Un fatídico último cuarto condena al Araski

Sin embargo, un último parcial calamitoso (21-8) las condenó a una inesperada derrota frente a un Movistar Estudiantes que, llegaba de sufrir tres derrotas consecutivas.

Ni siquiera la actuación de la excolegial Brewer (9 puntos) pudo evitar una caída que quiebra el atisbo de remontada experimentado por las de Madelen Urieta frente al Lointek Gernika Bizkaia en el derbi vasco, donde se impusieron tras un extraordinario encuentro que no tuvo continuidad en Madrid.

El encuentro fue muy parejo en más de sus tres cuartas partes. Comenzó dominando el conjunto estudiantil, que gozó de una máxima renta de 12-7 en los primeros compases.

Las de Urieta pudieron por delante al terminar el primer cuarto (15-17), con sendos triples de Hill y Gretter, en una respuesta firme y decidida que atisbaba un desarrollo de partido favorable para las vitorianas.

Whittle se echó a las madrileñas a sus espaldas en el segundo cuarto, haciendo en algunos casos la guerra por su cuenta, pero marcando diferencias en momentos puntuales.

No obstante, las vitorianas han resistido el envite para, poco a poco, ir recuperando el fuellle y acabar imponiéndose en el segundo acto por 30-33.

Las de Madelen se han mostrado cohesionadas, jugando en equipo, con intensidad y anticipación para tener equilibrio en ataque y en defensa y mostrarse competitivas todo momento.

Gretter, determinante

La diferencia en el tercer cuarto creció hasta los nueve puntos (35-44) y tras una canasta de Gretter, una de las mejores de su equipo, las madrileñas reaccionaron para dejar un ajustado 43-48 al final del tercer cuarto que dejaba las espadas en alto.

Los méritos del Araski no quedaban del todo reflejados y el marcador no permitía ninguna confianza de cara a los últimos diez y decisivos minutos.

Nada hacia prever que el último cuarto sería nefasto. Whittle se erigió en la heroína del partido, y lideró a las suyas a base de triples y buen manejo del partido.

Al Araski le salió todo mal, se agotaron las fuerzas, faltaron ideas y el equipo perdió convicción y determinación ante un rival que revirtió su situación para gobernar con autoridad ante la tibia respuesta de las vitorianas.

A falta de cinco minutos, todo seguía igualado, pero el apagón visitante acabaría con un contundente 65-56, siendo esta la máxima diferencia en contra de todo el partido.