Vitoria. 4 de diciembre de 2011. Mientras el Baskonia hacía sus cávalas con el objeto de sellar el billete para el Top-16 de la Euroliga, preocupados por los intereses comunes que podrían entrar en conflicto con el Gescrap Bizkaia, el hermano pobre del basket vasco, el Lagun Aro rendía visita al infausto Iradier Arena. Cayó por 86 a 74. Aquel partido se constituía en el décimo de un curso, para los donostiarras, de asentamiento en la Liga ACB y su marca pintaba un 2-8 desolador que le relegaba al penúltimo puesto de la clasificación.

Nadie hubiera replicado a la directiva guipuzcoana de haber prescindidio de su joven entrenador. Acostumbrados a delegar en preparadores de un perfil similar -tanto Porfirio Fisac como Pablo Laso demostraron su valía a orillas de la Concha y, posteriormente, en la Comunidad de Madrid-, los gestores del club donostiarra decidieron prorrogar su confianza en Sito Alonso.

Quizás fuera por las sensaciones transmitidas por una plantilla que no se rendía tan fácilmente como hacía ver la tabla clasificatoria. El Lagun Aro sólo había concedido ocho puntos de ventaja a madriditas y baskonistas. Además de esto, una derrota por seis puntos a manos del Valencia Basket y una por cuatro infligida por Estudiantes. El resto a tres puntos. Una canasta. Un triple.

Tras aquel partido se marcó el punto de inflexión de un plantel que pudo haber deambulado sin rumbo por la máxima categoría del basket estatal. De un entrenador que pudo haber firmado su finiquito en la élite de haberse despedido con aquella desastrosa marca, más allá de las sensaciones transmitidas. No fue así. El deporte fue justo en aquel momento. No siempre lo es.

Como si estuviera escrito, el preparador que tuvo que emigrar de su casa badalonesa (aunque Alonso sea madrileño y haya desarrollado gran parte de su carrera en Aragón) regresó para reivindicarse. Se llevaron la victoria por 23 puntos (el resultado fue 70-93), ahí es nada.

Desde entonces Baron enchufa triples sin tregua, Panko se parte la cara en la pintura, Vidal muestra cada jornada su versatilidad y Sito Alonso... Sito Alonso sigue haciendo lo de siempre, ahora con la tranquilidad que otorgan los resultados que firma el cuarto clasificado de la ACB.