8 de agosto de 1933

a historia de hoy nos sigue demostrando que cualquier tiempo pasado fue diferente. Que cada uno de Uds. piense si era mejor o peor, lo que está claro es que era distinto. La aventura de hoy es el relato de un personaje que amaba al Deportivo Alavés. Pero dejemos que Ciriaco Errasti nos cuente su llegada a Gasteiz: “Fue una cosa totalmente casual. Al ir a hacer el servicio militar me destinaron a Vitoria y entonces fiché por el Alavés”.

El eibarrés firma por un conjunto que en sus comienzos no hace más que ganar y ganar: “Como equipo no teníamos rival. No había color porque casi siempre vencíamos nosotros debido a que poníamos un tesón y una voluntad tan admirable, durante los noventa minutos, que ya la quisieran para sí algunos conjuntos de ahora”.

Su única satisfacción en Mendizorroza era jugar y jugar: “Fui al Deportivo Alavés para pasar la ‘mili’ y disfrutar agradablemente cada domingo de un partido de fútbol. Ni pensaba ni soñaba en hacerme profesional, jugaba por pura y simple afición”. Años más tarde seguía recordando su etapa futbolística en Vitoria y su dupla defensiva con su ‘alter ego’ Jacinto Quincoces: “El fútbol era más espectacular, más emocionante, más duro, pero más noble y el jugador estaba libre. A “Chari” y a mí nos llegaban cinco delanteros y podíamos con ellos. Hasta el portero, incluso, disfrutaba”.

Ciriaco Errasti Suinaga debuta oficialmente en el Deportivo Alavés el 4 de octubre de 1925, en Mendizorroza, en encuentro correspondiente a la Serie ‘B’ de Vizcaya. El rival es el Padura Club de Arrigorriaga, que cae derrotado por 3-1 frente a los albiazules. De aquel once todos son debutantes excepto tres: Crespo, Espada e Indalecio Fernández, que ya habían disputado aquella famosa Fase de Ascenso de junio de 1924.

Aquella tarde victoriosa se estrena el primer trío defensivo albiazul -portero y dos defensas- que recitan de memoria los chavales de entonces: ‘Juanito’ Díaz; Ciriaco y Quincoces. Con el Deportivo Alavés Ciriaco irá conociendo nuevas categorías en el mundo del fútbol: Serie ‘A’ de Vizcaya, Campeonato de España, Segunda y Primera División. El 1 de enero de 1930, siendo futbolista albiazul, se convierte en el cuarto jugador internacional que da la escuadra de Mendizorroza.

Traspasado junto a Quincoces y Olivares al Real Madrid en el verano de 1931, el 8 de agosto de 1933 -siendo ya once veces internacional absoluto- acude solícito a la llamada del Deportivo Alavés, que padece una crisis económica de proporciones colosales. Con el equipo albiazul descendido a Segunda División y casi sin ningún futbolista referente de los ‘viejos y buenos’ tiempos, aquellos ‘bravos futbolistas que dieron brillo a Mendizorroza y Vitoria’ se reúnen para intentar sacar unas pesetas para la caja del club.

El campo vitoriano se estremece con las pisadas de Beristain, Ciriaco, Quincoces, ‘Euskalduna’, ‘Fede’, Modesto, Crespo, Olivares y Lecue -alguno ya retirado- que vuelven a enfundarse la zamarra albiazul. Pero la alegría no es plena en el reencuentro, ya que al comienzo de la segunda parte Ciriaco se lesiona. Al principio parece una simple torcedura de tobillo, pero la lesión no cura y le obliga a permanecer -eran otros tiempos- tres semanas en cama. Ciriaco no reaparecerá en partido oficial con el Real Madrid hasta el 25 de febrero de 1934 y con la selección nacional regresará -estuvo a punto de perdérselo- en el Campeonato del Mundo de Italia el 27 de mayo de 1934. ¡Gesto grande el de Ciriaco!

Antes de que llegase Ciriaco a Vitoria lo hizo su primo Patxi Errasti. También llegó para realizar el servicio militar obligatorio. Comenzó jugando en el Regimiento de Cuenca, para pasar más tarde al Alavés con el que jugó 57 partidos oficiales.

Tras el ascenso a la Serie ‘A’ de Vizcaya Julián Echenique, poeta local, dedicó unos versos a los Errasti: “¡Para los primos Errasti, dos primos que son dos tíos, dos tíos con toda la barba! ¡Ciriaco: siempre bien puesto! ¡Patxi: siempre bien dónde le mandan!” .

También podía haber escrito sobre...

8 de agosto de 1920.

Partido del Sport Friend’s en el Campo de Cervantes frente al Recreation Club (3-3) de Logroño.

8 de agosto de 1981.

La Real Sociedad, flamante campeón de Liga, juega en Vitoria a beneficio del Alavés (0-3).

8 de agosto de 1985.

Moratoria de la LFP y AFE hasta el 13 de agosto. El Deportivo Alavés adeuda 28 millones de pesetas.