- Arranca un nuevo curso político y pasamos el ecuador de la legislatura. ¿Cuáles van a ser las prioridades del equipo de Gobierno para este ejercicio?

-Tres fundamentalmente. Apostar por la recuperación social y económica de Vitoria, seguir trabajando en el desarrollo de la agenda vitoriana y de los proyectos que conforman el programa de Gobierno y, por último, preparar diferentes proyectos para poder concurrir en las convocatoria de los fondos europeos, que permitan obtener recursos adicionales y acelerar los procesos de inversión previstos. Estamos a la espera de las convocatorias que tienen que ver con el desarrollo de infraestructuras verdes urbanas para presentar nuestro proyecto estrella, la transformación de la calle Los Herrán.

¿En qué fase se encuentra ese proyecto de continuación del Anillo Verde interior?

-El proyecto está prácticamente definido, a falta de las últimas mediciones que se hacen justo en las semanas previas a la licitación. Estamos a la espera de poder lograr la financiación necesaria para impulsarlo. Es un proyecto de más de diez millones de euros que va a posicionar mucho mejor a Vitoria entre las ciudades verdes y sostenibles de Europa.

El año pasado hubo que ir a la prórroga de las de la ordenanzas fiscales. ¿Será posible el acuerdo este año?

-Planteamos congelar los impuestos municipales y en relación a las tasas y precios públicos un incremento por debajo del IPC para que la diferencia entre ingresos y gastos no aumente y merme el ahorro neto. Creemos que ahora los euros tienen que estar en los bolsillos de las familias y las empresas, pero también tenemos que ofrecer unos servicios públicos de calidad. En base a esas dos premisas hemos hecho un planteamiento que a mi juicio es de sentido común, fácilmente acordable. Si no se acuerda no será tanto por una cuestión de diferencias ideológicas o económicas como por interés partidista.

¿Y es posible lograr esa estabilidad financiera, habida cuenta de que, como dice, los precios públicos ni siquiera se van a equiparar al IPC?

-Estamos en una situación de salida de una crisis sanitaria y económica, y creo que supone un equilibrio perfecto plantear una política de congelación de impuestos para ayudar a familias y empresas, y a la vez incrementar por debajo del IPC las tasas y precios públicos para evitar agrandar la brecha entre gastos e ingresos.

¿Este planteamiento que pone sobre la mesa implica mantener aparcados proyectos como el de la ampliación de Mendizorrotza?

-Es un proyecto que requiere el concurso de todos los agentes concernidos, de las instituciones y del Deportivo Alavés, y todos hemos decidido que en estos momentos no toca arrancarlo. Todas las partes coincidimos en ello, e imagino que pasado este tiempo todas coincidiremos en la necesidad de retomarlo.

¿Y el auditorio, también seguirá en el congelador?

-Está en la misma situación que Mendizorrotza. No está descartado, pero ahora creemos que hay otras prioridades en la ciudad.

¿No acaba de ver la luz al final del túnel, no se puede ir pensando ya en un escenario no tan condicionado por la pandemia?

-Soy optimista, mi empeño es que Vitoria recupere cuanto antes la vida social previa a la pandemia, y que también recuperemos la fuerza económica que veníamos demostrando, pero nadie puede descartar que de repente nos venga una nueva variante y volvamos a estar en la situación de hace unos meses, o del año 2020.

¿Cómo valora el aumento de los aforos en los estadios permitido por el TSJPV días antes a la última reunión del LABI?

-El acierto del LABI institucional ha sido seguir las directrices y recomendaciones de los científicos, de los médicos, de los epidemiólogos, y en el caso del TSJPV no ha sido así. Esta pandemia se ha resuelto gracias a la comunidad científica y deberíamos tenerle más respeto.

Las diferencias de criterios entre los tribunales superiores de cada comunidad no han contribuido a avalar las decisiones judiciales...

-Yo veo ahí una doble lectura. Me parece muy arriesgado que jueces y políticos juguemos a ser científicos, y por otra parte atisbo un intento de menoscabar el autogobierno vasco.

