El karate es una de las artes marciales más reconocidas y difundidas a nivel mundial. Para buscar sus orígenes hay que remontarse al siglo XVI en las islas Ryūkyū, conocidas actualmente como Okinawa. Los gobernantes japoneses de esa época establecen fuertes leyes para prohibir a los habitantes de la isla portar armas como una señal de paz para la unificación de los pueblos japoneses. En este contexto, los habitantes de las islas Ryūkyū perfeccionan el estilo tuidi (mano) de autodefensa básica tradicional en que el cuerpo es la propia arma, añadiéndole diferentes aspectos de técnicas de combate chinas, filipinas, tailandesas e indonesias. En el siglo xx este estilo marcial fue influenciado por varios conceptos técnicos, tácticos y filosóficos procedentes de algunas de las artes marciales japonesas modernas como el kendo, el judo, y eventualmente el aikido.
Inicialmente este arte marcial apenas era conocido como Ryu Kyu Kempo (Boxeo chino), pero al obtener un estilo más o menos propio empezó a ser designado con el nombre de karate o karate-do.
La primera escuela y estilo que se conoce es el Karate-do Shotokan, el cual fue creado por Gichin Funakoshi, en compañía de su hijo Yoshitaka Funakoshi, desde finales del siglo XIX a comienzos del siglo XX. Gichin agregó una ideología basada en el pensamiento del filósofo Confucio y el código Bushido samurái; que se encargaría de fortalecer el espíritu y mente del luchador. En la actualidad existen 15 diferentes estilos de karate reconocidos. A pesar de que el objetivo de la mayoría de artes marciales es el de derrotar al mayor número de enemigos posible, el karate busca ante todo el dominio de las técnicas de autodefensa, rechaza cualquier forma de violencia
Debido a la cantidad de practicantes en el mundo (aproximadamente 50 millones de personas) y las numerosas competiciones de exhibición, desde principios de la década de 1970 ha habido muchos intentos de incorporar este deporte a los Juegos Olímpicos, aunque no lo logró hasta los Juegos de Tokyo 2021.
El Karate en Álava, imparable
Si Ángel Daza, tiene que definir la situación del karate en la provincia satisfacción es la palabra que elige. Que este deporte se haya puesto ya en números iguales o superiores a los que tenía antes de la pandemia y que vea «el arraigo que este deporte tiene», le ayudan a establecer esta idea. «Esto es un estilo de vida, una formación de valores y ver que eso cala y se mantiene con los años es para estar contento», asegura. «Trasladamos una filosofía que potencia el carácter, en el que se refuerza la idea de esforzarse y hacerse cada vez mejor aumentando tus capacidades. Hay mucho de ayuda mental, de refuerzo. No solo es deporte y por eso siempre va a tener demanda», explica el presidente.
LICENCIAS
En cuanto a números, la Federación alavesa de karate tiene algo mas de 400 licencias, con 60% hombres y un 40% mujeres mas o menos, y en deporte escolar tiene alrededor de 600 niños. «Por número de licencias, por porcentaje de población, somos la Federación más fuerte de Euskadi. Tenemos muchísimas licencias en relación a la población que tenemos», asegura, antes de concretar que la entidad deportiva «está bien económicamente y deportivamente estamos muy fuertes». En la actualidad en Álava hay 7 clubes, unos con más peso y volumen de gente y otros con menos, y en varios colegios se oferta esta actividad también. «La mayoría de la gente se concentra en Vitoria-Gasteiz y hay otro foco importante en Llodio», explica antes de reconocer que el hecho de que solo puedan impartir clases cinturones negros obliga a garantizar el relevo en esa línea con formaciones.
COMPETICIÓN
Aunque Daza pone el foco en el karate como estilo de vida y en sus beneficios en la vida cotidiana más que en los logros deportivos, estos también existen y son importantes. «Hemos enviado a dos karatekas alaveses al Campeonato del mundo y a otros dos al Campeonato de Europa, junior y cadete. Además estamos participando en una liga mundial que se desarrolla a lo largo del año en diferentes paises», finaliza el presidente alavés.
Algunos detalles
- El karate tiene dos modalidades: Kumite y Kata.
- Kumite: Se enfrentan dos karatekas que deben dar una serie de golpes en el área objetivo del cuerpo de su oponente con energía y precisión. Gana el que acumula ocho puntos más que su oponente durante el combate o el que suma más puntos en el tiempo asignado. En caso de empate, el competidor que se anotó el primer punto es el ganador. Si ninguno suma, el vencedor será declarado por decisión de los jueces.
- Kata: Las katas son una serie de movimientos ofensivos y defensivos dirigidos a un oponente imaginario. Los competidores eligen la kata que exhibirán de entre las 102 reconocidas por la Federación Mundial de Karate. Desde enero de 2019, el sistema de puntuación consiste en que siete jueces puntúan la kata (la parte técnica y la atlética), pero se desechan las dos mejores y las dos peores notas. Las tres que quedan en el medio se suman para determinar la puntuación final y, por lo tanto, quien gana.
- Equipamiento: El karategi o kimono es blanco y se compone de chaqueta, pantalón y cinturón. Para la competición, el de Kumite es más ligero y el de Katas, más grueso y pesado.
- Protecciones que se deben llevar: guantillas, protector bucal, protector corporal, protector tibial, protector de pie y coquilla optativa.
- El espacio de competición se llama tatami y las piezas que lo componen deben ser antideslizantes y suficientemente gruesas para soportar las caídas de los contendientes. Debe tener las siguiente medidas: 1,025m x 1,025 m x 15mm.