vitoria. Stanko Barac ya es historia en el Caja Laboral. El pívot croata pasó ayer reconocimiento médico en Estambul y, poco después del mediodía, la millonaria entidad turca anunciaba en su página web a bombo y platillo la contratación del exbaskonista para las tres próximas temporadas antes de que el Baskonia hiciera lo propio en una nota en la que, sin mencionar al Efes, se limitaba a afirmar que el jugador había llegado "a un acuerdo para rescindir su contrato". A cambio de su marcha, el club vitoriano recibirá alrededor de 1,2 millones de euros, algo menos de los 1,5 millones que estipulaba una cláusula de salida a la NBA que en el Buesa hacía tiempo que esperaban ver satisfecha por los Indiana Pacers.

Finalmente, el lock out ha enterrado el sueño de Barac de cruzar el charco este verano rumbo a la NBA para enrolarse en las filas de un Larry Bird -presidente de la franquicia- que había mostrado recientemente su deseo de captar "cuanto antes" al jugador. Al menos, Barac podrá consolarse con un buen fajo de billetes mientras posterga el salto a la mejor Liga del mundo. Su nuevo contrato, como ya sucedía con el que en noviembre renovó con el Baskonia hasta 2015, estipula también las pertinentes cláusulas de salida a la NBA.

La web del Efes Pilsen apuntaba las primeras palabras de Barac como nuevo jugador del conjunto otomano, en las que aseguraba que el antiguo poste azulgrana se mostró "muy contento" por continuar su carrera en Turquía tras su aterrizaje en el club de Estambul, al que considera "uno de los mejores y más grandes equipos para luchar por todos los objetivos". Ahora, el pívot regresará a Mostar para continuar sus vacaciones antes de incorporarse el día 15 a la selección de Croacia para preparar el Europeo de Lituania mientras el Baskonia, por segundo año consecutivo, debe buscar un pívot solvente capaz de sostener el juego interior del cuadro vitoriano tras la marcha de uno de los mejores centers de la Euroliga.

raduljica Y en ello está porque la consumación del traspaso de Barac no implica que se hayan cortado las negociaciones incorporar al aún jugador del Efes Pilsen Miroslav Raduljica para matar así dos pájaros de un tiro aún a costa de una menor inyección económica en las arcas baskonistas. El prometedor pívot serbio ya fue objeto de deseo el verano pasado y ya tiene sobre la mesa una oferta para las próximas temporadas. Lo que sí ha hecho el club vitoriano es desvincular ambas negociaciones para, en todo caso, asegurarse primero la venta de Barac y la inyección en sus arcas tanto del millón largo de euros del propio traspaso como de otro tanto de ahorro de lo que sería su ficha la próxima campaña.

En todo caso, la intención del Baskonia es completar con al menos otro jugador interior la batería de pívots que acompañen a Esteban Batista en la pintura del nuevo Caja Laboral. La búsqueda de ese tercer pilar se asume con mayor tranquilidad, sin olvidar una operación salida que todavía tiene una larga mecha que quemar.

Barac ha sido el primero de los grandes nombres en abandonar la nave a cambio de una suculenta suma de dinero y un no menos importante sueldo que el club ya no tendrá que afrontar. Puede que no sea el último. Nombres como Marcelinho Huertas o incluso el propio Batista aún pueden ser sujetos de traspasos en función de las ofertas que se vayan produciendo.