- La suspensión de las fiestas de La Blanca es algo que solo ha pasado dos veces en la historia de la ciudad. ¿Hasta qué punto ha sido una decisión difícil de tomar?

-Ha sido muy difícil. Creo que al final las fiestas de La Blanca de Vitoria-Gasteiz están en el corazón de todos nosotros y la cancelación va más allá de una decisión meramente administrativa porque tiene un componente sentimental que ha hecho que nos haya costado y que nos haya dado muchísima pena tomar esta decisión, pero, por otra parte, creemos que es una decisión necesaria.

¿En qué momento se tuvo ya la certeza de que no quedaba otra que cancelarlas?

-Lo vimos sobre todo con la evolución de la pandemia y con la facilidad de contagio cuando se producen aglomeraciones de personas. Veíamos que era incompatible preservar nuestra salud pública con una programación festiva que precisamente anima a lo que no debemos de hacer: aglomerarnos, como el txupinazo, que concentra a miles y miles de vitorianos en la Virgen Blanca, o las cuadrillas de blusas y neskas, que reúnen también a centenares de personas, y los conciertos, es decir, cuando vimos cómo se comportaba el virus y qué es lo que teníamos que hacer para evitar su propagación.

¿El equipo de gobierno se ha sentido apoyado en esta decisión?

-Bueno, yo creo que la gente lo ha comprendido y eso que es una decisión que no gusta a nadie. A mí es el primero al que no me gusta, pero todos hemos comprendido la decisión y que había que tomarla. Quizás no ha habido unos apoyos específicos, pero tampoco ha habido voces en contra.

¿Y por parte de la oposición?

-Por parte de la oposición creo que también han entendido la situación que vivimos y comprenden que hemos hecho lo correcto.

De todos los actos que se habían programado, ¿cuál de todos es el que ha dado más complicaciones a la hora de cancelarlo?

-Había unos conciertos que ya estaban apalabrados y, por tanto, desde el departamento de Cultura han tenido que gestionar cómo se puede hacer bien para suspenderlo y dejarlo sin efecto o bien para poder trasladarlo al año que viene. Eso ha sido lo más complicado.

¿Cuáles cree que pueden ser los más peligrosos al traer un cierto desmadre?

-Espero que ninguno. Yo creo que ya lo demostramos durante el fin de semana de Santiago, el Día de la blusa y de la neska, porque, salvo excepciones, la gente se comportó de forma ejemplar y creo que en esta ocasión también se va a comportar así, aunque habrá algunas excepciones que tendremos que controlar. Especialmente, me preocupa la tarde de hoy y el día 5, aunque luego puede ocurrir cualquier otra cosa en otro momento. Para evitar que así ocurra se ha hecho la campaña de concienciación Este año no toca-Aurten ez porque es el mensaje que queremos mandar y que lleguen cuanto antes las fiestas de 2021. Queremos disfrutar La Blanca del año que viene y para que podamos hacerlo durante la bajada de Celedón de 2021, pues este año no toca. Este año tenemos que dejar de lado ese espíritu festivo que tanto nos une y tanto nos gusta durante estas fechas tan señaladas para los vitorianos y vitorianas.

O sea que, en líneas generales, confía en que los ciudadanos vayan a ser respetuosos.

-Sí. Yo creo que lo ha demostrado la ciudadanía gasteiztarra durante todos estos últimos meses y que también lo hará durante estos próximos días. Estoy convencido porque somos personas que hemos interiorizado la gravedad del asunto y que somos personas maduras y, en este caso, razonables. No obstante, en caso de que se produzcan excepciones, que siempre puede haberlas, ahí estará también la Policía Local y la Ertzaintza junto con todas las recomendaciones que queremos trasladar a todo el mundo.

Precisamente, una de las medidas anticovid va a ser el cordón policial de esta tarde. ¿Con qué otras novedades nos vamos a encontrar en cuanto al dispositivo policial?

