- Quien fue diputado de Infraestructuras viarias y Movilidad, el socialista Javier Hurtado, propuso en enero del pasado año crear una ponencia en las Juntas Generales de Álava para definir la gestión y mantenimiento de la red viaria. Consideró adecuado abrir un debate basándose en la necesidad de afrontar esta reflexión con tiempo suficiente para analizar en profundidad la situación actual y el escenario futuro que se abrirá en 2026 cuando finalice la concesión de la autopista A-68. “Será entonces cuando los kilómetros de vías de alta capacidad responsabilidad de la Diputación aumentarán en un 45% y, con ello, la inversión necesaria para su mantenimiento”, argumentó en su día. Entre los objetivos del grupo de trabajo está también analizar el modelo de bonificaciones para los usuarios frecuentes de los peajes de la AP-1 y AP-68. A día de hoy hay dos programas: los usuarios habituales de la AP-1 disponen de tarifa plana mensual y aquellos que usan la AP-68 acceden a una bonificación del precio entre los peajes de Zambrana y Llodio.

En 2019, la institución foral destinó 10,3 millones de euros a la conservación y mantenimiento de los 1.400 kilómetros de la red foral de carreteras. El ejecutivo alavés estima que la inversión necesaria para mantener sólo los 175 kilómetros de vías de alta capacidad a partir de 2026 ascenderá a entre doce y trece millones de euros.

En el caso concreto de la AP-68, la empresa AVASA tiene el contrato de explotación hasta finales de 2026 y, por lo tanto, no será hasta entonces cuando la Diputación alavesa tenga plena capacidad de decisión sobre los 55 kilómetros de vía que transcurren por el territorio.