El Deportivo Alavés de Eduardo Coudet es esto: un equipo capaz de superar con merecimiento a la revelación de la temporada (Espanyol), pero también de caer en casa del colista (Girona), ofreciendo encima una imagen muy mejorable. Aunque reaccionaron tras el descanso, los babazorros no ofrecieron el nivel suficiente como para remontar su pobre primera mitad, en la que Tsygankov marcó el único gol de la tarde en Montilivi (1-0).

Pese a la importante baja de Lucas Boyé por sanción, el Chacho optó por dar continuidad al dibujo de las anteriores jornadas. El único cambio respecto al once que inició contra el Espanyol fue Mariano Díaz y no fue de la partida Jon Pacheco, en la convocatoria aun habiéndose roto los ligamentos de su hombro izquierdo hace menos de dos semanas, durante la derrota a domicilio frente al Rayo Vallecano.

Los primeros compases del encuentro fueron para el Girona. Necesitados de una alegría, los pupilos de Míchel saltaron al césped con todo y lograron encerrar al Alavés durante varios minutos. El marcador, sin embargo, estuvo cerca de moverse en favor de los visitantes: Denis arrancó desde la medular, llegando hasta la frontal, hizo una pared con Mariano y, con todo a favor, disparó a las piernas de Gazzaniga.

Y, como ocurre habitualmente, los gasteiztarras pagaron ese error. Es lo que tiene perdonar en la élite, por muy mal que esté el rival en la tabla. A los 16 minutos, Bryan Gil consiguió hacerse hueco ante Calebe, envió el balón al segundo palo y ahí apareció Tsygankov para, de cabeza, superar a Sivera, tocando su testarazo en el poste. Yusi, como en Vallecas, pudo hacer más defensivamente en esa jugada.

El tanto local dejó muy tocado al Alavés, que no volvió a entrar a la contienda durante la primera mitad. Donde más se notó la incomodidad de los albiazules fue en las transiciones en campo propio. Se perdieron muchos balones, permitiendo al Girona merodear constantemente la meta de Sivera. El propio Gil, asistente en el 1-0, tuvo en sus botas la oportunidad de ampliar la ventaja, pero disparó desviado.

Cuando el colegiado señaló el camino a los vestuarios, el Glorioso se sintió aliviado. Más considerando el resultado. Visto lo visto hasta ese momento, que los locales solo hubieran sido capaces de marcar un tanto fue la mejor noticia. Solo un tiro raso de Aleñá endulzó ligeramente una primera parte demasiado pobre de los pupilos de Coudet. Hacía falta un paso adelante para poder sumar en Montilivi.

REACCIÓN INSUFICIENTE

Y, buscando esa reacción, el Chacho movió el banquillo de cara a la segunda mitad: Guridi, Abde y Carlos Vicente saltaron al césped en lugar de Mariano, Aleñá y Calebe. Unos cambios con la verticalidad como clara apuesta y que pudieron surtir efecto al poco de la reanudación: Blanco, con la testa y a centro del argelino, puso el 1-1, pero su gol, en una acción a balón parado, fue anulado por fuera de juego.

Una pena que esa acción fuera un espejismo de lo que vino después. Pese a las piernas frescas, el Alavés sufrió para crear ocasiones. Cada vez que llegaba al último tercio, las luces se le apagaban. Y este escenario era muy favorable para el Girona. Aun habiendo perdido protagonismo, solo tenía que esperar a un error para salir al contragolpe y matar el partido, visto el escaso peligro de los babazorros.

El Chacho quemó las naves dando entrada al canterano Morcillo en lugar de Denis, recuperando el esquema de dos delanteros, y a Pablo Ibáñez por Yusi. Algo que tampoco tuvo éxito. Quien más cerca estuvo de marcar fue el Girona. Lo hizo, en realidad. Pero el tanto de Stuani quedó invalidado, también por fuera de juego como el de Blanco. No hubo tiempo para más y Cordero Vega señaló el final con el 1-0.