Para ganar en el Palau, no basta con tres jugadores. Este imperial Barcelona al que sólo el Panathinaikos de Zeljko Obradovic ha encontrado un resquicio de debilidad es una trituradora de rivales ante la que se necesita dar el do de pecho y contar con la mejor versión colectiva. El Baskonia se quedó a medio camino pese al ímprobo esfuerzo de un trío, a todas luces, insuficiente. Teletovic, Barac y Huertas, siempre los hombres de la vieja guardia, rayaron a un notable nivel en la Ciudad Condal, pero adolecieron de la ayuda del resto. Los triples imposibles del francotirador bosnio propiciaron el despegue del segundo cuarto, mientras que el timonel brasileño y el gigante croata intentaron a duras penas sofocar el aplastante dominio culé durante el tercer cuarto. Mientras tanto, el resto pasó de puntillas.