l recién concluido año 2020 también va a ser imposible de olvidar para el mundo del deporte, que debido a la pandemia vio paralizadas o directamente canceladas todas sus competiciones. La progresiva vuelta a la actividad a partir del verano, para quien haya podido retomarla, ha sido además en condiciones muy excepcionales. Empezando por la amenaza permanente del virus, que está obligando a los equipos a convivir con estrictos protocolos, y siguiendo por la enorme reducción de recursos económicos o la ausencia casi permanente de aficionados en las gradas. Por no hablar de la dificultad -y en muchos casos la imposibilidad- de jugar o al menos entrenar de las nuevas generaciones.

El deporte femenino, que todavía hoy sigue luchando por romper numerosos techos de cristal, lo está teniendo especialmente difícil a lo largo de esta crisis sanitaria. Así lo reconoce Iratxe Rodríguez, presidenta del Kutxabank Araski, para quien 2020 ha sido un año "duro" y "complicado", de constante "adaptación" a las circunstancias para el equipo de baloncesto gasteiztarra. "Estamos luchando y peleando mucho para poder seguir sacando el proyecto adelante", reconoce Rodríguez, que accedió al cargo en el mes de julio de 2019 y, por tanto, acaba de cumplir año y medio en la presidencia.

El Araski cerró la temporada pasada con un más que meritorio quinto puesto en la Liga femenina tras alcanzar además por segunda vez en su historia las semifinales de la Copa de la Reina. En la actual, tras empezar "con un poquito de incertidumbre", se encuentra situado en la zona media de la clasificación liguera.

"En lo deportivo no nos quejamos. El equipo terminó muy bien la pasada campaña y ahora parece que vamos para adelante", remarca Rodríguez. Sin embargo, la presidenta reconoce que está siendo "muy duro" ver cómo la institución pierde apoyos entre los patrocinadores privados y las instituciones para continuar su labor con garantías. "Lo más difícil es que constantemente te estén diciendo que no. Que no tienen dinero para poder ayudarnos, que hasta ahora nos estaban ayudando pero ahora no pueden seguir adelante... Esta siendo muy difícil", subraya.

Mirando ya a este 2021 lleno de esperanzas, Rodríguez anhela que el deporte "se viese y se considerase de verdad como algo esencial", sobre todo ése al que más está golpeando la pandemia. "Por desgracia, en esta crisis nos han dejado un poco de lado", apunta. En el caso del club gasteiztarra, las principales damnificadas son las jóvenes jugadoras de sus categorías inferiores que apenas han podido entrenarse desde el estallido de la crisis sanitaria. "Espero que nuestras niñas puedan volver a los entrenamientos cuanto antes", pide Rodríguez. Un deseo que se convierte en doble mientras echa un vistazo al pabellón de Mendizorroza: "Y también, que contemos otra vez en las gradas con nuestros araskizales, que los echamos mucho de menos"

La vuelta a los entrenamientos de las categorías inferiores del Araski ha sido durante toda esta temporada "un popurrí", según su dirigente. Hubo equipos, sobre todo federados, que al principio sí pudieron retomarlos, pero las jugadoras más pequeñas ni siquiera se han vestido aún de corto desde el inicio de la pandemia. "Ellas mismas tienen muchas ganas de volver, porque así nos lo hacen llegar. Y los padres también de que puedan volver a hacer deporte", apunta Rodríguez.

A juicio de la presidenta, esta falta de actividad afecta "muy negativamente" a estas jóvenes. "Si ya es difícil consolidar el deporte femenino y que las niñas a partir de cierta edad sigan haciendo deporte, si además ahora se lo prohibimos, nos va a costar recuperar eso todavía más", vaticina. "Siempre se nos ha dicho que el deporte era salud, pero parece que en esta crisis no es así", critica Rodríguez.

La dirigente, ahondando ahora en su segundo deseo para 2021, recuerda que en los escasos encuentros en que ha habido público durante esta campaña en el pabellón de Mendizorroza el club "demostró que sabe cumplir con todas las medidas y no hubo ningún problema".

En concreto, hubo varios partidos al comienzo de la temporada con hasta 600 personas en las gradas, que posteriormente se redujeron a 400. Después, tras la última tanda de restricciones dictadas por el Gobierno Vasco, llegó de nuevo el silencio. "Se les echa mucho en falta. Son como la sexta jugadora. Los araskizales siempre están con nosotras, siempre nos han apoyado, y ver las gradas vacías da mucha pena", reconoce la presidenta. Rodríguez, por ello, pide que esta medida "se reconsidere" porque "esta crisis está afectando mucho al sector del deporte".

"Los 'araskizales' siempre están con nosotras y ver las gradas vacías da mucha pena"

Presidenta del Kutxabank Araski