Vitoria. Hace unos días, cuando el Cajasol celebró el veinticinco aniversario de la fundación del club, toda la plantilla hispalense acudió al acto y recibió un libro conmemorativo que recogía las peripecias de la entidad. La mayoría de los pupilos de Aíto García Reneses, que aterriza en Sevilla con la misión de comandar al plantel más novel de la ACB, ni siquiera lo abrió. Tepic, según cuentan los que asistieron a la cita, se aisló durante un rato del resto del mundo para empaparse de la historia del equipo que mañana visita el Buesa Arena.
El jugador serbio es así. Su discurso lo delata. Es un personaje curioso, por su manera de entender el baloncesto y por su apetito de conocimiento. No es extraño encontrárselo paseando por el centro de la capital andaluza. Observando. Aprendiendo. Haciendo básicamente lo mismo que hace en la cancha y sus alrededores. Los que lo conocen no dudan en señalarlo como un firme candidato a futuro entrenador. Y ha tenido suerte, porque como él mismo reconoce, ha estado a las órdenes de los mejores. Ahora con Aíto le llega la hora de la verdad. Tras la frustrada cesión de Thomas Heurtel, al exjugador de Panathinaikos le tocará asumir muchos minutos de base. En el debut ante el UCAM Murcia no estuvo demasiado afortunado en esa posición, pero debe crecer. Con un contrato que acaba en junio y la idea de regresar a la élite, a algún equipo de Euroliga, un Tepic que en verano de 2011 pudo incluso haber desembarcado en Vitoria debe dar un paso adelante tras dos ejercicios un tanto decepcionantes.
Es su segunda campaña en Sevilla, donde llegó de un gigante continental como el Panathinaikos y parece que le está costando por el momento hacerse importante en ACB.
Es mi segunda temporada y creo que en la primera pude haber jugado mucho mejor, pero no fue fácil hacerse a la nueva competición, al nuevo equipo. Aun así no lo hicimos mal. El Cajasol hizo una buena campaña: jugamos la semifinal de Copa y entramos en play off. Cerramos una buena temporada. De todos modos, no puedo negar que en el plano personal espero que este año que arranca sea mucho mejor que el anterior.
Usted quiere cambiar de rol y da la impresión de que el equipo ha cambiado mucho, incluido el entrenador.
Sí, es cierto. Es un equipo muy nuevo. Tenemos muchos jugadores jóvenes, recién llegados, y un nuevo entrenador, pero veo buenos mimbres y creo que con el paso de las semanas podemos formar un gran equipo. Pienso que podemos lograr grandes resultados esta temporada.
Como dice, cuentan con una plantilla muy joven (la más novel de la ACB, con siete jugadores por debajo de los 23 años), pero tienen a los mandos a uno de los técnicos con vitola de saber manejar mejor que nadie este tipo de grupos con hambre e ilusión. Para usted, que ha trabajado con grandes entrenadores, ¿cómo es hacerlo a las órdenes de Aíto?
Es un gran entrenador. Es cierto que he trabajado con algunos de los mejores durante mi carrera, y creo que él es uno de ellos. Se dedica en cuerpo y alma al equipo, se desvive por explicar una y otra vez los conceptos, por hacerse entender. Estoy convencido de que si no es el mejor, es sin duda uno de los mejores técnicos españoles de la historia. Es una suerte estar a sus órdenes, porque se pueden aprender muchas cosas de él, tanto dentro como fuera de la cancha.
La gente dice que usted, pese a tener sólo 25 años, es como un joven veterano. Se dice que es como un entrenador en la cancha, muy analítico, más de lo que suelen ser la mayor parte de los jugadores.
Humildemente pienso que aunque sólo tenga 25 años he jugado al baloncesto durante muchos años. He tenido la suerte de jugar con un montón de grandes jugadores y entrenadores. Eso me ha permitido aprender mucho sobre baloncesto. Algunas veces trato de hacer uso de esos conocimientos, de buscar vías para ayudar al equipo. Me gusta aprovechar el tiempo, las muchísimas posibilidades que me está ofreciendo mi carrera para aprender cosas. Creo que el baloncesto es el juego más interesante del mundo. Así que trato de aprender cada día algo nuevo en para mejorar.
