Vitoria. Confirmada ya la marcha de Stanko Barac rumbo a Estambul, el capítulo de traspasos en un club de naturaleza vendedora como el Baskonia sigue más abierto que nunca. Pese a haber completado una de las peores temporadas de los últimos tiempos, varios integrantes azulgranas conservan un excelente cartel en el Viejo Continente. Es el caso de Mirza Teletovic y especialmente Marcelinho Huertas, que se halla en la órbita del Barcelona como adelantó este periódico el pasado 28 de junio. La continuidad del base brasileño, al que Josean Querejeta ha trasladado desde hace muchas semanas una oferta de renovación hasta el año 2015, tiene visos de convertirse en un pequeño culebrón ante el creciente interés de un Barcelona cuyo abanico de posibilidades para reforzar la dirección de juego es cada vez más reducido.
La entidad catalana, que busca casi a la desesperada un recambio para Ricky Rubio y también ha sondeado la situación de Calathes (Panathinaikos), medita en la actualidad la estrategia a seguir para acometer el fichaje del internacional paulista. Dado que otras alternativas sondeadas durante los últimos tiempos como Omar Cook (Armani Jeans) o Milos Teodosic (Olympiacos) se han esfumado, la duda estriba en saber la magnitud exacta del desembolso económico que podría efectuar Joan Creus para disuadir al Baskonia acerca de la idoneidad de su venta.
De momento, el interés culé por Huertas no se ha traducido todavía en ninguna oferta concreta en las oficinas del Buesa Arena. Y es que el Barcelona, inmerso presuntamente en un verano de austeridad donde tiene previsto reducir su presupuesto, alberga ciertas reticencias a la hora de afrontar una operación repleta de dificultades. La principal tiene que ver con las elevadas exigencias económicas de un Baskonia que, tras abrir la puerta de salida a Barac hacia el Anadolu Efes por 1,2 millones de euros, no está dispuesto a seguir dilapidando su potencial deportivo. Sólo una oferta mareante, igual que en el caso del poste croata, le haría replantearse la posibilidad de prescindir de un jugador básico en los esquemas de Ivanovic.
El club vitoriano, consciente de que Huertas reforzaría a un rival directo y la dificultad de hallar un relevo de garantías en el mercado, tiene previsto asumir una postura de fuerza y cerrarse en banda si desde el exterior no se abona la práctica totalidad de la cláusula de rescisión fijada en el contrato del brasileño, que según todos los indicios sobrepasa el millón de euros. Mientras eso sucede, Querejeta se afana en atar los últimos cabos sueltos para oficializar una renovación que constituiría un nuevo golpe de efecto tras la contratación de Maciej Lampe. Con un año más de contrato asegurado y otro opcional que ejecutará para seguir contando con los servicios de Huertas, el máximo mandatario baskonista tampoco se ve agobiado por las urgencias. De ahí que espere noticias procedentes de la Ciudad Condal.