En Rioja Alavesa hay inscritas en la D.O.Ca Rioja unas 13.500 hectáreas de viñedo. De ellas más del 90% producen variedades de uva tinta. La mayoría de la superficie está en producción con un potencial productivo de más de 80 millones de kilogramos de uva tinta y más de nueve millones de uva blanca.

En total unos 90 millones de kilos de uva calculados en base a los rendimientos máximos admitidos por el Consejo Regulador. En una explotación media de Rioja Alavesa (13 hectáreas aproximadamente) un viticultor y su familia dedican 1,55 UTA (Unidades de Trabajo Agrario) a distintas labores de cultivo, administración y gestión, y además contrata el equivalente a 0,64 UTA a personal externo a la explotación (aproximadamente el 70% de las labores manuales, vendimia y operaciones en verde principalmente).

Según datos de Denominación de Origen Calificada Rioja, la aportación de Rioja Alavesa al vino de la DOC es de aproximadamente un cuarto de la producción total del Rioja. Por grupo de actividad, en Rioja Alavesa más del 75% de la producción de vino se elabora por criadores y el 25% de la producción total repartido entre cooperativas y cosecheros.

Con estas y otras consideraciones, la Casa del Vino de Laguardia, el Servicio de Viticultura y Enología de la Diputación Foral de Álava ha elaborado un estudio sobre los costes de producción de uva para vinificación en Rioja Alavesa, correspondiente a las circunstancias de la última campaña, 2020-2021. Y lo ha hecho señalando que se han centrado en los datos reales y no en consideraciones más científicas para tratar de ser realistas y poder ayudar a productores y elaboradores.

En la elaboración de este trabajo se han podido extraer un conjunto de conclusiones partiendo del condicionante de que el coste por kilogramo de uva para vinificación en Rioja Alavesa es muy variable y depende fundamentalmente del régimen de propiedad del viñedo de la explotación, del sistema de cultivo, del rendimiento y de la orientación de la producción.

En cualquier caso, para el periodo del estudio, en Rioja Alavesa el coste de producción del kilo de uva en viñedo en propiedad con las condiciones de cultivo más habituales, para los rendimientos habituales que marca el Consejo Regulador de la DOCa Rioja en las normas de vendimia, es decir, 6.500 kg/ha. para uva tinta y 9.000 kg/ha para uva blanca, se sitúa alrededor de 0,7 euros/kg. En el caso de viñedo en renta, el coste de producción del kilo de uva (donde el 30% del precio pagado por la uva es para el propietario del viñedo) se sitúa en un entorno de 0,85 euros/kg. de uva producida.

Como media, en la explotación vitícola de Rioja Alavesa estándar definida para este estudio, con un prototipo o modelo que es habitual, de 13 hectáreas, con el 80% de la tierra en propiedad, la mitad en vaso y la mitad en espaldera, el 90% de la superficie de uva tinta y el 10% de blanca, el coste se sitúa en un entorno de 0,73 euros/kg de uva producida, con una horquilla de entre 0,7 y 0,8 euros/kg. encontrándose la mayoría entre 0,70 y 0,75 euros/kg.

En esta explotación considerada como estándar de Rioja Alavesa (80% de viñedo en propiedad), el conjunto de operaciones requeridas para el cultivo de una hectárea y realizadas directamente por el propio viticultor se establece en 84,22 horas valoradas con un importe de 1.094,86 euros/ha, a lo que hay que añadir los gastos de gestión de 114 euros que también son normalmente realizados por él.

Esto permite visibilizar una valoración del trabajo propio del agricultor en su propia explotación en 15.715,18 euros/año. A esto habría que añadir la parte de beneficio empresarial cuando el precio percibido por la uva supera el coste de producción.

El estudio matiza que el incremento de superficie de la explotación tomando viñedos a renta sólo se justifica económicamente cuando la mayoría de las tareas propias del cultivo las realiza el viticultor con medios propios.

Para mantener la competitividad de las explotaciones el viticultor puede optar por la explotación de sus viñas tratando de alcanzar el máximo rendimiento minimizando gastos, u optar por limitar los rendimientos con un objetivo de máxima calidad, ambas opciones económicamente viables siempre que el precio de la uva se compense proporcionalmente a los costes, teniendo en cuenta la elevada fluctuación de esos precios según las campañas.

El análisis concluye que 25 hectáreas es la superficie máxima que un viticultor puede manejar con recursos propios sin necesidad de contratación externa, a excepción de labores de vendimia, operaciones en verde y puntualmente poda.

En cuanto al factor humano, la elevada vocación vitícola de Rioja Alavesa y la profesionalización y arraigo social de su vitivinicultura permite obtener un producto de calidad excepcional en la mayoría de sus tierras, por lo que la excelencia debe ser el objetivo preferente para alcanzar la sostenibilidad.