Empezó a jugar al ajedrez de niño y llegó a crear en Izarra una asociación cultural en la que hacían torneos, pero reconoce que desde que desarrolla labores ejecutivas juega poco y, pese a tener ficha federativa, lo hace como aficionado porque tampoco ha tenido al ajedrez como un elemento de soporte vital. Estudió en la Universidad, ha hecho algunas investigaciones, ha tenido su trabajo, ha sido entrenador de baloncesto y le ha gustado siempre leer mucho, el cine, la música y la cultura en general, por lo que el ajedrez ha sido una opción más para él. Sin embargo, desde su posición, y apoyado por los clubes alaveses, trabaja para que más personas se sumen al ajedrez y busca diferentes fórmulas para ello.
¿Recuerda cómo y por qué llegó a la presidencia?
Mi hijo jugaba en Olabide y me fui involucrando y creamos hasta un club. Me fui acercando a la Federación también haciendo algunas cosas y, como allí estábamos gente de los 8 clubes y hace unos 10 años vieron que tenía capacidad y me resulta sencillo la resolución de problemas, el papeleo y la coordinación me dijeron "te toca" y aquí estamos. De todos modos, tenemos un grupo de comunicación, con un representante de cada club y las cosas se resuelven sin discrepancias, normalmente.
¿Qué competiciones se llevan a cabo desde la Federación?
Hacemos un campeonato de equipos al año, un absoluto individual, uno juvenil y uno cadete, se hacen todos los campeonatos escolares, los campeonatos de rápidas, el campeonato femenino y pusimos en marcha uno de discapacidad en el que había 5 personas, pero que era interesante que estuviese. Además, hemos hecho alguna cosa en algunos centros para sacar un poco a la calle lo que es el ajedrez, en el sentido de las virtudes terapéuticas y educativas que tiene, también hemos estado en una exposición de juegos que hizo la Vital con partidas a ciegas, conferencias y otra cosillas.
¿Descentralizar el ajedrez de Vitoria también es una idea a ejecutar?
Hace muchos años se hacía ajedrez escolar por los pueblos, había algún programa para fomentarlo porque es cierto que, sobre todo el ajedrez escolar, está muy circunscrito a la capital y es un poco triste. En adultos tenemos un equipo al lado de Miranda y en la zona de Valdegovía han mostrado interés por crear algo desde cero y, cuando proceda, competir. Veremos cómo va la cosa.
¿Es el ajedrez un deporte de gente mayor?
Ahora mismo estaremos unos 115 federados y unos 145 escolares, pero jóvenes a corto medio plazo no hay nadie con excesivo potencial. El ajedrez implica mucho esfuerzo y vocación de aprender. Quien lo tiene evoluciona y quien no lo deja. Para los jóvenes, cuando los estudios se vuelven más exigentes, es complicado compatibilizar todos los esfuerzos y suelen abandonar€ Es complicado atraer gente joven, pero habrá que seguir intentándolo.
¿Series como Gambito de dama han servido para despertar interés por el ajedrez?
Se nota. La serie ha tenido un boom tremendo y ha repercutido en su conocimiento, aunque el ajedrez está muy presente a nivel publicitario, a nivel de discurso político€ Se habla de enrocarse, de jaque al rey, cuando se habla de movimientos estratégicos con anticipación se cita al ajedrez, en muchos anuncios salen piezas de ajedrez€ Aunque no se juegue tanto y no sea algo mayoritario, forma parte del lenguaje cotidiano. Hay una asociación directa con la inteligencia, con la previsión. Tiene una imagen muy positiva.
¿Cómo se logra usar la imagen positiva del ajedrez para enganchar a más gente?
Pasar de esa imagen positiva a que juegue más gente no es fácil. Creo que un camino para lograr avances puede ser visibilizar sus virtudes en su vinculación no sólo con el juego, con el deporte, sino con la música, las matemáticas, con el tratamiento de cierto tipo de enfermedades psicológicas, con el Alzheimer€ Hay un proyecto por ahí que veremos dónde llega. Si estos aspectos se difunden, será un elemento más que puede ayudar a sumar.
¿Y está el ajedrez alavés preparado para ese aumento que se busca?
Pues es una buena pregunta porque tenemos un problema con el monitorado y si exigiésemos que todos los monitores/as tuviesen título el problema sería mayor. No hay muchos y casi todos los centros quieren impartir esta práctica en los mismos horarios, sobre todo a mediodía después del comedor y es complicado satisfacer esa demanda.