Vitoria. El Caja Laboral ya ha elegido a su mirlo blanco para hacer olvidar la alargada sombra de Tiago Splitter. No es un pívot, pero sí una de las grandes joyas del Viejo Continente al que en su país natal ya conocen como el nuevo Toni Kukoc por su facilidad para amoldarse a cuatro posiciones. Se trata del prometedor Nemanja Bjelica, un alero de 22 años y 2,09 metros que ha militado las dos últimas temporadas en el Estrella Roja.
El internacional plavi, concentrado estos días con su selección para afrontar el Mundial de Turquía, tiene sobre la mesa una oferta baskonista para las próximas cuatro temporadas, con una cláusula de salida hacia la NBA al final de la segunda. En declaraciones a este periódico, su agente se limitó a confirmar ayer el fuerte interés vitoriano por reclutar a un polivalente exterior con un presente esperanzador y un futuro espectacular. "Está abierto a ir a cualquier lugar cuando lo decida. Esta semana puede llegar la solución. Varios equipos tienen posibilidades", explicó Bojan Tanjevic.
Bjelica ha firmado una progresión meteórica durante el último ejercicio, donde acreditó 19 puntos y 7 rebotes en la Liga serbia. No brilló tanto a nivel individual en la Eurocup, pero los rectores azulgranas están convencidos de su inigualable potencial. Su carrera en Europa amenaza con durar muy poco tiempo, más tras ser escogido este verano en segunda ronda del draft por los Wizards, aunque sus derechos pertenecen ahora a los Timberwolves.
A falta de que pula su irregular tiro exterior y limite las pérdidas, el objeto de deseo baskonista destaca en numerosas facetas del juego. Los pormenorizados scouts estadounidenses ensalzan su capacidad anotadora, su mortal uno contra uno, su visión de juego y su manejo de balón, aunque lo que le hace marcar la diferencia es el hecho de saber conjugar el físico de un interior con la habilidad propia de un exterior.
Dado que en el Viejo Continente existen piezas con cuentagotas de su estirpe, la carrera por su contratación es frenética desde hace semanas. De hecho, en la actualidad es una incógnita quién posee los derechos de Bjelica ante la posibilidad de que haya firmado algún precontrato. Hasta su propio agente asegura que "la situación no está clara". El Estrella Roja, envuelto en graves dificultades económicas, accedió este verano a traspasarle al Benetton, quien supuestamente ya había atado al balcánico. Este extremo fue desmentido después por el propio jugador, lo que ha abierto de par en par las esperanzas de otros interesados que, eso sí, deberán pasar por caja.
La pugna se ha reducido en los últimos días a sólo dos clubes después de que el Panathinaikos, el Barcelona y el Unicaja también sondearan su situación. El desasosiego viene al comprobar quién es el principal rival del Caja Laboral, en concreto el Olympiacos. Además de competir contra un club con la chequera siempre lista para efectuar dispendios de toda clase, el factor sentimental de que el veterano Dusan Ivkovic -el actual seleccionador serbio- haya sido nombrado inquilino del banquillo heleno juego en contra de las esperanzas alavesas.
En El Pireo nadie alberga dudas de que Bjelica se dejará seducir finalmente por los euros de los adinerados hermanos Angelopoulos, aunque si hay un perfecto forjador de estrellas rumbo hacia la NBA ese no es otro que la entidad de Zurbano. En el caso de que la operación vea la luz, el principal sacrificado para abandonar la disciplina de Ivanovic sería Walter Herrmann, que pese a estampar en su día su firma por cuatro campañas -dos fijas y dos opcionales- constituye hoy en día uno de los eslabones más débiles de la cadena baskonista.