Vitoria. Tras los fichajes de un elegante escolta (Causeur) y un espigado pívot (Pleiss), la dirección de juego del Baskonia también constituye desde el inicio del mercado estival una demarcación muy mejorable y sujeta a cambios. El incierto futuro de Pablo Prigioni, que sigue sin responder positivamente a la oferta planteada desde hace semanas desde las oficinas del Buesa Arena a la espera del planteamiento definitivo de los New York Knicks respecto a su fichaje, y la bisoñez de un Thomas Heurtel cuyo rendimiento a lo largo del pasado curso resultó decepcionante, obligan a rastrear el mercado de bases. Y uno de los nombres subrayados en rojo por la secretaría técnica es el de un viejo conocido que salió por la puerta de atrás en el verano de 2006 tras una campaña plagada de sinsabores. Se trata de Roko Leni Ukic, un croata de 1,96 metros y 28 años que se encuentra libre tras acabar su andadura en las filas del Fenerbahce turco.
Ante una eventual negativa del albiceleste para continuar vistiendo la elástica azulgrana y en espera de saber lo que ocurrirá con el joven francés, al que todavía le quedan tres años de contrato y debería ser indemnizado en caso de una rescisión, la entidad vitoriana desea cubrirse las espaldas con una pieza que otorgue plenas garantías a un puesto tan crítico. Ukic, un timonel más maduro que hace siete años cuando pagó en Vitoria el peaje de la inexperiencia tras abandonar por primera vez su país natal, representa una de las opciones más apetecibles de un mercado donde las gangas se cuentan con los dedos de una mano. Se encuentra más hecho y curtido tras su paso por infinidad de equipos (Barcelona, Lottomatica, Toronto Raptors, Milwaukee Bucks...) y le avala un enorme talento que, en momentos de máxima tensión y adversidad, tiende a difuminarse.
Con mejores dotes como rematador que director, el balcánico siempre se ha distinguido por su brillante capacidad resolutiva para anotar desde todas las posiciones. Sin embargo, muchos consideran que se ha quedado a medio camino tras los primeros visos de que lograría ser una estrella en los compases iniciales de su carrera en su país natal. El Unicaja estaba predestinado desde hace semanas a sellar su contratación, mucho más con la llegada de su compatriota Jasmin Repesa al banquillo. Pero las altas pretensiones económicas del jugador -se especula con que, de entrada, solicita un millón de euros por año- y su deseo de, como mínimo, firmar un vínculo de dos campañas enfriaron la posibilidad de alcanzar un acuerdo. El Baskonia está valorando, de momento, los pros y los contras. En declaraciones a la Cadena Ser, Ukic admitió ayer que Vitoria es "un lugar especial" y se dejó querer con una frase lacónica. "Si lo que hemos hablado se pone por escrito, seré jugador del Caja Laboral la próxima temporada", deslizó de manera contundente.