vitoria. La continuidad en el Viejo Continente de numerosos jugadores sujetos a contrato en vigor con las franquicias estadounidenses empieza a estar seriamente en entredicho ante las noticias que llegan desde Estados Unidos. Así se intuye del estado de las negociaciones para desbloquear el cierre patronal que, de momento, ha cancelado la disputa de las dos primeras semanas de la fase regular y, salvo un acuerdo inminente, también tiene visos de continuar impidiendo la celebración de más partidos.
Los propietarios de los equipos de la NBA y el sindicato de jugadores, que mantienen intensas reuniones en Nueva York para evitar que las pérdidas se disparen, siguen acercando posturas para dejar atrás el lockout que sufre la competición estadounidense. Aunque ambas partes no lo exteriorizan abiertamente, existe la certeza de que la entente podría producirse en breve. Si esto se produce, el baskonista Kevin Seraphin -como él, alrededor de medio centenar de jugadores de toda índole- deberá hacer las maletas de manera inmediata para cumplir su contrato con los Wizards. "No hay garantías de que vayamos a conseguirlo, pero lo vamos a intentar", aseguró el comisionado David Stern en rueda de prensa al término de otra maratoniana reunión de 15 horas de duración. Más optimista se mostró Billy Hunter, director del sindicato de jugadores, de cara a encontrar una solución al conflicto que tiene parada la competición estadounidense. "Creo que estamos cerca de llegar a un acuerdo", aseguró, deseando que este fin de semana se alcance el acuerdo que permita jugar los 82 partidos de competición.
Por su parte, el presidente del sindicato, Derek Fisher, se mostró más cauto sobre una rápida solución. "Nuestra posición no ha cambiado mucho. Estamos tratando de asegurar que los jugadores tengan la oportunidad de tener un mercado para ellos, de la misma manera que estamos tratando de cumplir con la Liga y nuestros equipos para ser competitivos", subrayó el base y compañero de Gasol en los Lakers.
Ayer se esperaba que el sindicato hubiese conseguido contrapartidas en los puntos negociables del sistema y, por tanto, se pudiese aceptar el 50 por ciento que le ofrecen los dueños en el reparto de los ingresos, siete puntos por debajo de lo que recibieron con el antiguo. Una vez se alcance el pacto y tras el pertinente apretón de manos entre Stern y Hunter, los abogados de las dos partes deberán redactar el nuevo convenio colectivo y los contratos con la NBA volverán a entrar en vigor. Se estima que este trámite durará unas dos o tres semanas, un tiempo más que suficiente para que los jugadores que militan en el Viejo Continente vayan agilizando sus viajes a Estados Unidos.
Todo hace indicar que, si este fin de semana se logra el acuerdo, Seraphin debería viajar a la capital estadounidense antes del 13 de noviembre. Entonces ya podría disputar un máximo de cinco partidos, tres correspondientes a la Liga Endesa y dos de Euroliga. Un problema mayúsculo dado que Maciej Lampe no volverá, como mínimo, hasta finales de diciembre.