Las enfermeras alavesas se forman para comprender y afrontar mejor el sufrimiento de los pacientes con enfermedades graves. Tal y como relata Nerea Ollora, psicóloga del gabinete Inari que impartirá esta formación, "las profesionales de Enfermería están en continuo contacto con personas que se enfrentan a este tipo de patologías. Conocer las distintas emociones y reacciones que pueden experimentar y cómo actuar frente a ellas es una herramienta clave para mejorar la atención".

Esta iniciativa formativa, que ha sido impulsada y organizada por el Colegio Oficial de Enfermería de Álava (COEA), se impartirá en dos talleres independientes y capacitará a una treintena de profesionales. El primero de los ciclos formativos se celebrará mañana, 11 de noviembre, y el segundo tendrá lugar el próximo jueves 18.

"Desde el COEA apostamos de forma decidida por la formación continua, que consideramos imprescindible para los profesionales del ámbito de la salud. Las enfermeras trabajamos con pacientes que, con frecuencia, se encuentran en situaciones muy delicadas de salud. Ante esta situación, todo conocimiento, procedimiento o técnica que podamos incorporar y contribuya a mejorar su situación siempre será bien recibida", explica Hosanna Parra, presidenta del COEA.

Conocer el sufrimiento del paciente

El objetivo de estos talleres es que las enfermeras alavesas puedan conocer más de cerca el sufrimiento que genera una enfermedad grave. Tal y como señala Ollora, "los pacientes, desde las primeras sospechas, se enfrentan a un cúmulo de sensaciones y emociones muy difíciles de gestionar. Sin lugar a dudas, contar con profesionales que empaticen con su dolor y sepan cómo apoyarles contribuirá a que manejen, asimilen y afronten mejor su situación".

Las profesionales de Enfermería tienen un papel muy relevante en el proceso asistencial. Trabajan en contacto frecuente con los pacientes y, gracias a ello, pueden ser de gran ayuda. "Es muy importante que las enfermeras sepan cómo acompañar a los pacientes a lo largo de su enfermedad. Mostrar que se está ahí para lo que necesiten, dedicarles una sonrisa, charlar con ellos mientras son atendidos, etc., son acciones que pueden servir de gran ayuda", explica Ollora.

Límites

Respecto a la distancia entre profesionales y pacientes, la psicóloga afirma que "resulta complicado marcar un límite que permita al sanitario empatizar y, a su vez, no le afecte a nivel emocional. Lo ideal sería encontrar un equilibrio que les permita mostrarse cercanos, mientras mantienen un buen estado psicológico y emocional".

En otras ocasiones, las enfermeras y enfermeros deben comunicar malas noticias. "Trasladar este tipo de mensajes es una tarea muy complicada para la que se precisa preparación. Es muy importante que los profesionales conozcan de forma precisa la información que van a comunicar y dediquen el tiempo que sea necesario a explicar la situación o aclarar cualquier tipo de duda", explica Ollora.

El caso de las familias

Además, ante una patología grave, también se debe tener en cuenta a las familias. Los más allegados también se enfrentan a situaciones muy difíciles de gestionar. En estos casos, y desde el punto de vista del trabajo enfermero, Nerea Ollora indica que "las familias agradecen saber que cuentan con el apoyo del equipo profesional para resolver cualquier duda o complicación que pueda surgir. Por ello, es imprescindible que se les traslade esta disponibilidad. Además, cualquier tipo de orientación o pauta siempre será bien recibida".