El Kutxabank Araski encajó este sábado su segunda derrota consecutiva y lo hizo en su casa, ante uno de sus rivales directos en la zona media, un Movistar Estudiantes que se sitúa ahora a solo un triunfo de las gasteiztarras.

Las de Madelen Urieta, que salieron mejor que su rival y defendieron bien durante todo el encuentro, tuvieron muchísimos problemas para encarar el aro contrario a partir del segundo cuarto, lo que las condenó ante un Estudiantes mas acertado.

Locales y visitantes llegaban al partido tras haber cosechado una derrota en su último encuentro y con ganas de resarcirse. Para ello, unas y otras apostaron por hacerse fuertes en defensa desde el pitido inicial. Costaba llegar al aro contrario y durante los primeros tres minutos el marcador apenas se movía (5-4).

La dinámica del partido no cambiaba. Las defensas se imponían claramente a los ataques y pese a los intentos de unas y otras, mediado el cuarto las canastas seguían llegando con cuenta gotas (9-9).

La igualdad era máxima. Las madrileñas se mostraban más acertadas a la hora de seleccionar sus lanzamientos y más acertadas, pero el Kutxabank Araski se mostraba superior en el rebote ofensivo, lo que le permitió disponer de más segundas opciones para mantenerse vivo y, con un triple final de Holopainen, llegar al minuto 10 con una ligera ventaja en el luminoso (18-15).

Sin embargo, en el segundo cuarto las cosas se complicaron para las de Madelen Urieta. Las defensas seguían imponiéndose con claridad y las locales sufrieron muchos problemas para encarar el aro contrario. No es que Movistar Estudiantes tuviese mas fluidez en ataque, pero las madrileñas mejoraron mucho su capacidad reboteadora y eso les permitió aprovechar las segundas opciones.

Pese a todo, a falta de cuatro minutos para el descanso y tras un paupérrimo parcial de 3-6, el marcador se mantenía igualado (21-21). Dos tiros libres y un triple de Massey rompían la igualdad y colocaban a las visitantes con cinco puntos de ventaja (23-28, minuto 18).

El Araski no bajaba los brazos y buscaba soluciones desde el exterior para conseguir, con dos triples convertidos, dejar el marcador muy apretado al final del cuarto (31-32).

El conjunto alavés parecía haber hecho lo más difícil, pero lo cierto es que tras el descanso las de Madelen Urieta volvieron a sufrir ante la presión de las visitantes y su acierto en el tiro exterior. La zona local funcionaba, pero el Estudiantes castigaba a su rival con lanzamientos lejanos que le permitían volver a abrir una pequeña brecha (34-39, minuto 23).

No conseguían reaccionar las gasteiztarras y Urieta tenía que pedir tiempo muerto (35-42, minuto 24). A la vuelta, las suyas consiguieron mejorar en defensa y recortar distancias a base e tiros libres (39-42), pero un arreón de las visitantes volvía a complicar las cosas a falta de 1´19 para el final del cuarto (44-53).

El marcador ya no se movió más, pero Araski debía buscar soluciones con urgencia. Lo hizo otra vez apretando con una defensa mixta que le funcionó en el inicio del cuarto. Durante durante casi cuatro minutos las madrileñas no vieron aro, aunque las locales apenas consiguieron reducir diferencias (49-56).

El Estudiantes se rehacía, movía ficha y conseguía dos nuevas canastas que, mediado el cuarto, le daban una renta de 12 puntos (49-61). Tal y como estaban las cosas, la diferencia se antojaba ya insalvable para las locales, y aunque lo intentaron todo, lo cierto es que el Kutxabank Araski no puso ya nunca en peligro el triunfo visitante.