Un joven con recorrido de veterano. Así es César Tárrega, quien a sus 23 años es uno de los puntales de este Valencia. Es el segundo capitán de la escuadra ché y es titular indiscutible para Carlos Corberán, disputando hasta el momento todos los minutos que se llevan jugados en el presente ejercicio. El central de Aldaia las ha visto ya de todos los colores, tanto a nivel deportivo como personal.
Sufre con la trayectoria reciente de su Valencia, pese a llevar dos campañas en la primera plantilla, aunque más grave fue lo que vivió su pueblo, Aldaia, hace un año con la DANA. Implicado desde el primer minuto, tiró de pala para echar una mano en las labores de limpieza de su localidad natal. No tuvo reparo alguno en dejar de ponerse durante varios días las botas de futbolista y calzarse las de goma para ser uno más en las tareas de desescombro.
Viral fue su llanto en Mestalla unas jornadas después, en el minuto de silencio que se guardó con motivo del homenaje que la entidad valenciana tributó a los fallecidos. Tárrega lo sintió todo en sus carnes, como si le hubiese tocado a él o alguien cercano una desgracia de tal magnitud. Enfrente estaba el Real Betis y dio la casualidad que el central valencianista marcó un gol. Se fue directo al banquillo para coger una camiseta y levantarla al cielo con un mensaje de recuerdo a todos los damnificados.
El número de entrevistas que Tárrega tenía horas después fue algo fuera de lo normal, pero él declinó tal oportunidad entendiendo que los verdaderos protagonistas eran los vecinos de todas las localidades afectadas. Quienes le conocen le describen como un tipo serio y al que no le gusta hablar demasiado, prefiere hacerlo sobre el césped. Fichado del Patacona —conveniado del Levante— en edad juvenil, el Valencia supo adelantarse en su contratación. Tampoco es que en dichas categorías fuera un futbolista destacado, pero al menos los responsables del fútbol base vieron en él ciertas cosas que aconsejaron su contratación. Ni siquiera cuando dio el salto al filial fue uno de los destacados, pero supo labrar su camino a base de quemar etapas.
La más importante fue la que protagonizó hace dos campañas, siendo cedido al Real Valladolid. Fue titular indiscutible y parte importante del ascenso logrado por la escuadra blanquivioleta con Pezzolano en el banquillo. La ‘mili’ de ese préstamo le posibilitó regresar el pasado ejercicio al club de sus amores, para convertirse en un fijo para Baraja primero y Corberán después. Porque pese a jugar en un convenido del Levante siendo un chaval, César Tárrega acudía de pequeño a Mestalla a sentir lo que un día deseaba palpar en primera persona. Y ese sueño se hizo realidad. Hasta el punto que le ha permitido incluso debutar con la selección sub’21, con la que ha anotado además dos goles.
COMPROMETIDO CON EL VALENCIA
Ejemplo de profesionalidad y rendimiento, aparecieron este pasado verano llamadas de otras entidades importantes dispuestas a ficharle. Pero Tárrega se sentó primero con el Valencia para tratar de cerrar su continuidad y de paso refrendar una vez más su amor con la entidad ‘ché’. Cerrado el acuerdo hasta 2030, ahora pelea por evitar el mismo sufrimiento que padeció el pasado curso. Desde su atalaya de central, trata cada jornada de impregnar al resto del grupo el carácter necesario para volver a recuperar las señas de identidad que no hace muchos años convirtieron al Valencia en una escuadra que de vez en cuando campeonaba y habitualmente paseaba por Europa su nombre.
Ha llegado ya a los cincuenta encuentros disputados con el dorsal ‘5’ a la espalda y con los galones que ha sumado durante la pasada temporada y lo que va de esta, pronto llegará a ser centenario. Hoy se las verá con Lucas Boyé o Toni Martínez. Que el Deportivo Alavés no prolongue su buen arranque de curso en Mendizorroza es en parte obligación de Tárrega. Otra cosa es que lo consiga. El ‘ADN’ Valencia está representado por el defensor de Aldaia. Dentro y fuera del campo, un ejemplo a seguir para muchos chavales que sueñan con vestir dicha camiseta y seguir sus pasos.