- Trabajadoras de las residencias de mayores en Álava exigieron ayer un convenio “digno” para un sector que durante la pandemia del coronavirus ha demostrado “su enorme vulnerabilidad”, y aseguraron que la calidad de la asistencia pasa por una mejora de sus condiciones laborales.

Las trabajadoras, convocadas por los sindicatos ELA, LAB, UGT y CCOO, retomaron las movilizaciones suspendidas en marzo debido a la declaración del estado de alarma, y afirmaron que continuarán con el calendario previsto para este mes, ya que no van a parar “hasta conseguir un convenio digno”.

Según recordaron, durante la crisis sanitaria han luchado contra el virus prestando sus servicios “sin garantías para su salud y la de las personas a las que atienden; por la falta de equipos de protección (EPI), insuficiencia de ratios, incumplimiento de protocolos e inspecciones preavisadas”.

Denunciaron que hasta mayo no se han hecho los test a los trabajadores. “¿Cómo íbamos a ser capaces de proteger a nuestros mayores sin tener recursos? No hemos sido capaces de proteger a la población más débil. ¿Cuántos de ellos podrían haberse salvado si este sector no fuese un negocio en auge?”, se preguntaron.

Añadieron que lo vivido ha dejado en evidencia la necesidad de abordar una reflexión sobre el modelo de asistencia residencial que existe en Álava, que ha demostrado “su enorme vulnerabilidad” en esta crisis.