una vez que termine su función como cubierta del pabellón Fernando Buesa Arena, la cúpula, con una circunferencia de cien metros de diámetro exterior, diseñada por los arquitectos catalanes Joan Margarit y Carles Buxadé para culminar la plaza del ganado proyectada por Ángel Esteve en el año 1975 se convertirá en un símbolo dentro de la ciudad. El que ha sido el emblema del skyline del sur de Vitoria durante años se incluirá en algún nuevo proyecto para que la reconocida y premiada estructura siga teniendo un lugar fijo dentro de la ciudad.

La cúpula metálica, basada en la que confeccionó con sillares de piedra Brunelleschi en Santa María dei Fiori, supuso un importante reto para los arquitectos en unos tiempos en los que los medios no eran, ni mucho menos, los mismos que existen ahora. La innovación de la misma, con un montaje que despertó la curiosidad de toda la ciudad, le sirvió a sus diseñadores para, en 1977, hacerse con los Premios Nacional y Europeo de Estructura Metálica.

El funcionamiento del recinto como plaza del ganado fue mínimo y la cubierta, muy ligera, se fue deteriorando hasta quedar en un evidente mal estado. Eso sí, como había aparecido en muchas revistas especializadas internacionales y especialistas mundiales en la materia seguían interesándose por ella, nunca llegó a su derribo.

El paso del Baskonia de Mendizorroza al Pabellón Araba propició que Margarit y Buxadé diseñaran una nueva cubierta de aluminio para la cúpula. Posteriormente, con la remodelación de 1999, los arquitectos tuvieron que ampliar a cien metros el diámetro (antes, ochenta) de una cúpula que volvió a ser elevada levantando de nuevo la expectación entre los habitantes de Vitoria que se congregaron en el entorno del pabellón para presenciar el espectacular izado de la estructura.

Ahora, la cúpula que tantas batallas y alegrías ha cobijado seguirá ligada a la ciudad a través de un nuevo proyecto que servirá para que la estructura metálica revolucionaria en 1975 se eternice como otro emblema más de Vitoria.