Alavés y Valencia, dos caminos opuestos
Carlos Corberán ha logrado desde su llegada al cuadro levantino la ansiada reacción que se esperaba con Eduardo Coudet en el Deportivo Alavés
Las trayectorias del Deportivo Alavés y el Valencia, rivales por la permanencia, han sido opuestas en los últimos meses. Ambos clubes optaron por cambiar de técnico en diciembre, uno con más motivos que el otro, y esa decisión ha traído resultados muy diferentes a cada equipo.
A falta de nueve jornadas para el final del campeonato, son los chelos que juntan la mayoría de papeletas para salvarse, cuando antes era lo contrario.
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Eduardo Coudet tomó el relevo de Luis García Plaza tres semanas antes de que Carlos Corberán reemplazara a Rubén Baraja. Desde entonces, el argentino ha dirigido 14 partidos de Liga con un balance de dos triunfos, siete empates y cinco derrotas, lo que viene siendo 13 puntos de 42. Es decir, ha empeorado ligeramente los números de su predecesor, que logró 14 puntos de 45; pero, de momento, le sirven para mantener al Glorioso fuera del descenso.
En la capital del Turia, en cambio, la mejora ha sido mayúscula. En el momento que se anunció el fichaje de Corberán, justo después del empate del Alavés en Mestalla, el Valencia era colista con 13 créditos.
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Hoy, poco más de tres meses después, es 15º con más del doble (31). Se podría decir, incluso, que ha abandonado el grupo de claros candidatos a la pérdida de categoría. Todavía puede caer, aunque parece difícil vista su dinámica.
El técnico de Cheste, eso sí, no solo ha conseguido resultados (5V-4E-3D), si bien son lo más importante. A sus mandos, la escuadra che continúa mostrando carencias, lo cual es lógico siendo la plantilla similar, pero desprende un aura muy diferente. Sus pupilos se comen el césped en cada partido y, además, demuestran tener las ideas claras. El paso adelante en términos defensivos, salvo excepciones, destaca por encima de todo.
Con Coudet, sin embargo, el Alavés no ha mejorado en cuanto a juego se refiere. Los brotes verdes de sus primeros partidos –esos en los que se comentó que se había merecido más– no se ven hoy.
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El equipo vitoriano sigue cometiendo errores importantes atrás y le cuesta mucho generar peligro en ataque. La nula capacidad goleadora en Mendizorroza es lo más preocupante, con tres dianas en siete partidos. Ver para creer.
La clave, en casa
En hacer de su estadio un fortín, precisamente, está la otra gran diferencia entre el Chacho y Corberán. El balance del argentino en casa es de una victoria, dos empates y cuatro derrotas. Y dos de esos pinchazos han sido contra rivales directos, como el Getafe y el Espanyol.
Para encontrar a un Glorioso tan endeble en el Paseo de Cervantes –0,71 puntos por partido–, hay que remontarse a la segunda etapa del Pitu Abelardo (0,66).
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Mestalla, desde que Baraja fue despedido, ha sido un auténtico bastión. Corberán ha logrado, con cinco triunfos y solo dos duelos perdidos, 15 créditos de 21 posibles. Ahí se ha fraguado el resurgir de un Valencia al que muchos daban por descendido a finales del 2024.
Además, sus únicos varapalos como local los ha sufrido contra dos transatlánticos: Real Madrid y el Atlético. La Real, Celta, Leganés, Valladolid y Mallorca se fueron de vacío.
Por supuesto, algo está teniendo que ver en el éxito de Corberán el mercado de invierno que hizo el club che. Aun con problemas institucionales, hicieron un esfuerzo por incorporar a Umar Sadiq y les ha dado resultado. El nigeriano, que está recuperando su mejor versión y parece indiscutible, ha marcado ya cuatro goles y todos ellos han valido puntos. Otro de los hombres clave, por cierto, es el exalbiazul Luis Rioja.
Irreconocible en Mendizorroza
Por parte del Glorioso, el mes de enero no solucionó las principales carencias de la plantilla. Pese a que Carles Aleñá sí que ha dado un plus, no ha sido suficiente como para que el colectivo haya subido un escalón.
A Pau Cabanes, por su parte, se le ha visto verde para ser útil en Primera y Facundo Garcés todavía está adaptándose al fútbol europeo. En definitiva, se podría haber completado una ventana invernal bastante mejor.
La progresión del Alavés y el Valencia se enfrentará en el mes de mayo, con la visita de los che a Mendizorroza. Un partido que, hace no mucho, se preveía como una final; pero que, si los de Corberán siguen hacia arriba, podría ser relevante solo para los babazorros.