Vitoria. Un pabellón deportivo digno del siglo XXI no puede eludir la necesidad de sellar un férreo compromiso con el medio ambiente. La sostenibilidad es una exigencia ineludible en la nueva arquitectura y el futuro Buesa Arena quiere convertirse en un recinto pionero a la hora de aunar las necesidades primordiales de una estructura de semejantes características y el uso responsable de las nuevas energías.

Por eso, los encargados del proyecto definitivo para la reforma del escenario de los éxitos baskonistas se encargarán de convertirlo en un entorno puntero en el uso de energías renovables apelando no sólo a uno, sino a tres sistemas distintos para generar la energía necesaria que abastezca el pabellón de Zurbano. Hasta ahora, tan sólo restaba por conocer el nombre de la empresa adjudicataria de la ayuda técnica, encargada de completar y aportar sus propias novedades al proyecto ideado por los responsables del servicio de arquitectura de la Diputación.

Ese último paso está a punto de completarse. A la espera de que la mesa de contratación se reúna esta semana para oficializarlo, DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA ha podido saber que la firma ganadora del concurso es la guipuzcoana LKS, que ha superado a las seis empresas que pugnaban por la adjudicación gracias a una oferta que, entre otras cosas, ofrece las mayores posibilidades de ahorro energético y un planteamiento más adecuado a las necesidades de una obra de esta magnitud. LKS logró la mejor puntuación en este sentido (48 puntos) por delante de IDOM (45), el binomio Sener-Ove Arup (28), AH arquitectos (20) y la dupla formada por la vitoriana ITAU con el grupo JG (11 puntos).

La semana pasada, como ya apuntó el teniente de diputado general, Claudio Rodríguez, la apertura del último sobre -con la oferta económica- puso en marcha la recta final de un proceso que, en los próximos días, el propio representante foral se encargará de presentar en las Juntas Generales. En el aspecto monetario, LKS también obtuvo la mayor puntuación, al ofertar una baja del 20% sobre el precio de licitación -un millón de euros-, algo que sólo AH arquitectos pudo igualar. De esta forma, aunque todo apunta a que el anuncio oficial se demorará unos días, la firma LKS será la responsable de acometer unas obras cuyo comienzo está previsto para la primera mitad de 2011. Antes de eso, el proyecto deberá quedar redactado en los próximos cuatro meses.

Con más de cuarenta años en el campo de la arquitectura y la ingeniería, la firma guipuzcoana cuenta con más de 240 personas en su plantilla y una amplia experiencia a la hora de elaborar este tipo de proyectos. En este caso, han hecho de la sostenibilidad su leit motiv. Y es que, al uso de un sistema de paneles solares que cubrirán la techumbre plana del futuro pabellón, se van a unir dos nuevos sistemas con los que se pretende abastecer de energía al moderno recinto diseñado por el Ejecutivo foral. Porque LKS plantea un aprovechamiento que va más allá de la hectárea de láminas fotovoltaicas que recogerán la luz del sol.

sol, viento y calor terrestre En primer lugar, su intención es instalar turbinas eólicas en cada una de las torres que se elevarán para sustituir a la cúpula, de forma que éstas produzcan una parte de la energía que necesitará un recinto que tiene la intención de congregar en sus gradas a cerca de 15.000 aficionados, si bien el porcentaje exacto de la misma que se obtendría mediante su uso aún no ha sido determinado. En los últimos años, el uso de la energía eólica se ha trasladado a algunos recintos deportivos, como el caso del estadio argentino Islas Maldivas, en el que se levantaron dos turbinas verticales que generaron suficiente electricidad como para iluminar el recinto durante la disputa de la Copa Davis de tenis en 2009 entre Argentina y España. Recientemente, el nuevo estadio de fútbol proyectado para el Zaragoza también se ha unido a esta moda con un sistema de pequeñas aerogeneradores.

Sin embargo, el viento y la luz solar no serán los únicos elementos naturales a los que el Buesa Arena recurrirá a partir de finales de 2013, fecha aproximada para la finalización de las obras. A ellos se unirá el aprovechamiento de la energía geotérmica para equilibrar la temperatura en el interior del pabellón. Implementada ya en otros estadios y edificaciones de todo el mundo, este sistema se aprovecha del calor propio del subsuelo terrestre para buscar una temperatura adecuada en el recinto. La ejecución de distintas perforaciones y túneles bajo el mismo permite captar el calor de la Tierra y adaptarlo a las necesidades ambientales en función de la época del año.

En definitiva, y a la espera de que la Diputación alavesa desvele en los próximos días el resto de detalles del proyecto final, el Buesa Arena camina ya los últimos pasos que perfilen definitivamente su forma. Un lavado de cara exterior e interior que -primordialmente- acogerá en su seno el devenir de un equipo que el jueves afronta el primer partido de su séptima final liguera. Dentro de unos años, podrá disputar otra en un moderno escenario ante quince mil espectadores.