vitoria - “Yo clasifico según el juego. Oigo bingo y me imagino a la señora. Oigo Reta y me imagino a un joven con chándal. Oigo tragaperras y digo: señor gris en un bar con vino y cigarro. Sí, no sé, según el juego”. Quien pronuncia esta frase es uno de los participantes en el estudio Jóvenes y juegos de azar elaborado por el Observatorio IV Plan Joven del Ayuntamiento de Vitoria. Un análisis en el que se propone que las máquinas tragaperras y de apuestas instaladas en los locales de hostelería incorporen un sistema de control por edad similar al de las expendedoras de tabaco. A partir de los datos recabados entre dos segmentos de población, adolescentes -entre 13 y 15 años- y jóvenes -entre 16 y 22 años- de la capital alavesa, el informe señala que los primeros juegan más en el medio online y en locales de apuestas, ocultan sus hábitos a sus figuras parentales y, en juego presencial, participan más en casino, apuestas de frontón y deportes rurales y tragaperras. Dentro del segundo grupo, los varones son más activos y participan con mayor frecuencia en bares y casinos online. Les gustan las apuestas deportivas, los juegos de cartas y de casino. Y las tragaperras. Gastan más dinero en cantidad y porcentaje y algunos de ellos tienen la intención de dedicarse al juego de forma profesional, por lo que en ocasiones hacen uso de los tipsters.

En términos generales, el estudio informa de que el porcentaje de jóvenes que participan en juegos de azar en Vitoria es menor que el de otros estudios similares realizados en otras ciudades. “Sin embargo, se percibe un gran número de participantes que comienza a jugar siendo menor de edad. Dada la situación de vulnerabilidad en la que se pueden encontrar estos menores, es importante tener en cuenta a este sector de la población y desarrollar medidas que controlen su participación en juegos de azar, más allá de la prohibición legal”, expone. Por ello, entre sus conclusiones, propone “incluir un sistema de bloqueo en las máquinas de juego, de forma que sea necesario solicitar a un trabajador del establecimiento su encendido y éste pueda pueda corroborar la mayoría de edad”.

En el caso de los adolescentes, las mujeres comienzan a jugar a edades más tempranas y juegan más al bingo, a los juegos del estado y de la Once. Juegan más acompañadas, habitualmente junto a su pareja, su madre u otros familiares. Por último, comparten la opinión de que “la suerte no existe” en mayor medida que los hombres.

Entre los adolescentes que han jugado en el último año, la media de edad con la que reconocen haber empezado es de 12,09 años. Las edades más puntuadas son 14 y 15 años. En el caso de los jóvenes, un 60.3% de la muestra empezó a jugar siendo menor de edad, con una media de 15,82 años.

presencial En lo que se refiere a juego presencial, la mayoría de los adolescentes juega en los bares (57.8%); un 11.1% en casa; un 6.7% en salones de juego o casinos; un 6.7% en locales de apuestas; y un 6.7% en el estanco. Otro 22.2% indica que lo hace en “otros lugares”, aunque el tipo de juego practicado es siempre el bingo.

Los jóvenes frecuentan los bares y los salones de juego o casinos, que atraen a un 56.4% y a un 54.1% de quienes juegan, respectivamente; los locales de apuestas recogen menos adeptos, un 21.1%, y la categoría “otros lugares” representa el 14.3%.

El 65.3% de los adolescentes realiza apuestas deportivas; el 26.5% juega al bingo; el 16.3% a juegos de cartas; un 8,2% a juegos del Estado, porcentaje idéntico al de los que juegan a las tragaperras. En los salones de juego o casinos juega un 6.1% y a los juegos de la ONCE, así como a los de frontón y deportes rurales, un 4.1%, respectivamente.

El 50.7% de los jóvenes efectúa apuestas deportivas; el 46.3% juegos de casino; el 26.5% sigue los juegos del Estado; el 23.5%, bingo; el 23.5% tragaperras; el 22.1% los juegos de la ONCE; el 17.6% juegos de cartas; y el 4.4% apuestas de frontón y deportes rurales. Más de la mitad de los adolescentes, un 52.6%, juega en la casa de apuestas RETA, un 15,8% en Kirolbet, un 5.3% en 888 y un 5,3% en Bet365. La mayoría, el 73,5%, realiza apuestas deportivas, un 21.2% juega a las cartas, un 10.5% a juegos de casino y un 5,3% a la ONCE y las tragaperras online.

En cuanto a los jóvenes, un 76.4% juega en RETA, seguida de Kirolbet (32.7%), Bet365 (29.1%), 888 (16.4%), otras páginas web (7.3%) y BWIN (3.6%). La mayoría realiza apuestas deportivas (77.5%), aunque los juegos de casino se llevan otro 42.5%, los juegos de cartas un 35% y las máquinas tragaperras un 30%. El resto de juegos muestran un porcentaje igual o inferior al 10%.

El 41.8% de los adolescentes que admiten haber jugado en el último año lo han hecho con dinero ficticio. En este capítulo destacan las apuestas deportivas (62.5%), los juegos de cartas (50%) y los juegos de casino (25%). Un 30.2% de los jóvenes jugado con este mismo tipo de dinero ficticio, mayoritariamente en simulaciones de juegos de cartas (51.1%) y de apuestas deportivas (46.8%). Destacan también las de juegos de casino (36.2%) y las de máquinas tragaperras (23.4%).

conocimiento de los padres La mayor parte de los adolescentes asegura que sus padres saben que participan en juegos de azar (64.8%). Únicamente el 3.7% reconoce que les miente. El 77.8% de los jugadores activos en el último año afirma que sus progenitores saben que lo hacen y nadie dice mentir. En el colectivo de jóvenes, un 84,6% refiere que tanto su entorno cercano conoce sus costumbres con el juego y un 73,3% señala que sus padres saben que participan en juegos de azar. Un 8.8% afirma que el tema nunca ha surgido en su entorno cercano y un 17.8% con sus progenitores, mientras que un 0.7% manifiesta mentir a su entorno y un 3.7% a sus progenitores.

Entre los adolescentes, sólo un 1% de los encuestados dice consumir sustancias estupefacientes, aunque casi un 40% asegura consumir alcoho. El porcentaje de consumo de drogas ilegales se eleva al 5%. Un 18.9% afirma no consumir alcohol y un 64.1% sostienen no fumar tabaco.

Los motivos que impulsan a jugar a los adolescentes son la búsqueda de emociones positivas (70.8%), el afrontamiento -esfuerzos que realiza el individuo para hacer frente a situaciones estresantes, así como para reducir el estado de malestar que produce el estrés- (4.2%), seguida de ganar dinero (38.9%) y socializar (30.6%). En el caso de los jóvenes, la motivación más compartida a la hora de adentrarse en el mundo de las apuestas es la de ganar dinero(47.5%). Muy por detrás se encuentran la búsqueda de emociones positivas, los motivos sociales y el afrontamiento. La mayoría de los participantes en el estudio comparten la idea de que los juegos de azar están “muy extendidos” y que son “accesibles”. Además, para muchos, los juegos de azar se han “normalizado” en la sociedad, principalmente a través de la publicidad.

Porcentaje menor. En términos generales, el estudio concluye que el porcentaje de adolescentes y jóvenes que juegan en Vitoria es menor que en otras ciudades.

Bares. La mayoría de los adolescentes y jóvenes que juegan con dinero lo hacen en las máquinas de los bares, de ahí la propuesta realizada.

Apuestas. Tanto el colectivo de adolescentes como el de jóvenes gasteiztarras tiene como preferencia las máquinas de apuestas deportivas.