vitoria. Afortunadamente, el fuerte golpe recibido el pasado domingo por Brad Oleson en el Polideportivo Pisuerga de Valladolid se ha quedado finalmente en un susto sin mayor importancia. El escolta nacido en Alaska se vio obligado a enfilar el camino hacia el banquillo mediado el tercer cuarto cuando un terrible bloqueo de Dalibor Bagaric -sancionado con falta en ataque por los colegiados- le dejó fuera de combate para el resto de la confrontación.
En la jornada de ayer, el exterior azulgrana no se entrenó por precaución debido a la persistencia de los dolores en su muslo izquierdo. Sin embargo, el cuerpo médico ha constatado que Oleson únicamente sufre el típico bocadillo derivado del fuerte golpe. Se ha descartado una dolencia de mayor gravedad y, por tanto, hoy retomará la rutina de los entrenamientos con vistas a preparar la visita del Olympiacos en el encuentro correspondiente a la tercera jornada de la primera fase de la Euroliga.
El dos con pasaporte español, obligado a aceptar hace unos meses un ajuste salarial planteado por el Baskonia para continuar en la capital alavesa, ha iniciado con demasiados altibajos su tercera temporada, si bien todavía sigue muy lejos de las elevadas expectativas del club vitoriano cuando fue contratado en el verano de 2009 en la operación que permitió a Pablo Prigioni y Sergi Vidal dar con sus huesos en el Real Madrid. De momento, promedia 10 puntos y 1,2 rebotes a nivel doméstico, unos números sensiblemente mejores a los de la competición continental, donde aporta unos escuálidos 3 puntos y 2 rebotes.
La fuerte competencia en el juego exterior, donde otros elementos como Pau Ribas y Reggie Williams también se encuentran en condiciones de disputar minutos de calidad, jugará en su contra si no ofrece unas altas prestaciones. A nivel defensiva, su sacrificio le convierte en un peón útil para Ivanovic, pero se echa de menos una mayor agresividad en ataque para jugarse los balones decisivos.