ánimos. Los balcones siguen siendo, en estos días en los que solo se debe salir a la calle para lo esencial, una muestra de cómo se van desarrollando los acontecimientos y de cómo están viviendo los vecinos de Vitoria esta aún extraña cotidianidad. En los cristales de numerosas ventanas siguen viéndose los carteles, muchos de ellos creados por los más pequeños de la casa, en los que se muestran mensajes de ánimo y de unidad para superar cualquier barrera. También pueden leerse las recomendaciones, una vez más, de permanecer en los hogares para evitar que el coronavirus se abra paso. Por otra parte, en tiendas y quioscos, aún abiertos para abastecer a los gasteiztarras, las mascarillas se han convertido en un elemento esencial y ya habitual. Las medidas de protección se mantienen a rajatabla, siguiendo las directrices de Sanidad para evitar en la medida de lo posible que los focos de contagio aumenten. También desde Osakidetza, en ambulatorios y hospitales, el personal sanitario agradece las muestras de afecto que cada tarde miles de personas ofrecen desde sus casas para, a pesar de la distancia, sentirse todos un poco más cerca. La esperanza y la solidaridad, al fin y al cabo, siguen presentes.