- Finalmente, la lluvia no aguó la manifestación de los hosteleros alaveses, quienes a las siete y cuarto de la tarde de ayer y acompañados por los rayos de sol partieron de la plaza Bilbao, de Vitoria, rumbo a la Virgen Blanca, para denunciar, bajo el lema Vuestra incompetencia, nuestra ruina, las últimas restricciones que les han impuesto para contener el covid y "la pésima situación que nos están haciendo pasar".

La nueva limitación horaria, como la describe Txus Tejado, gerente de dos establecimientos en Gasteiz: El 7 y el Virgen Blanca, se trata de la última gota que ha colmado el vaso, dado que hace que dejen de ser rentables muchos de estos negocios, si se tiene en cuenta que solo se puede consumir en el interior de los locales en horarios de desayuno, de 6.30 a 9.30 horas, o de comida, entre las 13.00 horas y las 16.30 horas. Ello implica que fuera de estas horas solo se puede consumir en terraza, pero como denunciaba este jueves en estas páginas de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Karlos Sobrón, portavoz de SOS Ostalaritza, "esto lo que hace es dar una puntilla a muchos locales, ya que ésta está supeditada normalmente a terraza y hay que tener en cuenta que más del 40% de los locales hosteleros de Gasteiz no tiene terraza y el 30% tiene menos de cuatro mesas".

De ahí que el gerente de El 7 y el Virgen Blanca se animara a asistir a esta marcha "para poner de manifiesto la incompetencia a la hora de gestionar nuestra situación". En su caso, sus dos establecimientos, el primero en la calle Cuchillería y el segundo en la plaza que lleva su nombre, los tiene abiertos, pero cada día, como cuenta, le resulta más difícil subir sus persianas. "Llevamos ya un año y pico de pandemia y claro que estamos notando esa ruina que denunciamos en el lema de esta manifestación. Ahora estamos hablando de subsistir. Desde hace más de un año lo estamos notando día tras día. En la última semana nos ha caído la clientela un 40%", precisa este hostelero que opina que la mejor solución "es dejar a la hostelería como un mal menor, que es lo que somos, porque somos el único sector al que nos exigen cumplir medidas, cosa que no se hace cuando se está en casas, txokos, etc.".

Las consecuencias de la pandemia también las está notando su camarero Nicolás Cirre, de El 7. "Las restricciones nos han afectado en todo. Mi sueldo, en concreto, es la mitad porque trabajo ahora la mitad de horas. No hay horas para todos los que estamos y con la eliminación de consumo en interior, es imposible", lamenta este hombre que remarca que su gremio "no es el culpable de la pandemia".

Otro ejemplo de la lucha diaria para sacar adelante su bar es el de Jito Silvestre, propietario del café Verode, junto a la rotonda del olivo, en Portal de Castilla, 80. "Las nuevas limitaciones nos han afectado de una manera importante porque al final la terraza que tenemos es de cuatro mesas y el día que llueva tendremos que cerrar porque en el interior no nos dejan. Aparte, también nos ha influido mucho el 50% de aforo y el horario de cierre, a las ocho de la tarde", explica.

Preguntado por cuánto ha caído la facturación en su local a raíz de la entrada de las últimas medidas, Silvestre responde que "depende mucho del tiempo que haga, teniendo en cuenta que no se puede consumir en el interior, salvo en ciertas horas. A pesar de que estamos en primavera, el tiempo de Vitoria lo conocemos todos y los próximos días dan lluvias".

En cuanto a las medidas que propone para paliar esta situación, son la "ampliación de horario y que nos permitan el consumo en el interior".

Íñigo Ortiz, socio del conocido El Parral, en el cantón de San Francisco Javier, 4, se fue ayer antes del mismo para poder acudir a la manifestación. "Las nuevas restricciones nos han supuesto perder el 50% de interior a partir de las 16.30 horas y aparte de que dependemos del tiempo. No vamos a abrir si llueve a partir de las 16.30 horas. Nosotros, en particular, hemos mandado al ERTE a más gente, con más horas, porque ahora mismo solo necesitamos a una persona para que atienda las cinco mesas que ahora tenemos de terraza, cuando antes, un sábado normal, estarían dos o tres camareros. Antes, estábamos en un 40% de facturación y ahora, con estas últimas, estaremos a 25-30%".

Sin embargo, para Ortiz la solución es "fácil" porque "si nos restringen, nos tienen que recompensar".

"Ahora estamos hablando de subsistir. En esta última semana nos ha caído la clientela un 40%"

Gerente de El 7 y del Virgen Blanca

"Las últimas restricciones nos han afectado en todo. Mi sueldo es ahora la mitad porque trabajo la mitad de horas"

Camarero de El 7 (calle Cuchillería)

"La facturación en terraza depende del tiempo y todos conocemos el que hace en Vitoria"

Dueño del Verode (Portal de Castilla)

"Antes teníamos un 40% de facturación y con las últimas medidas estaremos a un 25-30%"

Socio de El Parral (Cantón de San Fco.)