El Elche de Eder Sarabia, la gran revelación del arranque liguero
El conjunto ilicitano no ocupaba la cuarta plaza en Primera desde hacía 55 años y todavía no sabe lo que es perder en este curso
El Deportivo Alavés afronta este domingo (14.00 horas) un examen de altura en Mendizorroza. El conjunto de Eduardo Coudetnecesita cortar cuanto antes su racha de tres jornadas sin conocer la victoria (Sevilla, Getafe y Mallorca), pero el calendario no le ha dado precisamente un respiro: le visita el Elche, la gran revelación de LALIGA en este inicio de temporada.
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Los babazorros han dejado buenas sensaciones en varios de sus últimos partidos, pero los resultados no han acompañado. La escasa capacidad para convertir su superioridad con el balón en ocasiones está pasando factura a un equipo que, pese a competir con seriedad, ve cómo cuenta con menos puntos de los que merece.
La urgencia por ganar es evidente: la clasificación no espera y cada tropiezo pesa más en una competición tan apretada, más todavía en Mendizorroza, donde fallar dos veces consecutivas sería síntoma de que algo no está funcionando.
El problema para el Alavés es que el visitante llega lanzado. El Elche, aun siendo un recién ascendido, ocupa una sorprendente cuarta posición tras su victoria en la pasada jornada frente al Celta. Se trata de una situación histórica: hacía 55 años que el club ilicitano no se veía tan arriba en la máxima categoría. Su mejor arranque de siempre en Primera —invicto en las siete primeras jornadas— confirma que lo del equipo de Eder Sarabia no es casualidad.
La última vez que los franjiverdes ocuparon esa privilegiada plaza fue en la edad dorada de la entidad, cuando llegaron a enlazar doce temporadas consecutivas en la élite. Aquellos registros parecían imposibles de repetir para un club acostumbrado a vivir entre ascensos y descensos, pero esta temporada han irrumpido con fuerza, sumando puntos con regularidad y mostrándose sólidos en todas sus líneas, y con un juego vistoso que está motivando a muchos aficionados ajenos.
Con semejante escenario, Mendizorroza vivirá un choque con dos necesidades muy distintas: el Alavés, urgido por romper la mala racha y reconciliarse con su afición; y un Elche que quiere prolongar un sueño que, de momento, no parece tener fecha de caducidad.