Fichajes estrella del 'Glorioso'

Aunque la temporada finalizó el pasado sábado con el derbi entre Alavés y Osasuna, aún quedaba un encuentro más por disputar en Mendizorroza. Hasta 40 aficionados albiazules pudieron disfrutar este lunes de una experiencia idéntica a la que viven los jugadores profesionales en cada encuentro. Es decir, no solo jugaron el partido, sino que también pudieron cambiarse en el vestuario del primer equipo, saltaron al césped con el speaker cantando sus nombres e incluso se llevaron a casa su propia equipación personalizada.

Mismo ritual que una jornada más dentro del campeonato, con la excepción de que en este caso no estaban Kike García, Guevara, Sivera o cualquiera de los otros jugadores de la primera plantilla albiazul. Los que entraron esta vez a Mendizorroza fueron 40 aficionados del Deportivo Alavés, que pudieron vestirse de corto y vivir por un día la experiencia completa de sentirse pleno jugador del club babazorro.

La felicidad pudo palparse en todos los protagonistas desde el comienzo de la jornada al filo de las 16.00 horas cuando se reunieron en los aledaños del estadio para vivir un sueño de la mano de CaixaBank. Como patrocinador oficial y socio financiero del club albizul, la entidad organizó un encuentro amistoso entre 40 aficionados del Alavés para hacer realidad uno de sus grandes objetivos: acercar el Deportivo Alavés a sus aficionados. 

El director comercial de banca privada de CaixaBank en Euskadi, Ángel Garabieta, recibió a los jugadores para comenzar una experiencia única. “Jugar en este campo es una experiencia que cualquier aficionado albiazul ha tenido en su vida. Y en la jornada de hoy, vais a tener la oportunidad de hacer realidad este sueño y os vais a sentir por unos momentos jugadores del primer equipo con una experiencia que desde CaixaBank denominamos Money Can’t Pay”, aseguró.

La primera sorpresa

Tras la acogida tuvo lugar una visita guiada por todas las instalaciones de Mendizorroza, descubriendo espacios como la sala de prensa, la zona mixta o el palco presidencial. Esta primera etapa finalizó en los vestuarios locales y visitantes.

Aquí llegó la primera sorpresa de la tarde y es que todos los aficionados encontraron una equipación personalizada con su nombre y número favorito para cada uno de ellos, que fue la que utilizaron para disputar el encuentro.

Los móviles, las fotos y las cámaras fueron protagonistas en todo momento porque los aficionados no quisieron desaprovechar esta oportunidad para inmortalizar un momento histórico y que seguramente ninguno de ellos olvidará. Poco a poco, los aficionados comenzaron a cambiarse, no sin nervios ni la emoción de esos momentos previos a saltar al césped como si de jugadores profesionales se trataran.

En la jornada también hubo protagonismo para los entrenadores de ambos conjuntos, Arley De Mingo e Ibon Berasategui, que como es lógico ofrecieron sus charlas y sus instrucciones en los vestuarios. Cuando el cuerpo técnico dio el visto bueno, la plantilla ya se dirigió al túnel que da salida al terreno de juego.

En ese momento, todos los protagonistas sintieron en sus propias carnes los nervios previos al saltar al césped, mientras esperaban en fila. Cuando el colegiado, Miguel Zulaica lo permitió, los protagonistas comenzaron a salir al campo bajo la música habitual que se escucha en cada partido en Mendizorroza. Mientras tanto, el speaker coreó sus nombres, a la vez que se proyectaron en el vídeo marcador junto a sus dorsales.

Tras el pertinente calentamiento, los dos entrenadores, Arley De Mingo e Ibon Berasategui, dieron sus últimas indicaciones antes de que comenzara el partido y los protagonistas pudieran vivir en sus propias piernas lo que siente un jugador de fútbol profesional.

Tras el encuentro, los protagonistas disfrutaron de un exclusivo cóctel en el antepalco de Mendizorroza para reponer fuerzas e intercambiar impresiones entre ellos de lo que fue una jornada inolvidable.