Acaban de abrir el grifo de la empatía para llenar el vaso de solidaridad. Nace la asociación alavesa Educando mentes que pretende ayudar en la educación de los jóvenes de Gambia para que desde una base de conocimientos puedan construir un futuro con más esperanza. La pasada semana está asociación -que aspira a convertirse dentro de dos años en ONG- realizó un acto oficial para darse a conocer entre los gasteiztarras. Jordi Ganuza, presidente y fundador, valora muy positivamente la acogida que esta asociación ha recibido entre los alaveses y entre sus principales objetivos más cercanos e iniciales se encuentra el de poder recaudar 500 euros mensuales para formar a, al menos, 30 jóvenes.

"Hace pocos días realizamos la presentación de esta asociación en Armentia y lo cierto es que nos sorprendió gratamente la acogida y bienvenida recibida por los ciudadanos. Estamos muy emocionados por tener la opción de continuar hacia adelante con este proyecto que tan feliz está haciendo a los jóvenes de Gambia", explica el fundador.

El fin de esta asociación es ayudar de manera altruista a los jóvenes de entre 14 y 25 años, para que la educación no termine en la básica: "En Gambia los colegios de infantil y primaria se llevan la atención de la mayoría de las asociaciones que colaboran allí. Pero queda una franja de edad no cubierta; la de 14 a 25 años, más o menos, casualmente, la de esos jóvenes que realmente pueden trabajar para sacar adelante un país y mantener a sus familias", asegura el presidente.

Según añade, esa parte de la población es mayoritaria y apenas tiene formación de ningún tipo. "Es necesario que formemos a estas personas en diferentes ámbitos para que puedan después trabajar en distintas ramas laborales. Cuantas más personas puedan realizar trabajos cualificados mayor será el crecimiento y el desarrollo del país", asevera.

Actualmente, sin ayudas, la formación de estas personas por su cuenta es cara ya que todos los cursos de formación se imparten en centros privados. "Por estas y otras razones concentramos nuestro esfuerzo en facilitar la formación profesional de jóvenes en oficios tan importantes como la soldadura, carpintería, electricidad, educación, hostelería o fontanería", añade.

Se trata de un amparo que ofrecerán, en su base inicial, los alaveses para que los jóvenes sin futuro puedan comenzar a forjar una vida donde quede lugar para la esperanza. Dales un pez y comerán hoy, enséñales a pescar, y podrán comer siempre. Este es precisamente el mantra de esta asociación, para ayudar a los jóvenes a crear su futuro, desde sus propios conocimientos y capacidades personales y profesionales que les conviertan en trabajadores competitivos.

La idea de crear esta asociación nació de las emociones personales que experimentó desde sus entrañas Jordi Ganuza en su primer viaje. Fueron solo 15 días, pero determinantes. Según explica regresó a Vitoria emocionado, con las maletas vacías pero el corazón lleno: "Mi primer viaje a Gambia fue hace siete años. Me enamoré del país. De su gente. Volví a Vitoria tocado. Y entonces supe que regresaría siempre que pudiera allí", rememora. Y regresó. Pero decidió no hacerlo con las manos vacías y aportar su granito de arena. Lo que él daba, no era gratis. En cada viaje fue recibiendo generosas dosis de agradecimiento y también fue conocimiento a más personas con las que conectó en esa misma sintonía. Finalmente, entre esos nuevos contactos y él decidieron sumar al país ayudando en aquello en lo que veían carencias: educando las mentes de los jóvenes.

La idea comenzó a coger forma durante el pasado confinamiento decretado por el Gobierno de Sánchez para hacer frente a la pandemia mundial: "Al inicio de la pandemia comencé a darle vueltas a la idea y es cuando me puse a trabajar creando el proyecto piloto", recuerda. En agosto del 2020 presentó ese borrador a sus compañeros y decidieron iniciarse en su nueva andadura. En marzo de este año la asociación quedó legalmente constituida y hace apenas unos días se presentó al conjunto de la sociedad, tras meses de trabajo, ilusión y empeño.

"No ha sido un camino fácil", dice ahora su fundador. El desconocimiento, las dificultades burocráticas y la falta de experiencia fueron poniendo piedras en el camino, pero solo eso, siendo obstáculos que, con más paciencia, fueron superando. "Hemos tenido bastantes complicaciones, especialmente legales. No tenía ni idea de cómo hacer la documentación, qué papeles había que presentar, cómo constituir la asociación, € Ha sido complicado, básicamente por el desconocimiento. Además, hay que añadir que estos asuntos realizarlos en Gambia es mucho más complicado, allí es mucho más caos".

Sin embargo, y pese a las dificultades, todo ese trabajo les está compensando en las sonrisas e ilusiones que les regalan en Gambia cada vez que explican este proyecto. "Ha tenido muy buena acogida allí. Están felices y entusiasmados", dice.

Los proyectos

En concreto, los proyectos en los que actualmente están trabajando son dos. En primer lugar, han creado el proyecto Kolior School. En este trabajo, inicialmente se recogerán datos sobre el alumnado y la comunidad; tales como el nivel académico de los alumnos, el nivel de los profesores, profesiones predominantes en la comunidad, € Posteriormente, se dará una charla explicativa del proyecto a los alumnos para dotarles, finalmente, de los recursos para el arreglo del tejado de un edificio en el colegio Kolior Lower Basic School; se destinará al uso de dos espacios lúdicos, guarderías y biblioteca, actualmente en desuso debido a un temporal el 27 de junio de 2018 que destrozó el tejado. Los beneficiaros serán todos los niños, profesores y padres de varias comunidades de alrededor del colegio.

En segundo lugar, también tienen otro proyecto denominado F. P. para todos. En este plan, el objetivo es formar a los jóvenes de entre 14 y 25 años en diferentes ámbitos para que sectores como la hostelería no estén regentados por turistas sino por ciudadanos autóctonos.

Para colaborar con esta nueva asociación y contribuir en que esa parte de Gambia cuente con personal cualificado, desde Educando mentes han habilitado varias vías y opciones. En primer lugar, se puede colaborar ofreciendo tiempo para colaborar en ideas y ayudas en los diferentes proyectos. Por ejemplo, colaborando en proyectos ya creados, ofreciendo ideas para nuevos, en campañas de concienciación, o en la propia gestión de la organización.

También se puede ayudar con aportaciones económicas ya sea haciéndose socio de la asociación, con micro-donativos de un euro al mes (teaming), realizando donativos por un importe concreto, o financiando proyectos.

Incluso se puede colaborar aportando material escolar: cuadernos, lápices, pizarras, mesas, sillas escolares, máquinas de coser, máquinas de soldar, material deportivo€ "Un colegio acaba de retirar material y mobiliario y vamos a ir a recogerlo para poder utilizarlo en Gambia. Toda ayuda que nos puedan ofrecer es agradecida", concluye el fundador.