¿Confía en que las nuevas medidas del LABI, más relajadas en cuanto al ocio, hagan remitir los botellones y la conflictividad durante los fines de semana?

-Esperemos que sea así. Ha aumentado el grado de irascibilidad de la sociedad en general, estamos más cabreados, y por otro lado, el hecho de que los horarios hayan estado constreñidos, de que las lonjas juveniles y las discotecas hayan estado cerrados, hace que nos hayamos concentrado en menos horas y en menos lugares más personas. Esto ha dado lugar a situaciones absolutamente condenables y rechazables de conflictos, peleas, agresiones y ataques a la Ertzaintza y a la Policía Local que no pueden volver a repetirse.

La concejala de Cultura, Estíbaliz Canto, comentaba recientemente que el proceso de remodelación del Teatro Principal arrancará este año. ¿Confía en que pueda ser así?

-En estos momentos tenemos que licitar la redacción del proyecto de reforma, y por tanto todavía quedan un par de fases previas a la remodelación. No obstante, yo confío en que en las próximas semanas podamos impulsar esa licitación para ir definiendo ya el proyecto de reforma.

¿Cómo valora el papel de la oposición hasta ahora y qué espera de estos grupos en el próximo curso?

-En EH Bildu percibo que cuando se acerca en Vitoria-Gasteiz al PNV se le generan disensos internos por la parte más radical y ortodoxa. Me da la sensación de que a veces prefieren mantener la paz interna en su coalición que ser un grupo municipal útil. Todavía no ha dado ese salto, no ha roto con la parte más radical y eso les ata mucho, les impide llegar a acuerdos. No obstante, yo no desisto y espero que podamos llegar a acuerdos con EH Bildu en esta legislatura por el bien de la ciudad.

¿La salida de Miren Larrion del Ayuntamiento no ha afectado en ninguna medida a la posición de EH Bildu en la política municipal?

-Entiendo que la salida de Miren Larrion, atendiendo a las circunstancias en las que se produjo, habrá sido un duro golpe para ellos, pero yo creo que su posición viene condicionada por lo que he dicho, por el vértigo a alcanzar acuerdos con el PNV en Vitoria-Gasteiz, y por extensión en otras instituciones vascas.

Con Elkarrekin sí ha habido acercamientos, acuerdos, disensos, pero diálogo en definitiva.

-Elkarrekin está siendo crítico con aquello que cree que tiene que serlo, y siempre pongo como ejemplo la gestión del gas en Subijana; y por otra parte está sabiendo arrimar el hombro para sacar proyectos importantes como el de los Presupuestos municipales. Sin perder su esencia está siendo útil a la ciudad y está haciendo política de forma constructiva. Eso no desdibuja su papel de oposición en aquellos aspectos en los que consideran que tienen que ser críticos con el equipo de Gobierno, porque además es una posición legítima y respetable.

¿Espera un cambio de estrategia en el PP con su nueva portavoz, Ainhoa Domaica? ¿Le sorprendió la salida de Leticia Comerón?

-Sí, sorprende porque tampoco han aclarado el escenario, ha sido un movimiento muy drástico, pero en todo caso la nueva portavoz tiene dos opciones; hacer seguidismo de la estrategia política del PP a nivel del Estado, es decir, buscar el conflicto, la falta de respeto, la crispación, la descalificación política y el no por el no; o puede marcar un perfil propio y buscar escenarios para el diálogo y para el acuerdo. Si eligen la primera opción seguirán solos, y si optan por marcar un perfil propio, pensando más en Vitoria que en réditos partidistas, seguro que nos encontraremos. Yo desde luego, como con EH Bildu y Elkarrekin, estoy dispuesto a hacerlo.

Quedan dos años de legislatura, ¿aceptaría volver a postularse como candidato del PNV a la Alcaldía?

-Bueno, al candidato del PNV lo eligen sus afiliados. En todo caso, ya me hicieron hace no mucho esa pregunta y dije que si por mi fueraestaría dispuesto a seguir, porque mantengo la misma ilusión y las mismas ganas de trabajar, y porque mi ciudad me apasiona.

