CAJA LABORAL Heurtel (2), Oleson (15), Nocioni (15), Nemanja Bjelica (9) y Pleiss (13) -cinco inicial-, Cabezas (12), Rochestie, Causeur (11), San Emeterio (10), Hernández-Sonseca (2).
EA7 MILÁN Cook (2), Langford (18), Hairston (8), Fotsis (13) y Bourousis (8) -cinco inicial-, Giachetti (2), Stipcevic (5), Basile (9), Chiotti (2), Melli (5), Hendrix (13).
Parciales 19-19, 43-36; 60-57, 89-85.
Árbitros Terreros, Uruñuela y Sánchez Moedas. Eliminado Nocioni (min.37).
Pabellón Palacio de los Deportes de La Rioja. 1.200 espectadores.
logroño. Se dan a lo largo de las temporadas diferentes fases en el nivel de exigencia al que se ve sometido un equipo de baloncesto. Hay fases en las que se alcanza un pico de mayor intensidad y otras en las que las piezas todavía se encuentran en fase de acoplamiento. Y luego están los partidos de pretemporada, épocas del año en las que es posible presenciar partidos que sirven exclusivamente para que los entrenadores tomen apuntes y los nuevos vayan haciéndose a los sistemas. Entrenamientos con rival, como el que ayer le sirvió al Caja Laboral para sumar su segundo triunfo de la pretemporada ante un desmotivado Emporio Armani que acudió de enoturismo a la capital riojana.
Al conjunto azulgrana, que despierta muchas dudas, le faltan todavía argumentos para arrojar certezas. Y más si, como es el caso, se presenta a la cita ante uno de los equipos con los que tendrá que jugarse las alubias en la primera fase de la Euroliga tan diezmado de efectivos en la pintura. Sin Lampe ni Milko Bjelica, Ivanovic tuvo que hacer malabares para mantener en todo momento una pareja interior de ciertas garantías. Los italianos lo aprovecharon para mantenerse en un partido que, de lo contrario, y a pesar de las lagunas evidentes, el combinado dirigido por Dusko Ivanovic podría haber resuelto con mayor facilidad.
El técnico montenegrino se mantuvo fiel a su idea de iniciar el duelo con Heurtel. Pero no sirvió más que para evidenciar que el galo necesita todavía unas horas de vuelo antes de ponerse a los mandos de un trasatlántico de estas dimensiones. El francés, al que el club busca equipo, tiene cosas, detalles que alimentan una esperanza futura, pero sigue verde. Y este año da la impresión de que el Baskonia no está para que nadie tome clases. Necesita que todas sus piezas aporten para minimizar la ausencia de un referente claro.
Cabezas dio más sentido al juego en estático cuando estuvo sobre el parqué. El malagueño, aún en fase de rodaje, debe seguir creciendo, pero resulta evidente que está llamado a asumir el papel de base jerárquico que quedó vacante tras la marcha de Prigioni a la NBA. Sus minutos en pista coincidieron con los momentos de mayor solidez en una primera parte en la que el Caja Laboral mandó en el marcador. El puesto del otro gran referente, del capitán, otro encargo caliente, sigue en subasta. Pero en una plantilla tan coral, quien más quien menos confía en que sean Maciej Lampe y Nemanja Bjelica los que den un paso al frente para incrementar su producción.
El serbio lo hizo ayer. Habrá que ver si es algo definitivo o flor de un día. Pero lo cierto es que su descaro en el tercer cuarto, cuando el equipo de Scariolo apretó los dientes para buscar la remontada, permitió al cuadro azulgrana recuperar una ventaja con la que ya se manejaría hasta el final del encuentro.
No estuvo solo Nemanja. Hubo otros que aportaron dentro de un encuentro en el que se apreció precisamente esa condición de colectivo octópodo, coral, del plantel azulgrana. Andrés Nocioni, Oleson, Pleiss e incluso Causeur, aunque el galo no firmó un buen partido, tomaron el testigo en diferentes fases del partido.
Sólo la endeblez defensiva que muestra el equipo en las proximidades de la propia canasta, algo que ya quedó retratado en la gira francesa, permitió al Milán aproximarse en el electrónico e inquietar una victoria que a dos minutos para el final parecía encarrilada. Así las cosas, y a pesar de un par de canastas de Pleiss, el cuadro italiano tuvo opción incluso de forzar la prórroga. Pero Fotsis, que como otros grandes jugadores del Armani Jeans no parecía estar muy por la labor, no los aprovechó. El jugador heleno, como casi todos ayer, estaba a otra cosa. Era sólo un entrenamiento con público, para todos menos para Andrés Nocioni. Y Dusko pudo seguir sacando conclusiones.