Al acecho del gigante herido

La visita de un trasatlántico como el Real Madrid siempre es sinónimo de máxima exigencia para el Deportivo Alavés. Ante rivales así, la lógica siempre juega en contra, pero de nada sirve enfrentarlos con una mentalidad derrotista. Menos aún siendo un equipo que, si algo ha demostrado hasta ahora, es que puede plantar cara a cualquiera. El Barça lo sabe bien, por mucho que saliera victorioso de la cita.

En el encuentro de esta noche (21.00 horas), además, hay varios factores que juegan del lado del cuadro albiazul. Ya el hecho de que se dispute en Mendizorroza es positivo. Aunque son ya dos rivales los que han podido asaltar esta temporada el feudo gasteiztarra (Sevilla y Celta), lo cierto es que el Glorioso se ha mostrado fiable ante su gente. Así lo demuestra que sea el octavo mejor local de Primera División.

Otro aspecto a destacar es que el Alavés ya ha superado el pequeño bache de resultados que sufrió durante el mes de noviembre.La victoria en el derbi contra la Real Sociedadha sido el premio a la insistencia del vestuario y, ya encaminados de nuevo en la senda del triunfo, la confianza es plena en que se puede acabar el año con buenas sensaciones, según afirmó Antonio Sivera en sus últimas declaraciones.

Por supuesto, también debe tenerse en cuenta la situación en la que llega el Madrid al Paseo de Cervantes. Su técnico, Xabi Alonso, tiene a Dani Carvajal, Trent Alexander-Arnold, Éder Militao, David Alaba y Ferland Mendy lesionados y tampoco podrá contar con Álvaro Carreras ni Fran García, expulsados ante el Celta. 

Es decir, los blancos llegan con la retaguardia en cuadro a su cita con el conjunto babazorro, aunque en el último momento recuperan a Huijsen y Rudiger también se encuentra disponible. El joven Valdepeñas se perfila como el flanco más débil en la izquierda si finalmente es titular.

Además, no son pocas las voces que están desestabilizando el proyecto que el entrenador tolosarra comenzó en verano. Pese a que sus hombres se llevaron el clásico hace no mucho, el hecho de solo ganar uno de sus últimos cinco partidos de Liga ha provocado que su puesto se tambalee. Antes de su visita a Mendizorroza, los madrileños son segundos y están a cuatro puntos del Barça, en plena racha.

Ahora bien, esto último constituye un arma de doble filo, pues ese orgullo herido puede hacer que el Madrid salga enrabietado al césped gasteiztarra y ofrezca su mejor versión. Lo haga o no, el Alavés es consciente de que todo lo que no sea dar el cien por cien supondrá quedarse sin opciones de dar la sorpresa. Y, aun dejándose todo sobre el verde, también es posible que su esfuerzo se quede sin premio.

Además, el Real Madrid tendrá arriba toda su dinamita, ya que Mbappé finalmente será de la partida en Mendizorroza tras sus problemas físicos que le impidieron jugar ante el City en la Liga de Campeones. Su simple presencia ya obliga a estar con las orejas tiesas a todo el mundo.

El acierto en las áreas, como siempre, será clave para los albiazules. Es muy probable que el Glorioso disponga contra la escuadra blanca de mejores ocasiones que ante rivales más humildes, pero debe aprovecharlas, lo cual no hizo en el Camp Nou. Si mejora su puntería arriba y mantiene el nivel defensivo de toda la campaña, los de Coudet podrán soñar con matar al gigante y mirar hacia arriba en la tabla. 

Como es habitual, no se espera una revolución en el once titular por parte del Chacho. Lo más lógico, visto que el 4-1-4-1 ha dejado buenas sensaciones en las dos últimas jornadas, es que dé continuidad a ese dibujo. La única novedad clara es la entrada de Antonio Blanco en lugar de Ander Guevara. Cumplida ya la sanción por ciclo de tarjetas, no hay motivos para que el cordobés no recupere su puesto. Además, otro que también regresa a la convocatoria tras superar las molestias en la rodilla es Jon Guridi.

Precedentes

Sobre los precedentes entre el Alavés y el Madrid en Mendizorroza, la balanza se inclina claramente en favor de los visitantes pese a que en las dos últimas campañas vio cómo Nacho y Mbappé eran expulsados.

El balance de los albiazules es de tres victorias, dos empates y 17 derrotas. Cada triunfo local, eso sí, ha sido memorable. Cómo olvidar el gol de Manu García en el curso 2018-19 o el de Manolo Serrano en la Copa de 1998. Baltasar Albéniz también hizo de las suyas en la 1930-31.