La Diputación ha puesto este viernes la primera piedra de la residencia Arabarren, un recurso que será "por y para los alaveses", de ahí su nombre. La cooperativa, que se denomina igual que la residencia, pondrá en marcha y gestionará este centro residencial. También cuenta con la colaboración de Krean, la cooperativa de Mondragón, que ha diseñado el edificio y se encargará de su construcción, e IMQ Igurco, que ha aportado conocimiento en la materia.

Aunque, en realidad, más que una piedra lo que se ha despositado ha sido una cápsula del tiempo con los diarios del día, entre ellos, un ejemplar de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la cual ha servido para escenificar este primer paso para contruir esta residencia en la calle Blas de Otero, del barrio de Lakua, gracias a una parcela cedida por el Ayuntamiento de Vitoria, que contará con 150 plazas residenciales y de centro de día destinadas a personas mayores y con discapacidad.

La totalidad de las plazas serán públicas y concertadas por parte de la Diputación Foral de Álava con la cooperativa de iniciativa social Arabarren, que gestionará el centro. Se estima que entre en funcionamiento en 2023.

Cinco pilares

Como ha resaltado el diputado general, Ramiro González, que ha presidido este acto, en el que ha dado gracias al conjunto de residentes, familiares y profesionales del sector sociosanitario "por el ejemplo que han dado en estos meses aciagos", cinco serán los pilares sobre los que se asentará esta nueva residencia.

El primero de ellos es que, como gran novedad, este centro será el primero en atender a personas mayores con diferentes perfiles, incluidas las que tienen enfermedad mental y discapacidad intelectual que han envejecido y pasan a formar parte del coletivo de personas mayores. La clave de ello será un modelo inclusivo que permite ofrecer una respuesta individualizada,

El segundo pilar es que empleará el uso de tecnología, como telemedicina, domótica e inteligencia artificial, para prevenir posibles empeoramientos y mejorar la calidad de vida de sus usuarios.

El tercero es el fomento de la investigación, que se realiza en álava com empresas tecnológicas y universidades, sobre el modelo de atención y cuidados, el avance de la fragilidad, discapacidad y dependencia, y la intervención y manejo integral de los trastornos de conducta en personas mayores.

La cuarta pata de este proyecto es su adaptación a la época poscovid, con modularización o sectorización de las residencias en unidades convivenciales más pequeñas y un mayor número de habitaciones individuales, que dificulten la transmisión de la infección y el riesgo de contagio.

A ello se añaden vestuarios adaptados para el personal, con circuitos diferenciados de entrada y de salida para reducir el riesgo de contaminación y terrazas exteriores, que permitan un paseo seguro.

Jardín terapeútico

Una de las grandes novedades de este equipamiento será un jardín terapeútico, que facilitará que las pesonas tengan un lugar de esparcimiento seguro, lo que ayudará también a mejorar su salud física y mental.

El quinto pilar será el hito que supone la colaboración público-social, ya que se trata de un modelo de responsabilidad pública y gestionado por una cooperativa de iniciativa social, que la Diputación tiene "voluntad de seguir desarrollando en el futuro, ya que debemos velar por la sostenibilidad y calidad de nuestros servicios sociales".

Y es que como ha subrayado el diputado general, Arabarren "es más que una residencia. Es un proyecto único e innovador en el cuidado de las personas mayores con el objetivo de mejorar su calidad de vida".

Más intervenciones

En el acto también ha intervenido la presidenta de la cooperativa Amagoia Barandiaran y el vicepresidente de Mondragón Corporación, Alberto Gorroñogoitia, quien ha señalado que "el sector sociosanitario es donde las señas de identidad de Mondragón, centradas en la persona y su dignidad, cobran mayor sentido, por tratarse de una actividad de personas y para las personas".

Por su parte, Barandiaran ha puesto en valor que se trata de una cooperativa que "nace en Álava", de ahí su nombre. "Somos una cooperativa para las y los alaveses y que trabaja para nuestras personas mayores y personas con discapacidad física severa. Como cooperativa de trabajo asociado, nacemos con la vocación de incorporar más de cien personas como socios de trabajo de la propia cooperativa. A partir de ahora este va a ser nuestro mayor reto: presentar nuestro proyecto para ilusionar a las personas que quieran acompañarnos en crear la familia Arabarren".