- Hay actitudes, gestos o expresiones que pese a ser utilizadas de forma cotidiana hacen sentir de menos a la mujer y dada su casi invisibilidad, van produciendo un daño sordo y sostenido que se agrava en el tiempo. En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres celebrado ayer, la psicóloga y experta en violencia machista Ianire Estébanez ofrece herramientas para saber identificar las actitudes que perpetúan la desigualdad de género en las relaciones y cómo poder prevenirlas.

¿Cómo sabe identificar los comportamientos machistas?

-Una de las claves es tener mucha información, enterarnos, ser conscientes de que nosotros o nosotras también podemos estar reproduciéndolos, que no es solamente recibirlos sino hacerlos y estar atentas a esas cosas que nos rechinan, que nos chirrían y que a veces dicen mucho más de lo que parecían. Al tener claro el concepto de micromachismo a mí me da la seguridad de decir: Esto que ha pasado no es algo que me ha resultado extraño, es que es una forma de violencia.

¿Cuáles son los efectos más comunes que causan los micromachismos sobre la mujer cuando está en una relación de pareja?

-Uno de los efectos más importantes del machismo en general es la culpabilización de la mujer de aquello que ha hecho o no. De alguna manera es como si la responsabilidad de todo lo que ocurre en una relación de pareja es de la mujer, si algo va mal, si ha hecho algo antes de tiempo o si hay algún tipo de problema. Los hombres siempre van a pensar que la culpa la tienen ellas y las mujeres también lo van a pensar, con lo cual, muchas veces se va a invisibilizar en ese juego ese pensamiento machista. Porque las mujeres también lo somos y hemos formado parte de esta idea de que somos inferiores, de que tenemos que cuidar, de pensar en que el otro esté bien y de olvidarnos de nosotras mismas.

¿Qué se considera una relación tóxica?

-Yo soy muy crítica con el concepto de relación tóxica. Creo que se está utilizando para no decir que es violencia. Al utilizar frases como ay, tía, creo que estoy en una relación súper tóxica, lo que hacemos es normalizar y quitarle importancia, porque cuando decimos esto es violencia, genera impacto y pensamos que no queremos vivir eso. Pensar que estamos en una relación tóxica genera la idea de que estás enganchada en lugar de poner el foco en quién te está haciendo eso.

¿Cuales son las famosas 'red flags' o banderas rojas en una relación?

-Uno de los elementos más importantes es el aislarse en una relación. Cuando yo termino aislada y esa persona está en todos mis espacios, viene a todas mis actividades y estamos siempre juntos, voy perdiendo mis propios gustos, aficiones y amistades. Esto es una bandera roja clarísima, porque es como si centraras toda tu vida en una relación. Puede que la relación sea buena pero también se puede perder mucho de lo que necesitamos como una familia afectiva, las amistades y cosas con las que somos nosotras mismas. Las mujeres necesitamos nuestro propio espacio y una de las señales es cuando te das cuenta que todo a tu alrededor es la relación, cuando te preocupas más de la otra persona que como te sientes tú. Otra red flag es cuando tienes miedo a sus reacciones. Podemos sentir muchas emociones en una relación, nos podemos enfadar, tener conflictos o discusiones y podemos hablarlo. Pero sentir miedo hacia mi pareja es algo peligroso, que llama la atención. Luego también diría que otra señal es el control de todo lo que hago y no hablo solamente de saber dónde estás o cuáles son tus contraseñas, sino que termina decidiendo los planes que hacéis juntos y a qué hora, a dónde vais o que planes hacer. Termina tomando el mando de la relación.

¿Que opina de esta ola de romanticismo que presenta la posesión y los celos como prueba de amor?

-Los celos se nos han vendido como una muestra de amor y esto es más una muestra de inseguridad y baja autoestima. Es normal sentirlos, lo que no es normal es comportarse de forma celosa o exigirle a nuestra pareja nada. Ser uno mismo en una relación es un derecho tanto para ellos como para ellas, las relaciones no deben generar daño, son para crecer ambos, para ser libre y para querernos bien (no mucho).

¿Qué mensaje daría a la sociedad vitoriana?

-Tenemos que terminar con todas las violencias, especialmente contra la mujer, debemos poner el buen trato y el amor de verdad en el centro de nuestras vidas. Es hora de que dejemos de reproducir estas cosas que son demasiado antiguas y de que no importe si somos hombres y mujeres, que nos respetemos y nos relacionemos desde la igualdad.