usted mejor que nadie para intuir las líneas maestras del proyecto que encabeza desde hace tres días el croata.
Creo que Zan es lo suficientemente inteligente para saber que cualquier conocimiento que él haya adquirido previamente se ha de adaptar a las circunstancias, jugadores y al entorno que vayas a tener. Entiendo que el material que te den determinará esto. Intuyo, porque no hablo con él desde hace dos semanas cuando le pasé un informe de un equipo de liga polaca que yo conocía, que el Baskonia será un poquito más intenso en defensa por lo que he visto del equipo polaco que ha entrenado. Creo que esos rasgos sí que lo van a tener, más parecidos a los que nosotros hayamos podido tener en estos cinco años donde hay una exigencia mayor físicamente, donde se trabaja mucho el rebote... Tácticamente, ofensivamente, en dos días no creo que toque nada pero sí que a medio plazo habrá cambios que dependerán, asimismo, del proceder de los jugadores. También influirán las lesiones, si podrá hacer jugar a Nocioni de tres y no de cuatro... Pero la primera circunstancia por la cual el Baskonia lo ha fichado es porque viene con hambre, con ganas de demostrar la capacidad que él tiene. Lógicamente y a corto plazo tratará de estimular al jugador para que en el partido contra mí y en los sucesivos intenten subir un poco el pistón. Tanto él como su ayudante, que también era el mío, Alberto Codeso, van a intentar que la gente esté muy comprometida si no lo estaba ya porque tengo a Dusko como un entrenador muy cualificado.
Se hablan maravillas de él como persona, ¿lo corrobora?
Sí, lo es. Es de la escuela balcánica pero ha pasado tantos años fuera, la mayoría de ellos y el grueso de su formación como preparador en España, que ha aprendido a tener mano izquierda. Entiende que el jugador ha de tener un nivel de exigencia alto y como tal ha de cobrar y hay que exigirle, pero no dejan de ser personas que a veces requieren más de una palmada que de un grito. Creo que ahí vais a tener a un colaborador vuestro (de la prensa) y que tenderá puentes para que los jugadores saquen lo mejor de sí mismos.
Quizás sea ésta la mayor de las diferencias con Ivanovic.
Vienen de distintas escuelas. Ivanovic ha sido adiestrado por Boza Maljkovic que era también muy recto. Pero las cosas han cambiado, en gran parte por la cantidad de ocio que las nuevas generaciones tienen, y creo que hay que convencer más que ordenar. Esto, pese a que cuando cogí a Zan como ayudante era de ideas fijas y se ha ido moderando sin dejar de ser una persona exigente. Hay otra manera de llegar al corazoncito de la gente que te rodea.
Por último y en cuanto a su otra pasión, la literatura, he leído que, por un lado, su primera novela 'Las mantas de Angelina' se publicará en Lituania, buena noticia; y por otro, su segunda, 'Despertar a tiempo', no encuentra editor en España.
La mayor editorial de España me llamó hace un año por esta última. Pero me han comentado hace poco que, por un cambio de política, quieren centrarse en autores contrastados. Espero encontrar a alguien que la publique en España.