asta hace unas semanas, la lucha contra la covid-19 era sobre todo paliativa, en la calle había que evitar a toda costa el aumento de contagios y en los hospitales plantas enteras se transformaban para atender a los casos más graves. Ahora Euskadi y Álava han entrado en una nueva fase, y con la pandemia contenida, los expertos se afanan en tratar de conocer mejor cuál ha sido el grado de expansión real del virus entre la población.

Con ese objetivo arrancó ayer un estudio que se llevará a cabo entre 4.147 personas, diagnosticadas como covid-19 entre el 28 de febrero y el 15 de abril, pero a las que no se practicó prueba alguna por presentar una sintomatología leve que les permitió curarse en sus casas.

La idea es practicarles test serológicos para saber si tras haber sanado conservan anticuerpos del coronavirus, lo que confirmaría que pasaron la enfermedad, y permitiría valorar si su organismo está preparado para hacerle frente si vuelven a contagiarse. "Los resultados permitirán dibujar con mas precisión el mapa de la inmunidad", dijo ayer la consejera de Salud, Nekane Murga.

Para llevar a cabo este trabajo, el Departamento de Salud ha concertado ya más de 600 citas, un tercio de ellas en Álava, donde el Sars-CoV-2 golpeó con más fuerza. Nueve de cada diez personas a las que se propuso participar en este estudio han aceptado, y ayer los primeros se pasaron por los centros de salud del Casco Viejo y San Ignacio, en Bilbao; por el de Arrasate, y por el vitoriano centro de Lakua-Arriaga, para que les tomaran una pequeña muestra de sangre. El resultado del análisis se les comunicará mediante un SMS.

"Es un test de serología para saber la situación real de la pandemia y tomar las medidas adecuadas para la desescalada", explicaba ayer Miren Martínez Ayuso, jefa de unidad del centro de salud de San Ignacio, informa Europa Press.

De forma paralela, ayer también comenzó el estudio dirigido a la población general, diseñado por el Instituto de Salud Carlos III e impulsado por el Ministerio de Sanidad. El Departamento de Salud está ya preparado para iniciar el trabajo de campo de este estudio de seroprevalencia que, en Euskadi, implicará a más de 5.000 personas.