El Alavés vuelve a regalar puntos en Mendizorroza
El conjunto vitoriano cae en el epílogo ante el Espanyol y desperdicia otra oportunidad más para escapar del descenso
Increíble pero cierto. El Deportivo Alavés regaló los tres puntos a un rival, el Espanyol, que no había ganado un solo partido a domicilio en esta temporada. No hay manera de descorchar la botella de champagne en Mendizorrozay de lograr el ansiado punto de inflexión ante sus rivales directos.
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El Deportivo Alavés desperdició este sábado otra oportunidad para escapar de la zona de descenso y sigue sin lograr un triunfo que se resiste en el Paseo de Cervantes desde el pasado 1 de noviembre.
Ya son numerosos encuentros, como los del Girona o el Getafe, en los que el conjunto babazorro ha sido incapaz de hacer de su feudo un fortín y el equipo finalizará la jornada, de nuevo, como penúltimo clasificado. El saldo de Coudet, en Mendizorroza, tampoco llama al optimismo pues desde su llegada el Alavés tan solo ha logrado dos puntos en los cinco encuentros celebrados en Vitoria.
Y eso que el 'Glorioso' creció sobremanera con el paso de los minutos y acabó encerrando al conjunto perico en su área, pero no hubo manera de romper el muro de Joan García bajo palos pese a todos los intentos de la escuadra vitoriana.
Eso sí, a diferencia de la visita a Butarque, el Deportivo Alavés se mostró espeso en los primeros compases frente al Espanyol. Resultó complicado encontrar a las piezas ofensivas del engranaje albiazul y al equipo de Coudet le costó horrores generar sensación de amenaza en el área de Joan García.
Lo positivo, al menos en el primer tiempo, es que el conjunto babazorro estuvo sólido en defensa merced al despliegue físico de Mouriño, de vuelta al once inicial, y el de Abdel Abqar, quien no dio respiro a su pareja de baile durante todo el encuentro.
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El Deportivo Alavés tomó el pulso al encuentro con el paso de los minutos. A la media hora se cambiaron las tornas y sí que se percibió más empuje por parte del anfitrión. De hecho, la más clara del primer tiempo estuvo en las botas de Kike, quien no definió un mano a mano tras un pase de Joan Jordán, quien vio despistada a la zaga visitante en una falta frontal.
La sensación al descanso, en cualquier caso, fue la de un Alavés más bien timorato, impreciso en el último tercio y en el que buena parte de la producción ofensiva pasó por las botas de Carles Aleñá. Pero poco más, puesto que la situación clasificatoria, como es lógico, generó intranquilidad en las filas vitorianas tras desperdiciar cada ocasión sobre la portería rival.
Coudet movió ficha al descanso y sustituyó a un desacertado Carlos Vicente por Pau Cabanes. Un cambio más bien sorprendente debido a la jerarquía del maño y que, por cierto, tampoco es que diera sus frutos arriba. Eso sí, Vicente no rubricó ni mucho menos una actuación digna de su nivel en el duelo ante el Espanyol.
Mendizorroza entró en ebullición a la hora de juego tras la entrada del 'Búfalo de Gernika'. Villalibre ingresó en el terreno de juego por Toni Martínez, quien regresó a la titularidad sin gran fortuna en la parcela ofensiva. Lo cierto es que, desde la reanudación, el Deportivo Alavés tomó la batuta del encuentro y todo el protagonismo estuvo en las botas de los futbolistas babazorros.
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Endeble a balón parado
El equipo vitoriano hizo méritos como para abrir la lata, el Alavés desbordó valentía con los cambios y la garra de futbolistas como Aleñá, Joan Jordán, Villalibre y Kike García, pero da la sensación de que hay una maldición en Mendizorroza.
La afición, consciente de la trascendencia del duelo, empujó como en las mejores citas y no faltaron ánimos a ninguno de los babazorros, pero al igual que en las visitas a Vitoria del Getafe o Girona, tampoco fue el día en el que el 'Glorioso' logró su punto de inflexión en el templo y el partido se escurrió en una acción aislada a balón parado.
El saldo en los duelos directos resulta tétrico para el Deportivo Alavés. El conjunto babazorro ha logrado un punto de los nueve posibles ante el Getafe, Leganés y Espanyol. Pero además el balance en Mendizorroza es aterrador. El 'Glorioso' es incapaz de ganar en casa y la permanencia se antoja como un objetivo cada día más lejano.
Como consecuencia directa del bagaje de resultados, la situación emocional se agudiza en el seno de un club al que se le está agotando el crédito debido a las decisiones tomadas en esta campaña y que, de nuevo, recibió cánticos de "¡Directiva, dimisión!" al término del encuentro por parte de varios sectores.