El acusado de asesinar a su mujer en octubre de 2017 en Lantarón (Álava) ha reconocido que la mató golpeándola en la cabeza con un martillo, ha dicho que está arrepentido y ha pedido perdón a los dos hijos de la pareja, unas disculpas que ha extendido hoy al resto de la familia de su víctima.

Este lunes ha arrancado en la Audiencia Provincial de Álava el juicio con jurado contra este hombre, que había reconocido el crimen en sede policial y en la instrucción judicial, y para quien la Fiscalía y el resto de acusaciones personadas piden 25 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con la agravante de razón de género y de parentesco.

Su defensa pide un máximo de 15 años porque considera que no hubo ensañamiento ni tampoco se cometió por razón de género y pide que se tengan en cuenta tres atenuantes: confesión, reparación del daño y dilaciones indebidas. En este caso la autoría está clara por lo que se trata de probar cuestiones como el ensañamiento y la comisión del crimen por razón de género.

Tras la constitución del jurado popular, compuesto por 4 mujeres y 5 hombres (más dos suplentes de cada sexo), y las cuestiones previas, la declaración del acusado, que solo ha respondido a las preguntas de su letrado, ha comenzado pasadas las tres de la tarde y ha durado unos pocos minutos.

Ha reconocido ante el jurado que mató a su mujer golpeándola en la cabeza con un martillo estando ella de espaldas, que dijo a la policía dónde estaba el arma del crimen, que ha perdido "varias veces" perdón a sus hijos y que está arrepentido.

También ha querido disculparse y "pedir perdón a la familia de mi mujer", momento en el que la presidenta del tribunal le ha cortado diciendo que al final de juicio tendrá derecho a la última palabra.

Según el escrito de la Fiscalía, el acusado "decidió acabar con la vida" de su esposa, Ana Belén, de 45 años, con la que se había casado en 1996 y tenía dos hijos, al no aceptar que ella iniciara nueva relación sentimental y quisiera divorciarse de él y lo hizo la mañana del 3 de octubre de 2017 en el domicilio familiar de la pequeña localidad de Turiso, del municipio alavés de Lantarón.

Tras una discusión la golpeó por la espalda en la cabeza con un martillo de manera sorpresiva, según la Fiscalía, que añade que una vez en suelo y en estando ella inconsciente continuó dándole martillazos "con insistencia y brutalidad". La víctima presentaba 12 heridas en la cabeza.

Después introdujo el cadáver en un coche que dejó aparcado en la cercana localidad de Miranda de Ebro (Burgos), donde fue descubierto por una vecina que pasaba por allí. Para entonces él ya se había ido a trabajar a su puesto en la planta de Mercedes de Vitoria donde fue detenido esa misma tarde.

La fiscal ha insistido en sus alegaciones previas esta mañana en que el acusado asesinó a su mujer con alevosía, de manera sorpresiva, y que tratará de probar en el juicio que también con ensañamiento, es decir, aumentó su sufrimiento de forma deliberada, y que lo hizo porque consideraba que era suya o de nadie, y que no se dan las atenuantes que solicita la defensa.

También ha reconocido ante los miembros del jurado que este es el caso "más duro" al que se ha enfrentado en sus 10 años de carrera y que ha pedido la máxima pena de cárcel que permite la ley.

El abogado de la defensa ha incidido en que el acusado ha reconocido que mató con "alevosía" a su mujer, pero ha negado que lo hiciera con ensañamiento ni por razón de género y ha pedido al tribunal que tenga en cuenta que reconoció los hechos, colaboró con la entrega del martillo con el que acabó con la vida de su mujer, y ha pedido perdón a sus hijos a los que ha dado todos sus bienes.

Ha asegurado además que no se trata de imponer un "castigo ejemplar" sino de aplicar la ley y de fijar una condena de cárcel "justa", al tiempo que ha afirmado que 15 años de prisión no es algo "menor".

La abogada que representa a los hermanos de Ana Belén ha puesto el foco en que la víctima sufrió antes de su muerte "años" de situaciones de violencia de género, control y vejaciones, y el letrado de la Asociación Clara Campoamor, acusación popular, ha reclamado que se aplique la agravante de la comisión del delito por razones de género.

Mañana continuará la vista con la declaración de los dos hijos del matrimonio y dos de los tres hermanos de la víctima. La tercera hermana no podrá declarar en la sala este martes porque se encuentra aislada en su casa por la covid. La magistrada que preside el tribunal ha decidido ver si en próximas sesiones del juicio se puede llevar a cabo esta testifical de manera presencial o no.