Vitoria. En el vestuario del nuevo Caja Laboral, después del español, el pasaporte que más se lleva es el montenegrino. Dusko Ivanovic cuenta en estos momentos con dos compatriotas entre su plantilla, aunque nadie puede garantizar que esta proporción se mantenga dentro de unas semanas. Taylor Rochestie y Milko Bjelica, dos jugadores que han llegado tocados tras clasificar a su selección para el Eurobasket del próximo año, se encuentran en el disparadero por diferentes motivos. Mientras el base continúa a la espera de que se resuelvan las negociaciones entre la directiva y sus representantes para ratificar ese contrato por dos temporadas que acordaron hace casi dos meses pero que ha quedado en suspenso a raíz de los problemas detectados en su rodilla, la figura del poste llegado del Lietuvos se percibe entre interrogantes ante el interés del club por encontrar un jugador de mayor empaque para completar la batería de interiores.

El caso de Rochestie parece encaminado. A pesar de que al cierre de esta edición desde el club aseguraban que todavía no existía un acuerdo en firme, otras fuentes consultadas aseveraban que sólo quedan un par de detalles por resolver para que su fichaje se haga efectivo. El Caja Laboral ha querido aprovechar su posición de fuerza, tras la descompensación detectada en la rodilla del timonel durante el reconocimiento médico, y ha establecido una serie de condiciones que los agentes han tratado de limar.

La idea de la directiva que comanda Josean Querejeta, que ayer apenas tuvo tiempo para tratar este asunto como consecuencia de su viaje a Barcelona para asistir a la Asamblea General de la ACB, pasa por cubrirse las espaldas ante posibles lesiones derivadas de esa anomalía. En cualquier caso, y teniendo en cuenta el casi inmaculado historial de bajas que presenta, el hecho de que apareciera este problema en el examen del doctor no significa obligatoriamente que tenga por qué pasar nada. Más allá de la tan proclamada exigencia física que deben asumir los jugadores que se ponen a las órdenes de Dusko Ivanovic, Rochestie ni siquiera se encuentra en estos momentos lesionado. Es más, tal y como quedó comprobado en el Preeuropeo, está en condiciones de actuar a un excelente nivel.

El jugador, por otra parte, ha trasladado en todo momento su deseo de jugar en Vitoria. Aunque haya sentado mal en su entorno la maniobra del club, que se asegura un comodín que en el peor de los casos puede dejarle en la calle si sufre una lesión que pueda entenderse como consecuencia de esa descompensación, ha mostrado desde que se cerró el primer acuerdo un enorme entusiasmo por entrar a formar parte de uno de los equipos que -el pasado año al margen- suelen tener plaza fija entre los 16 u 8 mejores escuadras del continente cada año. Así las cosas, y salvo giro inesperado de los acontecimientos, Rochestie podría firmar hoy mismo el contrato con reformas que el Baskonia ha puesto este fin de semana sobre la mesa.

Milko, que también ha tenido que permanecer al margen del equipo durante los amistosos que ha disputado el cuadro azulgrana en Francia, vive una situación bien diferente. Su continuidad en la plantilla no está asegurada. El poste balcánico puede llegar a convertirse en una víctima indirecta de todos los giros de planificación que se han ido dando en las oficinas del Buesa Arena durante el presente verano. Ni Ivanovic ni la directiva se encuentran del todo convencidos con la composición del juego interior, sobre todo con la pareja de cuatros que conforman los dos Bjelica, y podría ser el sacrificado si se da con un jugador que el club ya hace tiempo que está buscando.

La marcha de Pablo Prigioni, parcheada con tino después con el fichaje de Cabezas, supuso el principal bandazo. Y Milko, que el pasado año rindió a un nivel aceptable pero un tanto residual, se ha quedado en fuera de juego con la recomposición colectiva del plantel. Por el momento, es jugador del Baskonia. Pero la directiva, que ejecutó la cláusula de renovación mucho antes de imaginar siquiera lo que vendría (a finales de junio), parece tener otros planes.