Enfado, indignación, tomadura de pelo. Así se sienten los peatones de Vitoria al ver cómo ha decidido "solucionar" el Ayuntamiento el exceso de velocidad de los coches que atraviesan el Paseo de los Humedales de Salburua, donde el pasado 25 de enero murió atropellada Mari, una mujer de 84 años que cruzaba el paso de cebra.

El Ayuntamiento de la capital alavesa ha reducido de tres a dos carriles esta larga vía a su llegada al paso de peatones central, una actuación que ha sido señalizada en el suelo con pintura blanca y unos bolardos en un lateral.

Una medida del todo insuficiente, tal y como han comprobado los viandantes que utilizan a diario esta larga calle para pasear desde el barrio de Salburua hasta el Buesa Arena y el Ataria y volver. Incluso DNA ha sido testigo de cómo sigue habiendo conductores que al ver a un peatón o a un corredor que va a cruzar alguno de los tres pasos de cebra existentes en esta vía, aceleran en vez de reducir la velocidad y frenar.

"Con un bote de pintura no se arregla nada, es como el que tiene tos y se rasca la barriga". Así de contundente se han mostrado desde Camina Gasteiz, que han mostrado su enfado e indignación ante la medida adoptada por el Ayuntamiento.

En esta vía que tiene tres carriles de ida y tres de vuelta hay coches que suelen alcanzar velocidades altas, superando el límite de velocidad de 50 kilómetros/hora, y muy a menudo tienen que realizar frenadas bruscas al llegar a alguno de los tres pasos de cebra que hay en esta carretera. Esta larga vía, el Paseo de los Humedales, conecta Bulevar de Salburua y Portal de Zurbano. A un lado se encuentran los campos de fútbol de Betoño, y al otro las propias balsas del humedal.

Andrés Ruiz de Gauna, de Camina Gasteiz (asociación vitoriana que defienda la seguridad de los peatones en la capital alavesa), exige ante todo educación vial y una mayor presencia policial en la calle para regular el tráfico y controlar las velocidades.

Sin descartar incluso la instalación de indicadores luminosos que señalen a qué velocidad va cada coche que atraviesa esta vía.Y si fuera necesario, un detector de velocidad con sanciones, en el caso de no cambiar los hábitos de los conductores.

Medida contraproducente

"La señales que han sido pintadas en el suelo al llegar al paso de peatones del Paseo de los Humedales pueden llegar a ser contraproducentes para aquellos conductores que no conocen la vía. Porque cuando lleguen al paso de cebra intentarán rapidamente pasar al carril de la izquierda al reducirse de tres a dos carriles la carretera, con lo que se pueden producir caos y accidentes", señalan desde Camina Gasteiz.

"Lo que está claro es que la Policía Local tiene que estar en la calle continuamente, los agentes tienen que ser visibles, vigilar la circulación y hacer cumplir las normas. Que no haya coches que superen los 50 kms/hora en la ciudad, y en las vías de único sentido y un carril que no se superen los 30 kms/hora. Sin olvidar que los servicios de emergencia (Policía, ambulancias) también tienen que dar ejemplo y no superar en ningún caso el límite de velocidad de 50 kilómetros/hora, porque no hay ningua situación que justifique superar esa velocidad", apunta Andrés Ruiz de Gauna.

Desde esta asociación recuerdan que la mayor parte de los atropellos ocurren en los pasos de cebra. "Los peatones pensamos que el paso de cebra nos protege, pero la realidad es bien distinta".

Tampoco ven una solución factible la instalación de semaforos en el paso de cebra del atropello mortal. "¿Y si ocurre otro accidente o atropello mortal, qué vamos a hacer, llenar de semáforos la ciudad cada vez que haya un accidente? Esa no es la solución".

Desde Camina Gasteiz lo tienen claro: educación vial, con un plan a largo plazo que incluya colegios y autoescuelas para empezar a cambiar desde ya los malos hábitos adquiridos en circulación) y una mayor y continua presencia policial.

En opinión de esta asociación, "Vitoria es una ciudad incómoda para peatones, ciclistas y coches, además de que no se toman las medidas adecuadas para evitar los accidentes".