El Gobierno Vasco no se plantea prohibir los actos reivindicativos del 8M convocados en Euskadi, al contrario de lo que ha decidido la Delegación del Gobierno español en Madrid, que ha retirado el permiso a todos las manifestaciones y concentraciones previstas. A la espera de la decisión que tome el LABI, desde el Ejecutivo vasco se considera que el de manifestación es un derecho constitucional. El criterio del Gobierno de Urkullu se basa en su confianza en que los movimientos feministas se manifestarán de acuerdo a las medidas dictadas desde las administraciones sanitarias. "Esto se da por supuesto" indican desde las organizaciones de mujeres de Euskalherria.

"En Madrid y en otras comunidades del Estado se permiten manifestaciones de hosteleros, taxistas y otros movimientos políticos y, ahora, que se deposite el foco de atención en el movimiento de las mujeres, resulta insultante ", explican a DNA desde distintas organizaciones vascas, que aplauden que el Gobierno vasco no haya seguido la estela de la Comunidad de Madrid.

Los colectivos de mujeres son conscientes de la situación sanitaria que se vive. "Por ello las marchas se harán de forma organizada para que no haya ningún tipo de problema de contagio; pero lo sabemos, no nos tienen que tratar como si fuéramos unas adolescentes", se quejan, al tiempo que animan a las mujeres a sumarse a las reivindicaciones". "Durante la pandemia, las mujeres hemos sido las cuidadoras; un porcentaje elevado de trabajadoras que hemos dejado nuestros puestos para cuidar no solo a los niños, sino a los mayores de la casa. Todo esto se tiene que reivindicar en el 8M; no entenderíamos que nos suspendieran nuestros derechos de manifestación; incluso en situaciones de crisis sanitaria no pueden suspender nuestros derechos", subrayan.