VITORIA. Una belleza enmascarada. Es lo que se esconde tras la Basílica de Armentia. Cada año, miles de alaveses rodean el templo románico pero, entre sus muros se esconde un edificio más primitivo y de una calidad arquitectónica estraordinaria. Lo decía Agustín Azkarate, director de las excavaciones que se desarrollaron en Armentia en la ya lejana fecha de 2003.

Ubicada sobre la vía romana que unía Astorga y Burdeos, la Basílica fue sede episcopal de los territorios que actualmente quedan englobados en Euskadi. A pesar de las numerosas referencias bibliográficas que existen sobre Armentia de la época romana, los expertos desconocen las razones que llevaron a ese punto a alcanzar la relevancia que tuvo en su tiempo.

Sin embargo, las primeras noticias que han llegado de la Edad Media reflejan ya la importancia de ese punto. Fue cuna legendaria del patrón, San Prudencio y además, sede espiscopal hasta 1087. Pero entonces desapareció como tal, se conviertió en colegiata y mantuvo su cabildo hasta 1498, año en el que se trasladó este a la Parroquia de Santa María de Vitoria. Esta es precisamente la que siglos después se reconvertiría en catedral, la vieja catedral que conocemos en la Vitoria del siglo XXI.

INTERVENCIÓN INTEGRAL Aquellos trabajos dirigidos por Agustín Azkarate arrancaron en 2003 con el objetivo de realizar una propuesta para realizar una intervención integral en la Basílica. Entonces, tan solo se pretendía conocer la iglesia, sus antecedentes como asentamiento de la primera catedral vasca, las razones históricas por las que este lugar mereció tan importante distinción y la morfología del actual templo. Pero los primeros resultados de las investigaciones cambiaron el devenir de los acontecimientos. El dato más llamativo de los primeros meses de trabajo fue la aparición de un gran foso circular que delimitaba el espacio de una sacraria. Armentia se convertía así en el primer testimonio de ese importante fenómeno fuera de los territorios catalanes.

Los lugares excavados ofrecieron testimonios de un gran foso que, en lo que conserva de su sección, posee unas dimensiones de 3,45 metros de ancho y 1,5 metros de profundidad. La sacraria es una realidad que aparece documentada por primera vez a mediados del siglo X. Se trata de un espacio que rodeaba al templo y que se consideraba jurídicamente sagrado e inviolable.

En Francia, se ha estudiado profundamente pero en la Península Ibérica tan solo han aparecido estas evidencias en Cataluña. Precisamente por ello, los arqueólogos consideran "sorprendente" que en Armentia exista un gran foso que rodeaba la sacraria y que ha permitido conservarlo casi en su totalidad.

Aunque los métodos arqueológicos estratigráficos no han permitido precisar el momento de su construcción, el equipo de arqueología intuye que fue amortizado en la segunda mitad del siglo XII, coincidiendo con la construcción de la Basílica que, aunque desfigurada, ha llegado hasta nuestros días. Quizá hablar de desfiguraciones resulta chocante, pero los trabajos han puesto sobre la mesa que bajo los grandes muros de la Basílica de Armentia se esconde otra arquitectura de valor excepcional.

Y es que, en sus orígenes, la iglesia tenía "unas dimensiones y un porte de rango notablemente superior a las que ofrece el edificio actual". Pero buena parte de aquella primitiva arquitectura se conserva in situ. La culpable de que no sea visible, es una intervención que se llevó a cabo en el siglo XVIII con intención de que fuera restaurada. Pero no hay que perder el ánimo. En opinión de los arqueólogos que estudiaron el formato de la vieja Basílica, su recuperación es "viable". No obstante, cabe recordar que sobre los muros del templo se han realizado diferentes fases constructivas que no permitirán recuperarlo en su totalidad.

ÁNGEL DE LA PAZ Y tan importante como la Basílica es el propio santo que da nombre a estas fiestas. Conocido como el ángel de la paz, el nacimiento y la muerte de San Prudencioestán envueltos en misterio. Cuentan que a pocos kilómetros de Vitoria, en Armentia, nació. Nadie puede determinar la fecha exacta de tal circunstancia pero los historiadores fijan el señalado día a mediados del siglo XVI. Se dice que desde niño sus padres le educaron cristianamente. Sus lecturas y las narraciones que escuchaba estaban relacionadas con la vida de las personas que optaban por retirarse y alejarse del "mundanal ruido" para llevar una vida de soledad, oración y santidad.

Muy pronto, debió sentir atracción por este tipo de vida y abandonando su casa y su pueblo se puso en camino sin saber dónde finalizarían sus pasos. A orillas del Duero, cerca de Soria, descubrió una cueva donde vivía San Saturio, un ermitaño que pasó a la historia por su santidad. En su compañía permaneció varios años dedicado a una vida de oración, de meditación y de sacrificios. Después emprendería una vida de apostolado. Muerto San Saturio, abandonó la cueva y se dirigió a Calahorra, donde sus predicaciones y vida ejemplar consiguieron llevar a sus habitantes al buen camino y a la práctica de la religión. Pero, abrumado por las alabanzas que recibía y herido en su humildad, abandonó la ciudad y se dirigió a Tarazona, donde años más tarde sería elegido obispo.

Dicen que mientras ostentó este cargo, decidió su vida a visitar enfermos, predicar y hacer el bien allá por donde pasaba. Muy cerca de allí, en Osma habían surgido ciertos problemas entre el clero y el obispo. La paz en la ciudad brillaba por su ausencia y para solucionar esos problemas fue llamado. Hasta allí llegó sin que fuera anunciada su visita y tan pronto como pisó el suelo de la ciudad, las campanas comenzaron a sonar solas. Conocida la causa de este prodigio, los ánimos de sus habitantes se calmaron y los problemas se solucionaron. Estando allí cayó enfermo y predijo su muerte. Tal como había asegurado, se produjo el 28 de abril del año 643. Fue enterrado en el Monte de Laturce y desde entonces, el santoral dedica cada 28 de abril a celebrar la onomástica de nuestro San Prudencio. El nombre deriva del latín y expresa la idea de prudencia y serenidad.

Este artículo fue publicado el 25 de abril de 2008.