MADRID - El gran escaparate del turismo internacional, Fitur, cerró ayer sus puertas y tras unas frenéticas jornadas de reuniones y encuentros entre los profesionales del sector llega ahora el momento de orientar a buen puerto los contactos establecidos en los pabellones de Ifema.

Un año más, Villa Lucía ha estado presente en Fitur, ¿qué ha transmitido en las reuniones celebradas estos días?

-Hemos reafirmado los contactos de años anteriores y ofrecido a los touroperadores lo que es el nuevo producto inclusivo y totalmente accesible con el nuevo museo del vino y la experiencia 4D En tierra de sueños. A ello hemos unido una serie de experiencias enoturísticas inclusivas orientadas a agentes y medios y con la posibilidad de ser contratadas para grupos o individualmente. También nos hemos orientado al turismo de reuniones y congresos, donde Rioja Alavesa es un destino propicio para todo este tipo de eventos y con una serie de instalaciones idóneas.

La experiencia de Villa Lucía le hace contar ya con el bagaje suficiente a la hora de enfocar la oferta hacia ese campo de la inclusión.

-Vamos a cumplir 20 años desde la inauguración del Centro Temático del vino Villa Lucía y la evolución ha sido tremenda, tanto en la oferta como en la demanda que hemos tenido que dar. Nos hemos adecuado para dar respuesta al turismo familiar y ofrecemos propuestas que facilitan la convivencia de mayores y pequeños. En la vertiente de reuniones y congresos, todo ha cambiado un montón y nos hemos tenido que adaptar. Lo mismo sucede con la cuestión de la inclusividad. Si inicialmente éramos un lugar accesible, hemos tenido que evolucionar y ofrecer algo que ha pasado a ser único en el mundo en lengua castellana. Ahora en estas jornadas de Fitur tratamos de coger ese nicho de mercado para que venga a Álava y tenga la ocasión de disfrutar de todos esos servicios que se dan.

A buen seguro ya tiene pensada alguna celebración de esas dos décadas de Villa Lucía.

-Vamos a reconocer a todas las personas y entidades que nos han ayudado a andar ese camino a lo largo de estas dos décadas y han sido un apoyo fundamental para el trayectoria recorrida.

Los premios otorgados a Villa Lucía vienen a corroborar que se trabaja en la línea correcta.

-No esperábamos este impacto y, ni mucho menos, tantos premios. El mayor reconocimiento es el que nos brindan aquellos clientes con algún tipo de discapacidad, cuando se pueden acercar a experiencias sensoriales de la cultura del vino y de Rioja Alavesa de un modo diferente y desconocido para ellos hasta ahora. La emoción con la que lo viven y la gratitud con la que se expresan es para Villa Lucía el mejor reconocimiento que puede obtener.

Tendrá también en su cabeza hacia dónde deben orientarse los nuevos pasos de Villa Lucía tras asentarse en ese nuevo nicho de mercado que han abierto.

-Nos vamos a centrar en trabajar muy fuerte con el tema inclusivo y de accesibilidad total. Crearemos nuevas experiencias. En lo referido al tema de eventos y reuniones, el turismo Mice, incorporaremos nueva tecnología a lo largo de este año y sacaremos una batería de nuevas actividades relacionadas con la inclusividad y el mundo de la enogastronomía.

¿Es capaz de condensar en una sola frase el recorrido y crecimiento de Villa Lucía en estos 20 años?

-Es muy difícil y complicado. Sí que puedo afirmar que hemos trabajado con ilusión, respeto y amando siempre a Rioja Alavesa.

A lo largo de estos 20 años ha llegado la eclosión y consolidación turística de Rioja Alavesa.

-El proyecto de la Ruta del Vino de Rioja Alavesa fue innovador y todo un referente a nivel estatal. Ha servido para colocar a Rioja Alavesa en un pequeño pedestal pero hay que seguir trabajando y no podemos morir de éxito. El sector turístico debe ser capaz de formarse para atender mejor y ofrecer cosas diferenciadoras y memorables para satisfacer y sorprender a los visitantes y clientes que nos visiten.

¿Aún tiene margen Rioja Alavesa para aumentar ese tirón turístico en la comarca?

-Puede seguir creciendo y tenemos que hacerlo con imaginación, cabeza y, desde luego, con prudencia. No podemos matar la gallina de los huevos de oro con servicios que no estén acordes a las expectativas que espera encontrarse el turista en Rioja Alavesa. Para eso es muy importante que todos trabajemos en red, en la misma línea y contemos con la cooperación institucional y entre las empresas del sector. Hay que trabajar con esa formación, como la está dando ya la Ruta del Vino, para lograr ser un espacio y un destino diferente, bien formado y que cumpla las expectativas que nos visiten en cada establecimiento.