El pasado mes de mayo cumplió 23 años y “pese a su juventud, es una jugadora con mucha experiencia en Euroliga”, tal y como avanzó Made Urieta sobre Maxuella Lisawa-Mbaka, durante la presentación de la nueva jugadora del Araski para la próxima temporada. 

La alero belga es una auténtica trotamundos del baloncesto y a su edad ya ha conocido la friolera de cinco campeonatos –Bélgica, Suiza, Israel, Italia y Francia–, por lo que en el conjunto gasteiztarra confían en una rápida aclimatación a la competición española. “La adaptación va a ser fácil”, precisó al respecto Made Urieta.

La entrenadora de Amurrio ya conocía a su nueva jugadora tras haberla hecho varios 'scouting' con España cuando le tocó enfrentarse a Bélgica y considera que 'Maxu', a la que calificó como una “jugadora muy divertida”, “va a sorprender”.

De momento ya está “aportando energía desde el día uno”, tal y como desveló la entrenadora del cuadro gasteiztarra y haciendo todo lo posible por encajar con sus nuevas compañeras. “Estoy empezando a adaptarme y a conocer al equipo y a la entrenadora”, comentó de inicio la alero belga.

Hasta ahora, la campeona de Europa con Bélgica se muestra encantada con su entrenadora. “Me gusta mucho la libertad que da”, apuntó de inicio, 'Maxu', quien considera que Urieta es una entrenadora que “se adapta a sus cualidades”. “Me gusta como habla y como explica Made. Es una entrenadora con mucha energía, muy centrada en el juego, que explica bien los pequeños detalles y te ayuda a corregir errores”, añadió al respecto.

ENCONTRANDO SU HUECO

De momento, tras lo visto en los primeros entrenamientos, tanto Urieta como la jugadora coinciden en que puede haber entendimiento. “Vamos a tratar de seguir creciendo juntas y ahora hay que conseguir que se adapte al estilo del club”.

La alero belga trabaja para ello. “Estoy empezando a encontrar poco a poco, mi hueco en el equipo”. Maxuella Lisawa-Mbaka es una jugadora física a la que le gusta la intensidad que ve en Made en estos primeros entrenamientos. “Nos está pidiendo ser agresivos en defensa”. Ese es sin lugar a dudas de uno de los refuerzos del Araski para el curso 2024-25. 

Sin embargo, Lisawa-Mbaka cree que puede aportar muchas más cosas al conjunto vitoriano. “Estoy preparada para todo”, afirmó con aplomo. Una jugadora completa, útil en los dos lados de la cancha. “Cuando Made me ponga en la pista, quiero demostrar a la gente que puedo ser algo más que una buena defensora y que puedo ser también una buena jugadora en ataque”.

Sin miedo a asumir la responsabilidad. Si se tiene que jugar el último tiro lo hará. Eso sí, tampoco por ello se considera una líder. “Puedo tener dotes de liderazgo y si veo que alguna compañera está mal y tengo que ayudarla, daré un paso al frente. Pero otros días, si estoy mal será una compañera la que me tenga que ayudar a mí”, comentó al respecto.

LIDERAZGO COMPARTIDO

La fuerza del grupo. Así lo ve Maxu. “No creo que haya una líder clara en el equipo, pero intentaré dar ejemplo con mi trabajo duro”. Una jugadora humilde, que asume que no es “perfecta”, pero que a base de sacrificio y esfuerzo confía en ser ese referente que tire del carro cuando sea necesario. “Con mi trabajo, sí que puedo aportar como líder”, indicó.

Maxuella Lisowa-Mbaka, jugadora del KutxabankAraski, bromea durante su presentación en Autolasa Hyundai / Jorge Muñoz Jorge Muñoz

Eso sí, de momento reconoció que está sufriendo un poco en este inicio de pretemporada. “Nos está haciendo correr mucho”, señaló mientras lanzaba una mirada cómplice a Made Urieta. Un trabajo físico que agradeció la jugadora belga. “Es bueno para mí, ya que soy un poco vaga y necesito trabajar más”, bromeó a continuación.

"Creo que tengo buenas cualidades para poner a mis compañeras en buenas situaciones de tiro o para buscarme yo los míos"

Maxuella Lisowa Mbaka - Jugadora del Araski

Asume que es necesario para llegar en plenitud de condiciones a un inicio de campeonato que espera con mucha ilusión. “Tengo ganas de empezar a competir”, recalcó 'Maxu', aunque sabe que aún debe de esperar unas semanas, tiempo en el que el Araski deberá seguir engrasando la maquinaria. “Nos queda trabajo por delante para estar preparadas”.

Ella viene dispuesta a darlo todo para llegar lista al estreno de liga. Una jugadora, que el pasado ejercicio en el Villeneuve d’Asq promedió 4,7 puntos, 1,9 rebotes y 1,6 asistencias en Euroliga, números que confía en mejorar esta temporada con el Araski. “Espero hacerlo mejor”, afirmó la belga, quien se considera una jugadora de equipo. “Creo que tengo buenas cualidades para poner a mis compañeras en buenas situaciones de tiro o para buscarme yo los míos. Trabajaré para ofrecer mi mejor versión y tener impacto en el equipo”, concluyó.