De menos a más. Así se resume esta primera mitad de la temporada por parte del Araski. La escuadra vitoriana ha alcanzado el ecuador de la competición en un dulce momento. Tras ganar con holgura al IDK Euskotren en la última jornada, en el que fue el mejor partido de la temporada, las discípulas de Madelén Urieta han conseguido encadenar dos victorias consecutivas por primera vez desde el arranque de la temporada.
Además, tanto la victoria como las sensaciones positivas vinieron acompañadas de unos resultados inmejorables de sus rivales directos. Todos ellos perdieron y el Araski ha podido alejarse mínimamente de los puestos de descenso. Ahora mismo, las de Made ocupan la undécima posición con cinco victorias, mientras que hay cuatro equipos empatados a cuatro victorias (Celta, Cadí La Seu, Ensino e IDK) y ya como colista se encuentra el Ardoi con tres.
Las vitorianas nunca han permanecido en puestos de descenso, aunque sí han estado empatados a triunfos con los equipos ubicados en la penúltima y última posición. La igualdad que muestra la Liga Femenina obliga a seguir muy de cerca los duelos directos y el 'average' puede ser clave a final de curso. Algunas derrotas a domicilio ante el Cadí La Seu por 11 puntos o el Celta por 8 obligarán, eso sí, a ganarles en Mendizorroza y de paso enjugar esta desventaja.
En cuanto al juego, la progresión del equipo vitoriano ha sido notable. El Araski ha pecado de cierta irregularidad y muestra de ello es que tan solo al final ha logrado encadenar dos victorias consecutivas (Ardoi e IDK). A pesar de alguna derrota dolorosa, también se han registrado grandes momentos como en la segunda jornada de la competición cuando las de Made derrotaron de forma clara al Zaragoza por 83 a 75.
Una de las claves del buen hacer araskizale ha sido la continuidad del bloque, ya que la gran mayoría de jugadoras del curso pasado siguen en Vitoria. Además, algunas han dado un paso al frente este curso como Brittany Brewer y Sami Hill. Ambos conforman ya el núcleo duro a las órdenes de la ayalesa. Cuando la pívot causa baja o se carga de faltas, el equipo nota su ausencia.
Los dos fichajes procedentes de Bélgica han causado furor desde el primer día. La potencia física de Bethy Mununga se ha dejado sentir desde el inicio y prueba de ello es que la ala-pívot es la segunda máxima reboteadora del campeonato con 9,42 rebotes por partido.
Su compatriota Lisowa-Mbaka ya se ha convertido por derecho propio en una de las jugadoras favoritas de la “Marea Verde”. La exterior ha demostrado tanto por su calidad como por su carácter –siempre omnipresente en la pista tanto en ataque como en defensa– que es una gran incorporación para las filas vitorianas.
El mazazo de Aliaga
Más allá de los fichajes, la gran apuesta del Araski en verano radicó en mantener a Hill y Hermida como bases. Ambas han paseado su calidad, velocidad e intensidad. Quizá, el equipo carece de un cerebro claro a la hora de organizar y sufre más en estático, pero cuando el Araski es capaz de darle velocidad al encuentro tanto Hill como Hermida son especialistas en ese terreno. Ambas son las máximas anotadoras con 12,4 y 11,2 puntos, respectivamente.
La veteranía de las dos capitanas, Van den Adel y Aliaga, ha dado templanza y madurez a un equipo joven. En mayor o menor medida siempre suman, aunque la pérdida de la alero alicantina supone un duro golpe en la línea de flotación del Araski.
Los dos fichajes procedentes de Bélgica han causado furor desde el primer día; la potencia física de Bethy Mununga se ha dejado sentir desde el inicio y Lisowa-Mbaka ya es una de las jugadoras favoritas de la "Marea Verde"
Tras la funesta noticia de su rotura de ligamentos de la rodilla izquierda, la alero se perderá lo que resta de temporada en un plantel que ya de por sí no anda sobrado de efectivos. Acudir al mercado para que el equipo no note en exceso la ausencia de una de sus capitanas emerge ahora como una obligación.
La victoria de esta última jornada provoca que las aguas bajen más tranquilas, pero la igualdad en la Liga Femenina es evidente con hasta seis equipos que podrían perder la categoría. La segunda vuelta promete ser más dura para que el Araski logre el objetivo y, por eso, tocará seguir dando pasos hacia adelante para seguir en la élite del baloncesto femenino.