Hablar de finales en la duodécima jornada del campeonato es, probablemente, muy precipitado, pues ninguna crisis es irremediable a estas alturas; pero lo cierto es que ese es el ambiente que se respira ahora mismo en la atmósfera del Deportivo Alavés. Después de cinco derrotas consecutivas en Liga, los babazorros necesitan cortar ya su mala racha y su rival para este nuevo intento es el Mallorca, que visita Mendizorroza esta noche (21.00 horas).
Para tener opciones ante un rival tan férreo, el conjunto albiazul necesitará sí o sí recuperar su mejor versión. La misma se vio por última vez frente a Las Palmas, con una actuación completa de principio a fin, y también en algunos tramos contra el Sevilla, Real Madrid o, incluso, Real Valladolid, si se mira solo el primer cuarto de hora de juego. Ante estos tres, faltó prolongar los buenos momentos y no ofrecer tantas facilidades en los malos.
Esto último está directamente relacionado con el desempeño de la parcela defensiva. El Alavés debe mejorar atrás para ser un equipo competitivo, ya que es inviable requerir de tres o más goles por jornada para puntuar, y ese paso adelante depende de los once que estén en el césped. Lo fundamental, en este sentido, es evitar los errores no forzados: si se encaja gol, que sea por el buen hacer del rival, como ha dicho Luis García Plaza en varias ocasiones.
Vencer al Mallorca le permitiría al Alavés no solo revertir su mala dinámica, sino también recuperar confianza y volver a abrir brecha con los puestos de descenso, limitados ahora mismo por Las Palmas, con solo un punto menos. También podría darse, claro está, la posibilidad de que los gasteiztarras entraran en la zona roja esta jornada, lo cual no sufrieron en ningún momento durante la temporada pasada, y eso que también hubo rachas malas.
NOVOA, ÚNICA BAJA
Respecto a la convocatoria alavesista, cabe destacar únicamente la ausencia de Hugo Novoa. Abdel Abqar, habiendo cumplido sanción en Vallecas –y recuperado ya de sus molestias musculares–, vuelve a ser uno más en los planes de Luis García y en la misma situación está Aleksandar Sedlar, si bien este último no está preparado para jugar de inicio. Pica, como es habitual, también ha sido citado por el madrileño para la importante cita.
En el once, la incógnita principal se encuentra en el centro del campo. Atendiendo a la rotación en Compostela, lo lógico sería ver ahí un doble pivote formado por Carlos Protesoni y Antonio Blanco, pero siempre existe la posibilidad de que sea Jon Guridi quien actúe ahí. Un cambio en la punta de lanza tampoco sería inesperado dadas las condiciones de Kike García, más favorables que las de Toni Martínez para desgastar a la zaga balear.
El Mallorca, por su parte, llega a Mendizorroza en un gran momento. El proyecto liderado por Jagoba Arrasate, quien tomó las riendas este verano, va viento en popa y así lo demuestran los 18 puntos que ha sumado en once jornadas. No es un equipo excesivamente goleador, pero sí de los que sabe aprovechar muy bien sus tantos. Mucho ayuda en ello que sea el segundo club, solo por detrás del Atlético, que menos ha encajado hasta ahora.
El técnico vasco, al igual que Luis García, tiene una baja por lesión (Takuma Asano) y a la misma se ha sumado la de Samu Costa, expulsado en el reciente duelo frente al Athletic. Los baleares, por cierto, parten con cierta ventaja en cuanto a esfuerzos respecto al Glorioso, pues, gracias a su billete para la próxima edición de la Supercopa, no tuvieron que jugar entre semana la primera ronda del torneo del KO, a diferencia de los babazorros.
PRECEDENTES
Sobre los precedentes entre el Alavés y el Mallorca en Mendizorroza, cabe destacar que el último triunfo gasteiztarra data del 29 de septiembre del 2019, cuando un gol de Lucas Pérez y otro de Joselu Mato mantuvieron los tres puntos en casa (2-0). Asimismo, el balance completo es de nueve victorias, tres empates y siete derrotas en favor del club albiazul, siendo el último resultado, de la campaña pasada, unas tablas (1-1).