¿Hablamos de una carrera que, aunque aún durará años, puede acabar en un banquillo como entrenador?
Me gusta mucho el baloncesto. En todas sus vertientes. El trabajo de entrenador tiene algunas cosas que me gustan y otras que no tanto. Pero no sé, de verdad. Creo que me quedan muchos años de baloncesto por delante. Me gustaría disfrutarlos, espero que no se acorte mi carrera por una lesión o algo así, y lo que quiero ahora es jugar.
¿Es lógico pensar que un equipo con tanta juventud como el suyo vaya a tardar en arrancar y no se pueda ver su mejor versión hasta dentro de unas semanas, o quizá meses?
Creo que la temporada es muy larga y que el primer objetivo que debemos lograr es afianzar la confianza en nuestras posibilidades. El equipo tiene calidad suficiente, y conocimiento del juego, para dar la talla a este nivel. Desde luego tenemos que mejorar mucho cada día, debemos ser aún mucho mejores. Pero también creo que es un equipo talentoso, aunque la gente debe tener algo de paciencia porque hemos cambiado muchos jugadores y tenemos un nuevo entrenador. Esta juventud nos plantea el reto de demostrar cómo de lejos podemos llegar en una competición del nivel de la ACB, de sacar a relucir nuestra ambición.
El domingo visitan una plaza complicada como es el Buesa Arena. ¿Cómo afrontan el partido tras el traspiés ante el UCAM Murcia?
En el estreno es cierto que no dimos nuestro mejor nivel y perdimos, pero también el Caja Laboral cayó en Zaragoza. Para ellos tampoco será fácil. Creo que estarán bajo presión, están obligados a ganar. Para nosotros es complicado, porque vamos a jugar ante uno de los grandes de la competición, pero creo que debemos crear nuestras oportunidades de victoria. Debemos jugar con mucha intensidad, con velocidad, y así puede que consigamos lo que sería algo muy grande para nosotros. Pero está claro que tendremos que jugar bien como equipo, tener un gran día y esperar que ellos no tengan el mejor.
Esa presión por ganar de la que habla, y de la que pueden beneficiarse, puede incrementarse ante los infinitos problemas de lesiones que están asediando al Caja Laboral. ¿Tienen más opciones de victoria que en otras visitas al Buesa Arena?
Cada partido es un mundo, pero no puedo creer que nunca sea fácil ganar en Vitoria. Habrá que ver cómo les afectan las lesiones. Lo que tengo claro es que nosotros tenemos que ser mejores como equipo, ser muy competitivos. Porque ellos está claro que tienen problemas, pero nosotros también tenemos que crecer aún.
Está claro es que a un equipo como el baskonista no le beneficie tener tantos problemas con sus jugadores interiores justo antes de medirse ante el equipo más alto de la ACB (el Cajasol tiene una altura media en su plantilla de 203 centímetros metros, con sólo un jugador, John Holland, por debajo de dos metros).
Podría verse así, aunque en Zaragoza Nocioni echó una mano por dentro y es un jugador tremendo. Creo que aunque tengan problemas en esas posiciones, tienen jugadores de gran calidad y pueden buscar ventajas en otros apartados del juego. Por supuesto, lo que debemos hacer nosotros es atacar esas debilidades, tratar de explotar las ventajas para ganar opciones. Tendremos que estar concentrados y ser muy agresivos, porque a pesar de los problemas tienen muchos jugadores de gran calidad y un gran equipo.
No hace mucho, en verano de 2011, hubo opciones de que usted recalara en Vitoria. Su nombre sonó con mucha fuerza como candidato para vestir de azulgrana tras su salida de Panathinaikos. ¿Qué pasó?
No me gusta darle vueltas a esas cosas. Trato de dar el máximo para el equipo para el que juego, que ahora es el Cajasol. Estoy muy feliz en este equipo y en esta ciudad.
Sí, está claro. Pero se trataba de continuar en un equipo de Euroliga y esas opciones de fichaje existieron...
Por supuesto, pero son cosas que al final no sucedieron. Prefiero no mirar atrás.