La capital alavesa lleva años dándole vueltas a la actualización del vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). A día de hoy, Vitoria se dota de unas normas urbanísticas que no se han actualizado en veinte años, aunque sí se han ido modificando de forma puntual, en función de las necesidades del momento.

Aun así, la normativa del año 2000 está obsoleta y es, en líneas generales, expansionista, reconoce el gabinete Urtaran. En las últimas décadas, la ciudad se ha extendido como una mancha de aceite hacia el norte por Lakua e Ibaiondo, el este por Salburua y el oeste por Zabalgana, mientras trata de protegerse de una posible ampliación hacia el sur para no dañar demasiado la reserva natural de los Montes de Vitoria.

Reactivar la maltrecha economía

El nuevo ordenamiento en el que trabaja el Ayuntamiento, además de tener en cuenta el crecimiento urbanístico en sí, va a tener que lidiar con las consecuencias de la crisis, que obliga a reactivar la maltrecha economía. En este sentido, Gasteiz tiene en mente impulsar la actividad terciaria en los barrios y flexibilizar la apertura de negocios en bajos comerciales.

Otro eje de actuación pasa por reducir las reservas de suelo, con la desclasificación de gran parte de los terrenos del aeropuerto, ocupados en la actualidad por huertos y del 70% del suelo urbanizable que estaba reservado para el Parque Tecnológico de Álava.

El gabinete Urtaran ha anunciado igualmente su intención de desclasificar los sectores no urbanizados de la ciudad y recalificar la zona industrial de Campo de los Palacios a otros usos, como el residencial.

Proteger la zona rural

Los planes respecto al área rural pasan por analizar la actual situación de cada una de los 63 entidades locales menores del municipio para desclasificar los suelos urbanizables que todavía no han sido desarrollados. Asimismo, el futuro PGOU fijará los usos y actividades agrícolas y ganaderas con la idea de potenciarlas.

En materia de edificación, Vitoria va a incorporar a su normativa urbanística criterios de construcción basados en la eficiencia energética y priorizar la rehabilitación del patrimonio ya edificado frente a las nuevas edificaciones, para no consumir más suelo.