Vitoria - Las aulas del colegio Marianistas de Vitoria han sido escenario a lo largo de los dos últimos meses de una pionera experiencia en la que sus alumnos de segundo curso de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) han conocido de primera mano y trabajado con una novedosa herramienta para luchar contra el acoso escolar en las aulas. Bajo el nombre de Buscando el éxito, se han adentrado en un “juego y planteamiento que reta a la persona a probar y adentrarse en la acción a través de la diversión”, explica su creadora, Rosana Perea, en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

En plena era de la tecnología digital los alumnos de Marianistas han tenido “la mejor ayuda del entorno virtual que ellos tan bien conocen” como las aplicaciones de Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat, YouTube y WhatsApp para instruirles en la manera de cómo hacer un buen uso del entorno virtual”, apostilla Perea. El perfil de alumnos escogidos en esta pionera iniciativa, que ha desarrollado a cabo el vitoriano centro de Marianistas, ha sido los jóvenes con edades comprendidas entre los 13 y 17 años con una “satisfactoria respuesta por su parte, demostrando una gran implicación e interactividad en la herramienta”. Las encuestas que ha repartido entre la treintena larga de alumnos con los que ha trabajado este último mes así lo confirman. “El 94% ha admitido que este juego les ha servido para aprender algo nuevo, reflexionar y darse cuenta cosas novedosas”, admite con satisfacción la responsable de esta iniciativa.

No quedan ahí las alabanzas que los propios participantes han lanzado al programa que ha experimentado el centro gasteiztarra de Marianistas. El 87% ha reconocido que el juego les ha servido para ayudar a mejorar las relaciones entre compañeros. “Ha habido también una parte importante del alumnado que se ha quedado con ganas de haber recibido más teoría, pero eso también es lo bueno de esta herramienta, que sirve para apretar ese interruptor y les lleve a buscar por su cuenta la información que más les preocupa”, agrega.

No puede contar el programa Buscando el éxito con mejor aliado que el teléfono móvil. Su presencia en las manos de los alumnos es obligada e imprescindible durante los 50 minutos que dura cada una de las cuatro sesiones. “La idea es dar mecanismos a los adolescentes para que sepan moverse perfectamente por ese entorno”. Se trata de un juego que tiene lugar con los alumnos divididos y repartidos en varios grupos por el aula y con su smartphone en ristre. A pesar de competir en diferentes equipos, todos los alumnos participantes tienen como “objetivo común alzarse con la denominada medalla de oro que les ha de servir para lograr sobrevivir en el planeta Tierra con el éxito necesario”.

A pesar de ser un juego en el que están presentes de manera notable las nuevas tecnologías, existe también una parte tradicional con varios tableros de juego repartidos entre los diferentes grupos. “Además, se encuentran con factores como el azar o el tiempo que son los que, en ocasiones, les van a servir de ayuda y en otras de lastre para ir progresando en su camino hacia el éxito final”. Para llegar a esa ansiada medalla de oro deben ser capaces de superar cada uno de los 63 diferentes retos, repartidos en cuatro niveles. En cada uno de ellos, se enfrentarán a distintos desafíos y para su superación deben encontrar las respuestas en diferentes redes sociales y páginas web, actuando de acuerdo a las fortalezas que cada nivel les va a requerir.

En esta parte entra en acción la presencia e importancia del teléfono móvil. “Con ellos se les orienta a trabajar en su propia identidad digital y que sean capaces de descubrir todo lo que tienen a su alcance”, relata Perea. Se plantean situaciones donde los participantes tienen que hacer un uso adecuado de las redes sociales y del ciberespacio, mostrándoles alternativas al uso que habitualmente hacen. “Tienen un entorno virtual para trasladarles de lo global a lo local y se les guía para que se adentren, por ejemplo, en portales de juventud gracias a los que poder informarse de todo lo que tienen a en el entorno más cercano”. Se les insta a que despierte en ellos un “pensamiento crítico” para que dispongan de las herramientas con las que hacer un uso correcto del universo virtual que les es tan conocido desde su nacimiento. “Es importante crear alumnos que sepan valorar para tomar decisiones y orientar su vida de acuerdo a lo que ellos y ellas van descubriendo por sí mismos. “Alumnos capaces de reflexionar, de saber lo que es valioso, capaces de cuestionarse, de hacerse preguntas relevantes y significativas, de buscar más la pregunta que la respuesta, en definitiva”, apostilla Perea.

resiliencia y gamificación Este juego se fundamenta también en un trabajo indirecto de los conceptos “aunque no por ello se simplifica el objetivo final”. Su autora se apoya en conceptos novedosos y que empiezan a cobrar un peso notable como la resiliencia, la gamificación o el entorno virtual y que sirven para tratar de prevenir las conductas que pueden acabar en acoso. “Buscando el éxito es un juego cooperativo que fomenta el desarrollo de la resiliencia, enlazando el entorno virtual con el entorno físico a través de una estrategia de gamificación”, define Rosana Perea en un glosario de palabras en los que mezcla y aglutina conceptos.

La resiliencia es un término utilizado en la psicología desde los año 70 para “demostrar que las personas desarrollan capacidades para aceptar sucesos trágicos, enfrentando la realidad y venciendo la adversidad. La persona resiliente tiene o crea estrategias propias para salir fortalecida de la adversidad”. En esta línea, argumenta la creadora del juego, un caso real en el que “diversos alumnos de un centro pusieron en una red social que una chica era la más fea del centro y ella se hizo fuerte en ese mismo medio para conseguir dar la vuelta a la situación y salir fortalecida”, rememora. Esta circunstancia motivó a Rosana Perea a poder trasladar a las aulas esa capacidad para fomentar, crear y desarrollar la resiliencia. “La escuela debe mostrarse como un espacio idóneo donde promover dichos procesos, por lo que merece la pena inventar propuestas que lancen a las personas hacia la resiliencia”.

La mejor estrategia para fomentar el desarrollo de la resiliencia es otro novedoso concepto como la gamificación. “Se basa en incrementar de forma considerable la motivación y participación de las personas en diferentes grupos y actividades, reforzando la conducta para solucionar un problema u obtener un objetivo”, concreta Perea. Aplicados en el aula todos estos mecanismos ayudan a modificar las conductas de los alumnos según las distintas situaciones que se pretendan. Además su diferencia con el juego tradicional es que ésta muestra un espacio de juego más atractivo y motivador que el tradicional.