Este miércoles se celebra el Día Internacional de la Movilidad Sostenible, una fecha tradicionalmente señalada en el calendario de Gasteiz, que pretende ser una de las cien ciudades neutras en emisiones. ¿De qué manera se va a buscar ese objetivo?

-Una ciudad innovadora, y no conservadora, tiene que plantear proyectos transformadores,no podemos quedarnos estancados y paralizados en lo que ahora somos. Para ello tenemos que impulsar, entre otros, proyectos como el del autobús eléctrico. La presidenta de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, ha dicho que es el momento de hacer proyectos que transformen de forma profunda y en el corto plazo nuestras ciudades. El BEI es un ejemplo de ello. La Semana de la Movilidad Sostenible nos permite seguir concienciando a la ciudadanía de que tenemos que ir por esa línea. Además, la neutralidad climática va ser un factor de competitividad; los derechos de emisiones de CO2 están en cincuenta y pico euros, y eso hay que pagarlo. Cuanto más neutro seas en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, menos tendrás que pagar y más competitivo serás.

¿Avala los argumentos que expone la UTE encargada de las obras para justificar el retraso de siete meses en la demora de la obra?

-Lo que se ha retrasado es el plazo de finalización del convenio entre las tres administraciones, un plazo que se amplía para cubrirnos. Prácticamente el 98% de la obra civil está terminada, quedan algunos puntos, se han encontrado tuberías de fibrocemento, algo ajeno a la voluntad de todos, y que retrasa el fin de la obra, pero en unas pocas semanas va a estar terminada en la calle. Lo que queda es la unidad funcional de carga, que está previsto tener para el mes de febrero. Entretanto, en noviembre pondremos en marcha el BEI, inicialmente con un sistema mixto, para de forma escalonada ir sustituyendo los autobuses actuales por los eléctricos.

¿Qué mensaje trasladaría a los ciudadanos que están sufriendo esta obra y los importantes problemas de movilidad que conlleva?

-Este proyecto va a cambiar de un día para otro la fisonomía urbana, plantea un escenario público que no hemos conocido hasta ahora. También fue innovadora la peatonalización de la calle Dato o la implantación del tranvía; incluso el sistema de recogida neumática de basuras. Todos estos proyectos tuvieron una contestación social muy acusada y luego han sido un éxito. Este proyecto sigue a pie juntillas la Estrategia Europea sobre Movilidad Sostenible e Inteligente, no es una ocurrencia, es el manual del Green Deal europeo, que pide transporte público de alta capacidad, eléctrico y que gane espacio. Por tanto, pido disculpas, paciencia, porque queda muy poquito; y confianza, porque el BEI va a suponer un salto cualitativo para la ciudad.

¿Cómo va la actualización del estudio informativo del tranvía de Zabalgana? ¿Irá por Gerardo Armesto o por Adriano VI?

-Todavía llevará un tiempo decidir entre Gerardo Armesto o Adriano VI, pero en los próximos meses tendremos noticias, seguro.

Hace escasos días, en Onda Vasca, lanzó un duro mensaje a los impulsores del proyecto Urteim. ¿Ha recibido alguna respuesta por su parte?

-No, la ciudad ha mostrado mucha paciencia con este proyecto, hemos sabido colaborar en el relato para hacerlo atractivo, no acaba de ver la luz, y además no tiene visos de hacerlo, y creo que es más fruto de la decisión del empresario que de la falta de ofertas. Yo creo que ya vale.

¿El empresario no se ha dado por aludido?

-No tenemos contestación, yo al menos no. Esta persona debería hacer esa reflexión, que no piense solo en el mismo, sino también en la ciudad y en el daño que puede hacer al centro. Sus expectativas están fuera de toda lógica.

"La pandemia se ha resuelto gracias a la Ciencia y debemos tenerle más respeto; me parece arriesgado que los jueces jueguen a ser científicos"

"La ciudad ha mostrado mucha paciencia con el proyecto de Urteim, hemos colaborado en el relato para hacerlo atractivo, pero ya vale"

"Si no se acuerdan los impuestos municipales no será tanto por diferencias ideológicas o económicas como por interés partidista"