-Bueno, no hay muchas novedades porque este año lo que se pretende es evitar la concentración de personas durante esos días y puntos señalados. Fundamentalmente lo que se hará es ese cordón policial para evitar que haya presencia de gasteiztarras en la Virgen Blanca durante sus horas de cierre y, sobre todo, habrá también un mayor control policial en las zonas de mayor afluencia de gente en días festivos. Pero no hay nada especial, mas allá de que hemos hecho la campaña de comunicación para persuadir a las personas y para que tengan en cuenta que, por nuestra responsabilidad y salud, este año no toca y, luego, una mayor presencia policial en la Virgen Blanca y en zonas aledañas los días clave.

Respecto a este día 4, ¿cree que fue un error el haber convocado ese txupinazo secreto que más tarde se tuvo que cancelar?

-Bueno, yo te doy mi opinión clara al respecto: desde que anunciamos que no iba a haber fiestas, yo tenía claro que no iba a haber txupinazo, pero pongo en valor el trabajo que se ha hecho desde el departamento de Cultura por intentar buscar una salida o una alternativa simbólica o segura durante ese tiempo en el que pensamos que quizá se podía hacer algo, pero yo tenía muy claro que no habiendo fiestas no podía haber txupinazo.

Y en relación al personal sanitario cooperante que iba a ser el encargado de lanzar el cohete anunciador de las fiestas, ¿qué va a pasar? ¿Seguirá siendo el año que viene el encargo de lanzarlo?

-El Ayuntamiento lleva ya muchos años, desde 1999 ó 2000, con una especie de ley no escrita por la que los grupos se van a repartiendo el txupinazo cada año. En este 2020 le correspondía al grupo socialista y éste, creo que con bastante acierto, había identificado a ese colectivo sanitario como el susceptible de lanzar el cohete, pero, evidentemente, no hay txupinazo, con lo cual€ Otra cosa es que se pueda hacer un homenaje porque al año siguiente le corresponderá al siguiente grupo político decidir quiénes son las personas más idóneas para lanzar el cohete y que representen a una parte importante de la ciudad.

Personalmente, ¿qué acto de La Blanca va a echar más de menos?

- El txupinazo, sin duda. Para mí es el momento más emotivo de las fiestas, aunque luego hay otros muchos y lo voy a echar mucho en falta, pero también tenemos que entender que estos días, que son tan singulares, tan emotivos y tan especiales para todos los gasteiztarras y que los llevamos en el corazón, hay que verlos con cabeza. Hay que pensar que este año no toca porque queremos que toque el que viene. Mi obsesión es proteger la salud de toda la ciudadanía y por eso tomamos medidas que no nos agradan -soy al primero al que no le agradan-, pero que son necesarias para no sufrir consecuencias mayores.

¿Cuál es el mejor llamamiento que se puede hacer para que haya fiestas en 2021?

-Que este año no toca. Que las queremos disfrutar y vivir en 2021, que queremos que en 2021 vuelva a bajar la alegría del cielo en forma de Celedón. Lo que quiero es que todas las personas que estamos ahora aquí, en Vitoria, las podamos vivir el próximo año y para eso, lo que tenemos que hacer ahora es comportarnos con responsabilidad, con mucha prudencia, y evitar cualquier situación festiva que dé lugar a concentración de personas que supongan un riesgo tanto para nuestra salud como para las de otras personas.

"Creo que la ciudadanía y la oposición ha comprendido la decisión de cancelarlas y eso que no le gusta a nadie. A mí el primero"

"Fundamentalmente, hoy habrá un cordón policial en la Virgen Blanca y habrá también más control policial en las zonas de mayor afluencia"

"Desde que anunciamos que no iba a haber fiestas, yo tenía claro que no iba a haber txupinazo, pero pongo en valor el trabajo de Cultura"

"Mi obsesión es proteger la salud de toda la ciudadanía y por eso tomamos medidas que no nos agradan, pero que son necesarias"